El premier canadiense llega a Washington para aliviar tensiones

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, aterrizó hoy en el aeropuerto de Dulles, en Washington, para el primer encuentro bilateral con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un cara a cara crucial en el que el canadiense intentará preservar los vínculos con su aliado más importante, en uno de los momentos más impredecibles y tensos en la región.

13 FEB 2017 - 12:47 | Actualizado

El tema central, según medios canadienses como el Globe and Mail, será que Trudeau deberá persuadir a Trump de trabajar con Canadá en la creación de empleos y en medidas continentales de seguridad.

Asesores tanto en Washington como en Ottawa insistieron en que Trump y Trudeau buscarán enfatizar los lazos de vecindad durante su primera reunión, pero sus enfoques estilísticos estarán a plena vista durante una conferencia de prensa que darán al mediodía.

La primera reunión de ambos mandatarios será sobre las mujeres en el ámbito laboral y líderes empresarias y, según trascendió por voceros de ambos, los dos países planean lanzar un nuevo equipo de trabajo llamado Consejo para la promoción de Mujeres líderes y empresarias, que Ivanka Trump monitorea de cerca.

De acuerdo a la fuente canadiense, que prefirió el anonimato, la administración de Trudeau fue la que sugirió la creación de este Consejo, ya que el primer ministro considera a las mujeres y al trabajo es tema central en su agenda y en su plan económico.

"Es algo muy inteligente si Canadá propone eso", dijo a la CNN Nelson Wiseman, un profesor de la Universidad de Toronto, porque "le quita atención al NAFTA (el tratado comercial de México, EEUU y Canadá) y desde el punto de vista de Trump, contribuye a suavizar su imagen porque él tiene un problema con las mujeres".

El mismo canadiense dijo el viernes pasado que planeaba discutir "todo tipo de cosas con las que nos alineamos" con Trump, pero también enfrentaría áreas de desacuerdo "de manera respetuosa".

Trudeau, de 45 años, y Trump, de 70, son polos opuestos en su manera de encarar la política y los liderazgos, así como su visión del mundo.

El joven canadiense es un liberal que se define como feminista y en su gabinete la mitad son mujeres, defiende el libre comercio y abrió las puertas de su país a 40.000 refugiados sirios.

Trump trató de frenar el aborto -que es ley en Estados Unidos- y a fuerza de decretos erosionó los derechos de salud reproductiva, es un proteccionista que amenazó con revisar el NAFTA y suspendió temporalmente la admisión de refugiados a Estados Unidos.

Incluso cuando Trump firmó su polémico decreto prohibiendo la entrada a refugiados, Trudeau escribió en Twitter: "A los que huyen de la persecución, el terror y la guerra, los canadienses le darán la bienvenida, sin importar su fe".

Durante el almuerzo de hoy, ambos líderes hablarán de comercio, un punto más ríspido en la agenda, sobre todo después de la promesa del estadounidense de revisar y cambiar el área de libre comercio, el NAFTA.

"El acuerdo fue un desastre para nuestros empleos y nuestro país (...). No me importa si es una renovación o un nuevo acuerdo pero tenemos que hacer que sea justo", afirmó Trump hace once días en breves declaraciones con legisladores en la Casa Blanca y en referencia al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, más conocido por sus siglas en inglés, NAFTA, entre Estados Unidos, Canadá y México.

Aunque las cifras de importaciones y exportaciones están equilibradas, Canadá depende en mayor medida de su vecino del sur más que a la inversa.

EL 75 % de las exportaciones canadienses van a Estados Unidos mientras que a la inversa sólo el 18 % va a Canadá y existen temores entre los canadienses de salir lastimados mientras Trump apunta a México para renogociar este acuerdo regional que rige desde 1994.

En Canadá, tanto conservadores como liberales consideran que el NAFTA, fue clave para el bienestar del país al multiplicar las relaciones comerciales entre Ottawa y Washington hasta convertirlos en los dos mayores socios comerciales del mundo.

En 2015, el tráfico bilateral de bienes y servicios entre ambos sumó 670.000 millones de dólares. Ese año Canadá importó bienes y servicios a Estados Unidos por valor de 338.000 millones de dólares y exportó 332.000 millones de dólares.

Según el organismo público Estadísticas Canadá (EC), uno de cada siete empleos en el país -2,7 millones de personas- depende del comercio con Estados Unidos. En Estados Unidos, en tanto, son nueve millones los puestos de trabajo que genera el comercio con Canadá, uno de cada 14.

Pero nueve millones de empleos, muchos de ellos en estados claves para la victoria de Trump en las elecciones presidenciales de 2016, como Michigan, son un número más que significante para un presidente que ha prometido al pueblo estadounidense concentrarse en generar puestos de trabajo.

