Acusan al TOF por el “indisimulable e ilegítimo intento de silenciar” al juez federal Hugo Sastre

El caso de la cocaína en Poseidón.

El fallo del juez Hugo Sastre.
12 MAR 2017 - 21:46 | Actualizado

Por Rolando Tobarez / Twitter: @rtobarez

El juez federal de Rawson, Hugo Sastre, acusó a los miembros del Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia por su “indisimulable e ilegítimo intento de sojuzgarlo, propósito incompatible con el postulado republicano de independencia judicial y con el principio democrático que propicia la libertad de expresión, aún de los jueces”.

Estos magistrados lo habían denunciado ante el Consejo de la Magistratura de la Nación luego de que Sastre se quejara por la demora del TOF en iniciar el juicio oral por los 110 kilos de cocaína aparecidos en la pesquera Poseidón de Puerto Madryn.

Al referirse al tema y especialmente a Héctor “Cura” Segundo, procesado por el caso, Sastre el año pasado había avalado ante la prensa los reclamos del gobernador Mario Das Neves y había cuestionado al TOF por demorar el juicio casi un año. “Si se hiciere el debate (Segundo) no estaría paseando” y que “le genera impotencia verlo en libertad (…) Sinceramente no puedo dar respuesta por qué no se hace ese debate (...) ”.

“Das Neves tiene razón al indignarse de la libertad del Cura Segundo cuando la verdad es la verdad es así al ciudadano común le da bronca e impotencia y tiene razón”.

Sastre también deslizó que “’si avanzaran las causas Arenas Blancas y la causa Raín más de 120 personas podrían estar privadas de la libertad si tienen condena los debates que se deberían hacer’”.

Como consideraron que Sastre los estaba presionando, Enrique Guanziroli, Pedro de Diego y Nora Cabrera de Monella lo denunciaron al Consejo. “No cabe de ningún modo que un juez del grado que sea, mediante manifestaciones públicas, vertidas fuera del ámbito y oportunidad del ejercicio de su función judicial, reclame determinado modo de actuar de otro Tribunal y máxime que el mismo sea un resultado específico del juzgamiento, en este caso particular, un pronunciamiento de condena. Constituye un acto grosero de inmiscuirse en el ejercicio jurisdiccional de otro Tribunal y tal entrometimiento supone una suerte de presión que este cuerpo no acepta ni ha consentido en ningún tiempo”, advirtieron.

En su descargo ante la Comisión de Disciplina y Acusación, Sastre consideró que “más allá del intento de silenciamiento que los denunciantes se propusieron con la promoción de este proceso disciplinario, me siento en el deber de expresar que comparto la preocupación que invade a la sociedad respecto de la duración de los procesos judiciales sustanciados por aquellas infracciones penales que afectan los bienes más preciados para una Nación”.

“Siento que los jueces, más allá de sus pronunciamientos judiciales, tienen el deber de dar razones y explicaciones que le permitan a la ciudadanía conocer y comprender el estado de cosas”, agregó el magistrado capitalino. “Hoy los jueces no sólo hablan a través de sus sentencias, sino que están obligados permanentemente a dar razones de sus actos y decisiones. Y fue en ese sentido que se produjeron mis expresiones a los medios”.

Sastre consideró que sus quejas por las demoras del Caso Poseidón “de ningún modo representan una inconducta o desmesura de su parte ni, mucho menos, un entrometimiento o presión indebido dirigidos a la labor jurisdiccional de otros”.

“(Sastre) considera evidente que sus expresiones sobre la necesidad de que esos debates se realizasen, lejos de representar una extralimitación, no son sino una ratificación de la decisión jurisdiccional emitida para propiciar la urgente conclusión de las causas, la prestación del servicio de justicia en tiempo oportuno y el pronto esclarecimiento de los derechos de los justiciables involucrados”.

El Consejo admitió que las declaraciones del juez fueron “imprudentes” ya que se refirieron a un caso que “sigue sometido a conocimiento judicial, al tiempo que entrañaron un juicio de valor crítico sobre la actuación jurisdiccional de otros colegas”.

Sin embargo, el cuerpo desestimó la denuncia: “No se advierte en los dichos del doctor Sastre una crítica que exceda el desacuerdo, ni en la presentación de los jueces denunciantes animosidad para silenciarlo ante sus objeciones, sino un reclamo de moderación”.

