Podadora mágica
Ricardo Dichiara es refuerzo de Racing. Para lograr un dinero extra, desmaleza el predio del Cayetano Castro. Esa tarea lo ayuda a mitigar el dolor por la muerte de su padre.
Por Francisco Caputo
Unos dolorosos acontecimientos familiares recientes, no le permitían enfocarse en el fútbol en su Carmen de Patagones natal. Pero un llamado de Mario Martínez, DT de Racing Club de Trelew, le hizo cambiar de parecer.
Ricardo Dichiara, de 20 años y delantero, es uno de los refuerzos de la “Academia”. Procedente de Jorge Newbery, fue fichado para jugar la Liga del Valle y eventualmente el Federal B.
Pero aquí no solamente es futbolista. Debe compatibilizar sus sueños deportivos con la manutención de su hija recién nacida. Con la podadora en la mano, Dichiara se encarga de desmalezar el predio del Cayetano Castro. Vestido con ropa laboral, recibió a Jornada en un descanso, tras su día de trabajo.
La adversidad que terminó motivando su desembarco en Trelew es el fallecimiento de su padre Enrique, piloto de rally. “Mi papá falleció a mediados del año pasado por un cáncer de colon. Yo había dejado de jugar y no tenía planes de volver a hacerlo oficialmente. Pero me llamó Mario, que me conoce al ser de Viedma. Me dijo que me iba a venir bien cambiar de aires”, relató “Podadora”.
“Cuando llegué, pedí un dinero extra. Pedí un trabajo. Había mucho tiempo libre y tengo una hija recién nacida que mantener allá en Patagones”, comentó Dichiara, quien se presenta como atacante de área y extremo. “Me dieron la posibilidad de emprolijar (sic) el césped en el predio del club. Y no dudé. Esto lo hice por dos años en Río Negro. Y ahora, lo hago acá”, expresó.
Sé que es atípico que un refuerzo de afuera tenga que rebuscárselas como yo para subsistir. Pero esto es lo que hay”, remarcó el artillero, quien detalló su rutina. “Mis horarios son de 8 a 12 de la mañana, de lunes a viernes. Luego, por la tarde asisto a las prácticas. Y por las noches, voy al gimnasio”, señaló el atacante.
A ese esquema, Dichiara pretende sumar el secundario. “Por temas de laburo (sic), dejé en el Segundo Año del Polimodal (NdR: Cuarto año). Me gustaría poder avanzar en el estudio mientras esté acá”, indicó con entusiasmo.
El debut y los sueños
El estreno para Dichiara fue inmejorable. Tras arribar el pase, debutó ante Alianza Fontana Oeste, a quien le marcó dos goles en la victoria por 6-0 de Racing Club. “Empecé de muy buena manera, con dos goles. Estoy muy contento por haber tenido esa presentación. Hay que mantener el nivel porque quiero quedarme a jugar el Federal B”, relató.
“El próximo partido será con carga de trabajo encima. Pero no me quejo. Y tampoco creo que sea una desventaja física tener que combinar un trabajo con los entrenamientos. Estoy acostumbrado a ese ritmo”, puntualizó. “Además, como dije, necesito el dinero extra. Mi hija Luz Morena y mi novia Milagros, precisan eso de mí. Y yo, no vine a fallarle a nadie”, concluyó.#
Por Francisco Caputo
Unos dolorosos acontecimientos familiares recientes, no le permitían enfocarse en el fútbol en su Carmen de Patagones natal. Pero un llamado de Mario Martínez, DT de Racing Club de Trelew, le hizo cambiar de parecer.
Ricardo Dichiara, de 20 años y delantero, es uno de los refuerzos de la “Academia”. Procedente de Jorge Newbery, fue fichado para jugar la Liga del Valle y eventualmente el Federal B.
Pero aquí no solamente es futbolista. Debe compatibilizar sus sueños deportivos con la manutención de su hija recién nacida. Con la podadora en la mano, Dichiara se encarga de desmalezar el predio del Cayetano Castro. Vestido con ropa laboral, recibió a Jornada en un descanso, tras su día de trabajo.
La adversidad que terminó motivando su desembarco en Trelew es el fallecimiento de su padre Enrique, piloto de rally. “Mi papá falleció a mediados del año pasado por un cáncer de colon. Yo había dejado de jugar y no tenía planes de volver a hacerlo oficialmente. Pero me llamó Mario, que me conoce al ser de Viedma. Me dijo que me iba a venir bien cambiar de aires”, relató “Podadora”.
“Cuando llegué, pedí un dinero extra. Pedí un trabajo. Había mucho tiempo libre y tengo una hija recién nacida que mantener allá en Patagones”, comentó Dichiara, quien se presenta como atacante de área y extremo. “Me dieron la posibilidad de emprolijar (sic) el césped en el predio del club. Y no dudé. Esto lo hice por dos años en Río Negro. Y ahora, lo hago acá”, expresó.
Sé que es atípico que un refuerzo de afuera tenga que rebuscárselas como yo para subsistir. Pero esto es lo que hay”, remarcó el artillero, quien detalló su rutina. “Mis horarios son de 8 a 12 de la mañana, de lunes a viernes. Luego, por la tarde asisto a las prácticas. Y por las noches, voy al gimnasio”, señaló el atacante.
A ese esquema, Dichiara pretende sumar el secundario. “Por temas de laburo (sic), dejé en el Segundo Año del Polimodal (NdR: Cuarto año). Me gustaría poder avanzar en el estudio mientras esté acá”, indicó con entusiasmo.
El debut y los sueños
El estreno para Dichiara fue inmejorable. Tras arribar el pase, debutó ante Alianza Fontana Oeste, a quien le marcó dos goles en la victoria por 6-0 de Racing Club. “Empecé de muy buena manera, con dos goles. Estoy muy contento por haber tenido esa presentación. Hay que mantener el nivel porque quiero quedarme a jugar el Federal B”, relató.
“El próximo partido será con carga de trabajo encima. Pero no me quejo. Y tampoco creo que sea una desventaja física tener que combinar un trabajo con los entrenamientos. Estoy acostumbrado a ese ritmo”, puntualizó. “Además, como dije, necesito el dinero extra. Mi hija Luz Morena y mi novia Milagros, precisan eso de mí. Y yo, no vine a fallarle a nadie”, concluyó.#