Estados Unidos cerró el 2016 con una inflación del 2,1%, la tasa más alta desde 2011, según informó hoy el Departamento de Trabajo.
El índice de precios al consumo de los Estados Unidos avanzó 0,3% en diciembre respecto de noviembre, y la inflación interanual cerró 2016 en 2,1%, la marca más elevada desde 2011.
Los precios de la energía subieron en diciembre 1,5 %, acumulando 5,4% durante 2016; y los alimentos, en tanto, se mantuvieron estables por sexto mes consecutivo y en 2016 cayeron 0,2%, según reprodujo la agencia de noticias EFE.
Sin tener en cuenta los precios de los alimentos y la energía, que son los más volátiles, el IPC subyacente registró en diciembre un alza de 0,2% y el dato interanual quedó en 2,2%, una décima por encima del informe previo.
Durante los últimos meses, particularmente desde mediados de 2016, la inflación en los Estados Unidos se ha ido acelerando y aproximando a la meta anual de 2% fijada por la Reserva Federal.
En diciembre, tras su última reunión de política monetaria del año, la FED revisó su proyección de incremento de la inflación para el cierre de 2016 al 1,5 %, frente al 1,3% calculado en septiembre, y dejó sin cambios la de 2017 en 1,9%.
Estados Unidos cerró el 2016 con una inflación del 2,1%, la tasa más alta desde 2011, según informó hoy el Departamento de Trabajo.
El índice de precios al consumo de los Estados Unidos avanzó 0,3% en diciembre respecto de noviembre, y la inflación interanual cerró 2016 en 2,1%, la marca más elevada desde 2011.
Los precios de la energía subieron en diciembre 1,5 %, acumulando 5,4% durante 2016; y los alimentos, en tanto, se mantuvieron estables por sexto mes consecutivo y en 2016 cayeron 0,2%, según reprodujo la agencia de noticias EFE.
Sin tener en cuenta los precios de los alimentos y la energía, que son los más volátiles, el IPC subyacente registró en diciembre un alza de 0,2% y el dato interanual quedó en 2,2%, una décima por encima del informe previo.
Durante los últimos meses, particularmente desde mediados de 2016, la inflación en los Estados Unidos se ha ido acelerando y aproximando a la meta anual de 2% fijada por la Reserva Federal.
En diciembre, tras su última reunión de política monetaria del año, la FED revisó su proyección de incremento de la inflación para el cierre de 2016 al 1,5 %, frente al 1,3% calculado en septiembre, y dejó sin cambios la de 2017 en 1,9%.