Por la frontera entre ambos países pasan casi 400.000 personas por día e históricamente es una relación profundamente entrelazada que genera millones de puestos de trabajo y cooperación que va desde la inteligencia hasta la acción del cambio climático.

13 FEB 2017 - 12:47

El tema central, según medios canadienses como el Globe and Mail, será que Trudeau deberá persuadir a Trump de trabajar con Canadá en la creación de empleos y en medidas continentales de seguridad.

Asesores tanto en Washington como en Ottawa insistieron en que Trump y Trudeau buscarán enfatizar los lazos de vecindad durante su primera reunión, pero sus enfoques estilísticos estarán a plena vista durante una conferencia de prensa que darán al mediodía.

La primera reunión de ambos mandatarios será sobre las mujeres en el ámbito laboral y líderes empresarias y, según trascendió por voceros de ambos, los dos países planean lanzar un nuevo equipo de trabajo llamado Consejo para la promoción de Mujeres líderes y empresarias, que Ivanka Trump monitorea de cerca.

De acuerdo a la fuente canadiense, que prefirió el anonimato, la administración de Trudeau fue la que sugirió la creación de este Consejo, ya que el primer ministro considera a las mujeres y al trabajo es tema central en su agenda y en su plan económico.

"Es algo muy inteligente si Canadá propone eso", dijo a la CNN Nelson Wiseman, un profesor de la Universidad de Toronto, porque "le quita atención al NAFTA (el tratado comercial de México, EEUU y Canadá) y desde el punto de vista de Trump, contribuye a suavizar su imagen porque él tiene un problema con las mujeres".

El mismo canadiense dijo el viernes pasado que planeaba discutir "todo tipo de cosas con las que nos alineamos" con Trump, pero también enfrentaría áreas de desacuerdo "de manera respetuosa".

Trudeau, de 45 años, y Trump, de 70, son polos opuestos en su manera de encarar la política y los liderazgos, así como su visión del mundo.

El joven canadiense es un liberal que se define como feminista y en su gabinete la mitad son mujeres, defiende el libre comercio y abrió las puertas de su país a 40.000 refugiados sirios.

Trump trató de frenar el aborto -que es ley en Estados Unidos- y a fuerza de decretos erosionó los derechos de salud reproductiva, es un proteccionista que amenazó con revisar el NAFTA y suspendió temporalmente la admisión de refugiados a Estados Unidos.

Incluso cuando Trump firmó su polémico decreto prohibiendo la entrada a refugiados, Trudeau escribió en Twitter: "A los que huyen de la persecución, el terror y la guerra, los canadienses le darán la bienvenida, sin importar su fe".

Durante el almuerzo de hoy, ambos líderes hablarán de comercio, un punto más ríspido en la agenda, sobre todo después de la promesa del estadounidense de revisar y cambiar el área de libre comercio, el NAFTA.

"El acuerdo fue un desastre para nuestros empleos y nuestro país (...). No me importa si es una renovación o un nuevo acuerdo pero tenemos que hacer que sea justo", afirmó Trump hace once días en breves declaraciones con legisladores en la Casa Blanca y en referencia al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, más conocido por sus siglas en inglés, NAFTA, entre Estados Unidos, Canadá y México.

Aunque las cifras de importaciones y exportaciones están equilibradas, Canadá depende en mayor medida de su vecino del sur más que a la inversa.

EL 75 % de las exportaciones canadienses van a Estados Unidos mientras que a la inversa sólo el 18 % va a Canadá y existen temores entre los canadienses de salir lastimados mientras Trump apunta a México para renogociar este acuerdo regional que rige desde 1994.

En Canadá, tanto conservadores como liberales consideran que el NAFTA, fue clave para el bienestar del país al multiplicar las relaciones comerciales entre Ottawa y Washington hasta convertirlos en los dos mayores socios comerciales del mundo.

En 2015, el tráfico bilateral de bienes y servicios entre ambos sumó 670.000 millones de dólares. Ese año Canadá importó bienes y servicios a Estados Unidos por valor de 338.000 millones de dólares y exportó 332.000 millones de dólares.

Según el organismo público Estadísticas Canadá (EC), uno de cada siete empleos en el país -2,7 millones de personas- depende del comercio con Estados Unidos. En Estados Unidos, en tanto, son nueve millones los puestos de trabajo que genera el comercio con Canadá, uno de cada 14.

Pero nueve millones de empleos, muchos de ellos en estados claves para la victoria de Trump en las elecciones presidenciales de 2016, como Michigan, son un número más que significante para un presidente que ha prometido al pueblo estadounidense concentrarse en generar puestos de trabajo.

Por la frontera entre ambos países pasan casi 400.000 personas por día e históricamente es una relación profundamente entrelazada que genera millones de puestos de trabajo y cooperación que va desde la inteligencia hasta la acción del cambio climático.


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