Mujer denuncia que fue víctima de “violencia de género”

Una mujer lucha por la tenencia de sus hijos. Es de Viedma pero vivió en Trevelin con el padre de sus dos niños, de 4 y 5 años respectivamente, de quien se separó hace dos años por “violencia de género” que ejercía sobre ella.

Emilse Herr y un desgarrador relato de lo que está sufriendo.
29 MAR 2017 - 21:40 | Actualizado

Emilse Heer contó la historia a Jornada. Hace más de cuatro años atrás decidió dejar su ciudad natal luego de estar en pareja un buen tiempo, para compartir con el padre de los niños en Trevelin, donde él es profesor de educación física, proveniente de Rawson. Pero dos años atrás se separó, y ocho meses después volvió a Río Negro, por “la violencia del hombre” y porque no tiene familiares en esta zona cordillerana. “No podía vivir más así, porque tenía que estar encerrada, ya que me pateaba la puerta todo el tiempo”, afirmó.
En su viaje de regreso a Viedma se llevó los hijos, pero lo hizo sin avisar a la Justicia, y esa circunstancia le jugó en contra pues ante el reclamo de su exmarido debió restituirlos al hogar en Trevelin. Entonces, a su hija de 10 años la dejó con su papá en su ciudad de origen, y volvió a la zona cordillerana para no estar lejos de sus pequeños, aunque no dispone de una vivienda y está alojada en casa de amigos. La relación con el hombre es sólo formal. Pero Emilse contó que, delante de los nenes, él le pide abrazos.
El error cometido

El traslado a Chubut fue en julio del año pasado, con el objetivo de quedarse hasta diciembre, pero adelantó el regreso a Viedma porque le adjudicaron una vivienda. No obstante en diciembre viajó a Trevelin, considerando que el error de no haber avisado que se llevaba a los niños ya estaba saldado, y que la Justicia le otorgaría la tenencia. A la fecha aún lucha por ese derecho. Cuando fueron a citarlo, el padre de los chicos se negó a recibir la notificación y viajó a la costa provincial con los pequeños.
Ella se presentó a la audiencia. Pero la jueza de Familia, Dra. Mariela González, no la llevó a cabo al faltar una de las partes. Se trasladó a Playa Unión el 27 de diciembre para entregarles regalos a sus hijos y según contó “fui recibida con violencia, lo que me  obligó regresar a Viedma”.
“Estuve de noviembre hasta marzo de este año sin los nenes. El día 7 se realizó la audiencia en la que los chicos fueron escuchados en cámara Gesell, lo que venía”, pidiendo desde su separación. Aseguró Emilse Herr que “ellos tienen el deseo de vivir conmigo y con su hermana”.
Golpes y escapada

Narró que la violencia que recibía de su exmarido era física y psicológica. “Una madrugada me pegó y tuve que salir corriendo de la casa envuelta con un toallón, semidesnuda. Otras veces no me pegó porque no me alcanzó”.
La mujer manifestó que su exmarido se ríe de la Justicia y le advierte que “hace lo que quiere”, y “aun así la jueza no hizo lugar a la voluntad de los nenes que quieren estar conmigo y su hermana. Además, en Trevelin no tienen vínculos familiares, ni primos ni tíos, a nadie”.
Emilse lamentó el tiempo que le hacen perder en la Justicia, incluso su trabajo en Viedma, porque regresó entendiendo que era un mero trámite y ya hace un mes que está en Trevelin. “No puedo hacer mi vida tranquila; soy como una rehén de la Justicia”, enfatizó, adelantando que su abogada recurrió ante la Cámara de Apelaciones la negativa, para terminar con el problema y tramitar el divorcio.
Reclama la restitución de los chicos, y además que la Justicia considere la violencia ejercida por el hombre en su contra. Precisó que los niños viven con su padre en la Ruta 71, en las afueras de Tevelin, y cuando él se va a trabajar quedan solos jugando con la play station.    
Aseguró Emilse Herr que en Trevelin no tiene nada, subsiste con changas que realiza. “Camino todo el día buscando trabajo, y a mis hijos los llevo a la escuela y los retiro. Terminé siendo una niñera en lugar de su mamá. Por eso quiero irme a Viedma en paz, y que el padre los vea en las vacaciones”.
La mujer expresó que “no sé por qué la jueza de Familia, Mariela González, no me los da. No hay argumento para que me los niegue, porque tengo vivienda, trabajo y familia en Río Negro. No es justo que me castiguen así; me interesan mis hijos por eso viajé varias veces”. #

