Conflicto por el cierre de una planta de Clarín

Trabajadores de la empresa AGR, la planta impresora del grupo Clarín en el barrio porteño de Pompeya, denunciaron hoy un "lock out patronal", iniciaron un paro y pidieron "urgente solidaridad" ante el cierre de la planta, que la empresa, a su vez, atribuyó a "la necesidad de reestructurar sus actividades".

16 ENE 2017 - 13:31 | Actualizado

Un comunicado de la Comisión Interna gremial señaló que esta mañana, cuando obreros y empleados "se disponían a entrar a trabajar, se encontraron con un cartel de la empresa donde anuncia la decisión de cerrar la planta aduciendo una crisis que no es tal (aquí se imprimen Revista Viva, Rumbos, Genios, Jardín, Cablevisión, Guías telefónicas, libros escolares, folletería, etc.)".

"Se trata evidentemente de una maniobra que busca quebrar la organización (sindical) de la planta para imponer el ajuste que al amparo de la política oficial ya ha avanzado en otros sectores del gremio", afirmó.

Por su parte, la empresa informó que "a partir del día de la fecha dejará de funcionar uno de los talleres gráficos de AGR, el del barrio de Pompeya" y enmarcó esta decisión en el hecho de que "el mercado de impresiones comerciales masivas está en crisis a nivel mundial" a raíz de cambios tecnológicos, en las estrategias de marketing y en las conductas de los consumidores.

"Se trata de una decisión que AGR no hubiera querido tomar pero que resulta necesaria para no comprometer la viabilidad de todo el resto de su conglomerado industrial. El taller de Pompeya de AGR no es una excepción en cuanto a los efectos de la crisis: dos de las cuatro empresas gráficas más importantes del país terminaron cerrando sus puertas en forma definitiva en 2014 y 2015: Quebecor y RR Donnelley. Y la tercera acaba de cambiar de manos por falta de perspectivas", expresó.

El comunicado gremial indicó que, ante el cierre de la planta, "los trabajadores de AGR-Clarín se encuentran en este momento en su lugar de trabajo desarrollado un paro por tiempo indeterminado en defensa de sus puestos y condiciones de trabajo, mientras en la puerta se está desenvolviendo un desproporcionado aparato represivo de la Policía Federal, Gendarmería y personal de seguridad privada".

"La Comisión Interna y los trabajadores de AGR convocan de manera urgente a todas las organizaciones políticas, sociales, de derechos humanos y personalidades a acercarse de manera inmediata para rodear de solidaridad el conflicto, y reclaman a la dirección del sindicato gráfico la urgente convocatoria al plenario de delegados para tomar medidas de conjunto", exhortó.

A comienzos de este mes, la Federación Gráfica Bonarense, el sindicato del sector, denunció ante el Ministerio de Trabajo que AGR "estaba derivando trabajos propios a otros talleres de la industria gráfica" y dispuso en consecuencia "el estado de alerta y movilización" en el gremio, según informa el portal del sindicato.

"La denuncia incluyó la expresa amenaza de la empresa a la Comisión Interna de barrer con el convenio colectivo en el taller", puntualiza.

El comunicado de la empresa, a su vez, sostuvo que "varios sectores industriales han logrado atenuar dificultades económicas o cambios en la tecnología con acuerdos gremiales-empresarios que posibiliten un horizonte de futuro para las empresas".

Expresó además que tales acuerdos se concretaron también en establecimientos del "propio sector gráfico. Pero en la planta de Pompeya desgraciadamente ello no ha sido posible", según dijo, debido al rechazo de "la comisión interna de delegados" a las propuestas patronales.

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16 ENE 2017 - 13:31

Un comunicado de la Comisión Interna gremial señaló que esta mañana, cuando obreros y empleados "se disponían a entrar a trabajar, se encontraron con un cartel de la empresa donde anuncia la decisión de cerrar la planta aduciendo una crisis que no es tal (aquí se imprimen Revista Viva, Rumbos, Genios, Jardín, Cablevisión, Guías telefónicas, libros escolares, folletería, etc.)".

"Se trata evidentemente de una maniobra que busca quebrar la organización (sindical) de la planta para imponer el ajuste que al amparo de la política oficial ya ha avanzado en otros sectores del gremio", afirmó.

Por su parte, la empresa informó que "a partir del día de la fecha dejará de funcionar uno de los talleres gráficos de AGR, el del barrio de Pompeya" y enmarcó esta decisión en el hecho de que "el mercado de impresiones comerciales masivas está en crisis a nivel mundial" a raíz de cambios tecnológicos, en las estrategias de marketing y en las conductas de los consumidores.

"Se trata de una decisión que AGR no hubiera querido tomar pero que resulta necesaria para no comprometer la viabilidad de todo el resto de su conglomerado industrial. El taller de Pompeya de AGR no es una excepción en cuanto a los efectos de la crisis: dos de las cuatro empresas gráficas más importantes del país terminaron cerrando sus puertas en forma definitiva en 2014 y 2015: Quebecor y RR Donnelley. Y la tercera acaba de cambiar de manos por falta de perspectivas", expresó.

El comunicado gremial indicó que, ante el cierre de la planta, "los trabajadores de AGR-Clarín se encuentran en este momento en su lugar de trabajo desarrollado un paro por tiempo indeterminado en defensa de sus puestos y condiciones de trabajo, mientras en la puerta se está desenvolviendo un desproporcionado aparato represivo de la Policía Federal, Gendarmería y personal de seguridad privada".

"La Comisión Interna y los trabajadores de AGR convocan de manera urgente a todas las organizaciones políticas, sociales, de derechos humanos y personalidades a acercarse de manera inmediata para rodear de solidaridad el conflicto, y reclaman a la dirección del sindicato gráfico la urgente convocatoria al plenario de delegados para tomar medidas de conjunto", exhortó.

A comienzos de este mes, la Federación Gráfica Bonarense, el sindicato del sector, denunció ante el Ministerio de Trabajo que AGR "estaba derivando trabajos propios a otros talleres de la industria gráfica" y dispuso en consecuencia "el estado de alerta y movilización" en el gremio, según informa el portal del sindicato.

"La denuncia incluyó la expresa amenaza de la empresa a la Comisión Interna de barrer con el convenio colectivo en el taller", puntualiza.

El comunicado de la empresa, a su vez, sostuvo que "varios sectores industriales han logrado atenuar dificultades económicas o cambios en la tecnología con acuerdos gremiales-empresarios que posibiliten un horizonte de futuro para las empresas".

Expresó además que tales acuerdos se concretaron también en establecimientos del "propio sector gráfico. Pero en la planta de Pompeya desgraciadamente ello no ha sido posible", según dijo, debido al rechazo de "la comisión interna de delegados" a las propuestas patronales.


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