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El fallo del juez Hugo Sastre.
12 MAR 2017 - 21:46

Por Rolando Tobarez / Twitter: @rtobarez

El juez federal de Rawson, Hugo Sastre, acusó a los miembros del Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia por su “indisimulable e ilegítimo intento de sojuzgarlo, propósito incompatible con el postulado republicano de independencia judicial y con el principio democrático que propicia la libertad de expresión, aún de los jueces”.

Estos magistrados lo habían denunciado ante el Consejo de la Magistratura de la Nación luego de que Sastre se quejara por la demora del TOF en iniciar el juicio oral por los 110 kilos de cocaína aparecidos en la pesquera Poseidón de Puerto Madryn.

Al referirse al tema y especialmente a Héctor “Cura” Segundo, procesado por el caso, Sastre el año pasado había avalado ante la prensa los reclamos del gobernador Mario Das Neves y había cuestionado al TOF por demorar el juicio casi un año. “Si se hiciere el debate (Segundo) no estaría paseando” y que “le genera impotencia verlo en libertad (…) Sinceramente no puedo dar respuesta por qué no se hace ese debate (...) ”.

“Das Neves tiene razón al indignarse de la libertad del Cura Segundo cuando la verdad es la verdad es así al ciudadano común le da bronca e impotencia y tiene razón”.

Sastre también deslizó que “’si avanzaran las causas Arenas Blancas y la causa Raín más de 120 personas podrían estar privadas de la libertad si tienen condena los debates que se deberían hacer’”.

Como consideraron que Sastre los estaba presionando, Enrique Guanziroli, Pedro de Diego y Nora Cabrera de Monella lo denunciaron al Consejo. “No cabe de ningún modo que un juez del grado que sea, mediante manifestaciones públicas, vertidas fuera del ámbito y oportunidad del ejercicio de su función judicial, reclame determinado modo de actuar de otro Tribunal y máxime que el mismo sea un resultado específico del juzgamiento, en este caso particular, un pronunciamiento de condena. Constituye un acto grosero de inmiscuirse en el ejercicio jurisdiccional de otro Tribunal y tal entrometimiento supone una suerte de presión que este cuerpo no acepta ni ha consentido en ningún tiempo”, advirtieron.

En su descargo ante la Comisión de Disciplina y Acusación, Sastre consideró que “más allá del intento de silenciamiento que los denunciantes se propusieron con la promoción de este proceso disciplinario, me siento en el deber de expresar que comparto la preocupación que invade a la sociedad respecto de la duración de los procesos judiciales sustanciados por aquellas infracciones penales que afectan los bienes más preciados para una Nación”.

“Siento que los jueces, más allá de sus pronunciamientos judiciales, tienen el deber de dar razones y explicaciones que le permitan a la ciudadanía conocer y comprender el estado de cosas”, agregó el magistrado capitalino. “Hoy los jueces no sólo hablan a través de sus sentencias, sino que están obligados permanentemente a dar razones de sus actos y decisiones. Y fue en ese sentido que se produjeron mis expresiones a los medios”.

Sastre consideró que sus quejas por las demoras del Caso Poseidón “de ningún modo representan una inconducta o desmesura de su parte ni, mucho menos, un entrometimiento o presión indebido dirigidos a la labor jurisdiccional de otros”.

“(Sastre) considera evidente que sus expresiones sobre la necesidad de que esos debates se realizasen, lejos de representar una extralimitación, no son sino una ratificación de la decisión jurisdiccional emitida para propiciar la urgente conclusión de las causas, la prestación del servicio de justicia en tiempo oportuno y el pronto esclarecimiento de los derechos de los justiciables involucrados”.

El Consejo admitió que las declaraciones del juez fueron “imprudentes” ya que se refirieron a un caso que “sigue sometido a conocimiento judicial, al tiempo que entrañaron un juicio de valor crítico sobre la actuación jurisdiccional de otros colegas”.

Sin embargo, el cuerpo desestimó la denuncia: “No se advierte en los dichos del doctor Sastre una crítica que exceda el desacuerdo, ni en la presentación de los jueces denunciantes animosidad para silenciarlo ante sus objeciones, sino un reclamo de moderación”.


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