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Emilse Herr y un desgarrador relato de lo que está sufriendo.
29 MAR 2017 - 21:40

Emilse Heer contó la historia a Jornada. Hace más de cuatro años atrás decidió dejar su ciudad natal luego de estar en pareja un buen tiempo, para compartir con el padre de los niños en Trevelin, donde él es profesor de educación física, proveniente de Rawson. Pero dos años atrás se separó, y ocho meses después volvió a Río Negro, por “la violencia del hombre” y porque no tiene familiares en esta zona cordillerana. “No podía vivir más así, porque tenía que estar encerrada, ya que me pateaba la puerta todo el tiempo”, afirmó.
En su viaje de regreso a Viedma se llevó los hijos, pero lo hizo sin avisar a la Justicia, y esa circunstancia le jugó en contra pues ante el reclamo de su exmarido debió restituirlos al hogar en Trevelin. Entonces, a su hija de 10 años la dejó con su papá en su ciudad de origen, y volvió a la zona cordillerana para no estar lejos de sus pequeños, aunque no dispone de una vivienda y está alojada en casa de amigos. La relación con el hombre es sólo formal. Pero Emilse contó que, delante de los nenes, él le pide abrazos.
El error cometido

El traslado a Chubut fue en julio del año pasado, con el objetivo de quedarse hasta diciembre, pero adelantó el regreso a Viedma porque le adjudicaron una vivienda. No obstante en diciembre viajó a Trevelin, considerando que el error de no haber avisado que se llevaba a los niños ya estaba saldado, y que la Justicia le otorgaría la tenencia. A la fecha aún lucha por ese derecho. Cuando fueron a citarlo, el padre de los chicos se negó a recibir la notificación y viajó a la costa provincial con los pequeños.
Ella se presentó a la audiencia. Pero la jueza de Familia, Dra. Mariela González, no la llevó a cabo al faltar una de las partes. Se trasladó a Playa Unión el 27 de diciembre para entregarles regalos a sus hijos y según contó “fui recibida con violencia, lo que me  obligó regresar a Viedma”.
“Estuve de noviembre hasta marzo de este año sin los nenes. El día 7 se realizó la audiencia en la que los chicos fueron escuchados en cámara Gesell, lo que venía”, pidiendo desde su separación. Aseguró Emilse Herr que “ellos tienen el deseo de vivir conmigo y con su hermana”.
Golpes y escapada

Narró que la violencia que recibía de su exmarido era física y psicológica. “Una madrugada me pegó y tuve que salir corriendo de la casa envuelta con un toallón, semidesnuda. Otras veces no me pegó porque no me alcanzó”.
La mujer manifestó que su exmarido se ríe de la Justicia y le advierte que “hace lo que quiere”, y “aun así la jueza no hizo lugar a la voluntad de los nenes que quieren estar conmigo y su hermana. Además, en Trevelin no tienen vínculos familiares, ni primos ni tíos, a nadie”.
Emilse lamentó el tiempo que le hacen perder en la Justicia, incluso su trabajo en Viedma, porque regresó entendiendo que era un mero trámite y ya hace un mes que está en Trevelin. “No puedo hacer mi vida tranquila; soy como una rehén de la Justicia”, enfatizó, adelantando que su abogada recurrió ante la Cámara de Apelaciones la negativa, para terminar con el problema y tramitar el divorcio.
Reclama la restitución de los chicos, y además que la Justicia considere la violencia ejercida por el hombre en su contra. Precisó que los niños viven con su padre en la Ruta 71, en las afueras de Tevelin, y cuando él se va a trabajar quedan solos jugando con la play station.    
Aseguró Emilse Herr que en Trevelin no tiene nada, subsiste con changas que realiza. “Camino todo el día buscando trabajo, y a mis hijos los llevo a la escuela y los retiro. Terminé siendo una niñera en lugar de su mamá. Por eso quiero irme a Viedma en paz, y que el padre los vea en las vacaciones”.
La mujer expresó que “no sé por qué la jueza de Familia, Mariela González, no me los da. No hay argumento para que me los niegue, porque tengo vivienda, trabajo y familia en Río Negro. No es justo que me castiguen así; me interesan mis hijos por eso viajé varias veces”. #


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