Crisis en Siria: finalizan conversaciones en Kazajistán

Las conversaciones entre el gobierno sirio y facciones rebeldes concluyeron hoy en la capital de Kazajistán, Astaná, con la firma por parte de Rusia, Turquía e Irán de un acuerdo que crea un mecanismo trilateral para supervisar el cumplimiento del alto el fuego.

24 ENE 2017 - 10:51 | Actualizado

Así lo anunció el canciller kazajo Kairat Abdrajmenov, quien señaló en un comunicado que "se tomó la decisión de crear un mecanismo trilateral que supervisará el pleno cumplimiento del régimen de alto el fuego y la ausencia de provocaciones", aunque no brindó precisiones.

Abdrajmenov, quien leyó el texto, subrayó que rusos, turcos e iraníes se comprometieron a combatir conjuntamente al grupo islamista radical Estado Islámico (EI) y a Fateh Al Sham (ex Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria) y a proseguir sus esfuerzos para separar a la oposición armada siria de los "grupos terroristas".

"Estamos convencidos de que este asunto no tiene solución militar y que sólo puede ser resuelto a través de un proceso político sobre la base de las resoluciones" de la ONU, señaló el canciller, citado por las agencias de noticias EFE y TASS.

Los tres países valoraron "la participación en las conversaciones del enviado especial del secretario general de la ONU para Siria, Staffan de Mistura", agregó.

Las tres potencias apoyaron la nueva ronda de conversaciones del 8 de febrero en Ginebra, auspiciada por la ONU.

"Respaldamos el deseo de los grupos armados opositores de participar en la próxima ronda de negociaciones que se celebrará entre el Gobierno y la oposición bajo la jurisdicción de la ONU en Ginebra", destacó el jefe de la diplomacia del país centrasiático.

También confirmaron "su apego a la idea de la soberanía e integridad territorial de Siria como un país multiétnico y multiconfesional, cuya existencia está garantizada por el Consejo de Seguridad de la ONU".

Representantes del gobierno sirio y de la oposición participaron ayer y hoy en Astaná en conversaciones con mediación rusa y turca para reforzar el alto el fuego en vigor desde el pasado 30 de diciembre.

Además, acudieron a la capital kazaja una delegación iraní y el enviado de la ONU y estuvo presente el embajador estadounidense en Astaná, George A. Krol.

Este segundo día de conversaciones se produjo tras una primera jornada en la que las recriminaciones mutuas tomaron el centro de la escena, mientras el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, había expresado "optimismo" ante la negociación.

De las conversaciones no forman parte Fateh al Sham ni el Estado Islámico (EI), que son consideradas "organizaciones terroristas" por las Naciones Unidas.

El centro de la discusión está en los combates del Wadi Barada, un valle de montaña donde se encuentran las fuentes de agua que abastecen el sistema de agua potable de Damasco y alrededores.

El diálogo del primer día se inició con cuarenta minutos de demora porque los representantes de la oposición se negaron a ingresar a la sala de deliberaciones al mismo tiempo que los del gobierno, y terminó antes del horario previsto tras varios cruces de acusaciones entre las dos delegaciones.

El objetivo de estas conversaciones era reforzar el alto el fuego, que entró en vigor el país el pasado 30 de diciembre, para poder ir a las negociaciones de Ginebra el próximo 8 de febrero y buscar una transición política en el país.

En Siria, y según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 301.781 personas han muerto y más de dos millones han resultado heridas desde el inicio del conflicto en marzo de 2011, hasta finales del año pasado. La mitad de la población está desplazada dentro del país, o refugiada en el extranjero.

Esta es la primera vez que Astaná acoge una ronda de negociaciones entre la oposición y el Gobierno sirio, aunque ya se han celebrado tres rondas de diálogos de paz en Ginebra, entre los años 2012 y 2016, sin llegar a una solución para la crisis.

24 ENE 2017 - 10:51

Así lo anunció el canciller kazajo Kairat Abdrajmenov, quien señaló en un comunicado que "se tomó la decisión de crear un mecanismo trilateral que supervisará el pleno cumplimiento del régimen de alto el fuego y la ausencia de provocaciones", aunque no brindó precisiones.

Abdrajmenov, quien leyó el texto, subrayó que rusos, turcos e iraníes se comprometieron a combatir conjuntamente al grupo islamista radical Estado Islámico (EI) y a Fateh Al Sham (ex Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria) y a proseguir sus esfuerzos para separar a la oposición armada siria de los "grupos terroristas".

"Estamos convencidos de que este asunto no tiene solución militar y que sólo puede ser resuelto a través de un proceso político sobre la base de las resoluciones" de la ONU, señaló el canciller, citado por las agencias de noticias EFE y TASS.

Los tres países valoraron "la participación en las conversaciones del enviado especial del secretario general de la ONU para Siria, Staffan de Mistura", agregó.

Las tres potencias apoyaron la nueva ronda de conversaciones del 8 de febrero en Ginebra, auspiciada por la ONU.

"Respaldamos el deseo de los grupos armados opositores de participar en la próxima ronda de negociaciones que se celebrará entre el Gobierno y la oposición bajo la jurisdicción de la ONU en Ginebra", destacó el jefe de la diplomacia del país centrasiático.

También confirmaron "su apego a la idea de la soberanía e integridad territorial de Siria como un país multiétnico y multiconfesional, cuya existencia está garantizada por el Consejo de Seguridad de la ONU".

Representantes del gobierno sirio y de la oposición participaron ayer y hoy en Astaná en conversaciones con mediación rusa y turca para reforzar el alto el fuego en vigor desde el pasado 30 de diciembre.

Además, acudieron a la capital kazaja una delegación iraní y el enviado de la ONU y estuvo presente el embajador estadounidense en Astaná, George A. Krol.

Este segundo día de conversaciones se produjo tras una primera jornada en la que las recriminaciones mutuas tomaron el centro de la escena, mientras el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, había expresado "optimismo" ante la negociación.

De las conversaciones no forman parte Fateh al Sham ni el Estado Islámico (EI), que son consideradas "organizaciones terroristas" por las Naciones Unidas.

El centro de la discusión está en los combates del Wadi Barada, un valle de montaña donde se encuentran las fuentes de agua que abastecen el sistema de agua potable de Damasco y alrededores.

El diálogo del primer día se inició con cuarenta minutos de demora porque los representantes de la oposición se negaron a ingresar a la sala de deliberaciones al mismo tiempo que los del gobierno, y terminó antes del horario previsto tras varios cruces de acusaciones entre las dos delegaciones.

El objetivo de estas conversaciones era reforzar el alto el fuego, que entró en vigor el país el pasado 30 de diciembre, para poder ir a las negociaciones de Ginebra el próximo 8 de febrero y buscar una transición política en el país.

En Siria, y según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 301.781 personas han muerto y más de dos millones han resultado heridas desde el inicio del conflicto en marzo de 2011, hasta finales del año pasado. La mitad de la población está desplazada dentro del país, o refugiada en el extranjero.

Esta es la primera vez que Astaná acoge una ronda de negociaciones entre la oposición y el Gobierno sirio, aunque ya se han celebrado tres rondas de diálogos de paz en Ginebra, entre los años 2012 y 2016, sin llegar a una solución para la crisis.


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