Das Neves le pedirá a Nación que financie obras para Comodoro

Cayeron casi 300 milímetros en la ciudad petrolera y hay más de 1.300 evacuados. Das Neves destacó la solidaridad de la gente.

31 MAR 2017 - 21:46 | Actualizado

Cesó la lluvia y quedaron al desnudo las pérdidas materiales que dejó el temporal en Comodoro Rivadavia; escuelas y gimnasios abarrotados de personas que buscaron refugio ante la situación crítica que padecieron en sus hogares y la sensación de una ciudad que deberá comenzar de nuevo.
Recién la mejoría del clima en las primeras horas del día trajo algo de tranquilidad en una noche que fue convulsionada y en la que pocos comodorenses lograron conciliar el sueño.
Pocas cosas quedaron en pie. Los ríos de lodo arrasaron con todo lo que se les cruzó en su violenta búsqueda de salida y la mayoría de las viviendas, sin distinción de barrio o rango económico debieron padecer el ingreso de agua, filtraciones o desbordes cloacales.
La tormenta castigó por igual a todos. A excepción de quienes habitan en departamentos en altura, nadie quedó al margen de la emergencia ya que las mismas postales se sucedieron: anegamientos, vehículos inundados por completo, destruidos por el empuje de corrientes de barro y caminos literalmente “partidos al medio” fueron el saldo de 48 horas para no olvidar.
Este fue el lapso estimado en el que se superó el promedio histórico de lluvias en Comodoro, más de la media anual en cuestión de horas, por encima de cualquier recaudo.
Muchos rescatistas y voluntarios debieron apelar a medios de transporte improvisados. Inclusive un gomón del cuerpo de Guardavidas de la Municipalidad prestó asistencia en el sector de las “1008 Viviendas” por ser el único medio apto para llegar hasta los departamentos. La mayoría de los residentes de las plantas bajas del complejo debieron ser evacuados.
Para acercarse al lugar también se apeló a kayacs, casi como única alternativa para llegar con alimentos y enseres a los vecinos imposibilitados de salir, rodeados por el agua, sin ninguna opción de salida al exterior.
A pesar de su composición geográfica, Rada Tilly también sufrió el temporal: hubo evacuaciones y desbordes varios, que afectaron la telefonía celular e internet además de la incomunicación ya que el camino costero “Juan Domingo Perón” literalmente fue arrasado por la corriente en la parte posterior del autódromo “General San Martín”.
Una situación similar padecieron los vecinos de los barrios Saavedra, Médanos y Divina Providencia donde una profunda grieta abrió el asfalto de la Avda. Fray Luis Beltrán, camino que deriva en el intransitable “Roque González”.
El agua también socavó accesos al barrio Sismográfica; en barrio Laprida –uno de los más castigados- e inclusive en la céntrica calle Huergo, a escasos metros del Instituto María Auxiliadora, donde la mayoría de las viviendas sufrieron la furia del barro proveniente de la obra de aterrazamiento del cerro Chenque.
Caleta Córdova quedó aislada tras la rotura de un puente sobre la Ruta Uno que lo comunica con Kilómetro 8. Y desde ese sector portuario se requería ayer de maquinaria, restablecer esta única vía de acceso como también los servicios (agua y luz) que permanecían cortados.
Rebalsó

Durante la noche se sucedieron los llamados de auxilio y el operativo volvió a colapsar por falta de vehículos, maquinaria y elementos. Se recibieron pedidos desesperados de familias que aguardaban en los techos de sus casas inundadas. Otros ante la imposibilidad de evitar el ingreso de agua a sus domicilios, optaron por autoevacuarse para prevenir males mayores.
Ayer en el día después, la ciudad intentó tener su primera reacción. Se evaluaron los daños in situ; se limpiaron calles y accesos en tiempo récord y se acompañó especialmente a quienes sufrieron pérdidas totales; con la incertidumbre de cómo seguir. Del mismo modo se impulsaron distintas campañas para recolectar abrigo, ropa, alimentos y pañales.
Muchos comodorenses pasaron la noche fuera de sus hogares, en colchones improvisados en escuelas y gimnasios municipales con el temor por el clima denso y amenazante, con amenaza de más agua y el temor por la pérdida de los bienes. Y a partir de lo malo, surgió también el acompañamiento de quienes entendiendo la situación, pusieron manos a la obra, dispuestos a ayudar y hasta alojar a familias necesitadas.
Así transcurrió la peor de todas las noches. Con la furia de la naturaleza golpeando a todos por igual, con una lluvia que lavó lo malo y dejó al descubierto –se resalta- las mejores intenciones. Sin política, sin voces tremendistas; sin prensa. Pura solidaridad.
Estado de los caminos

El municipio actualizó el estado de arterias y rutas liberadas para circular en con precaución y solo en casos de emergencia.
Hasta el momento sólo están inhabilitados el Camino Roque González, Avenida Fray Luis Beltrán, Camino Juan Domingo Perón y ruta hacia Caleta Córdova desde Km. 8. Está habilitada la ruta 3 hacia Rada Tilly, norte-sur y sur-norte, en un solo carril por mano.
El secretario de Gobierno y Función Pública, Máximo Naumann, manifestó que se trabaja fuerte en la reconstrucción de las arterias principales, rutas y calles en diferentes barrios. “Vamos a comenzar a trabajar en el reacondicionamiento de calzada, por lo que necesitamos garantizar la circulación de maquinaria pesada y camiones. Recomendamos que la comunidad no salga, ya que hay calles aledañas a avenidas y rutas que aún tienen mucho lodo y agua, que se convierte en terreno inestable y engañoso”, indicó.
En principio se iniciarán las tareas de reacondicionamiento más fuertes, atento a que en estos momentos se les dio prioridad a las más transitadas para mejorar la circulación vehicular.#

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31 MAR 2017 - 21:46

Cesó la lluvia y quedaron al desnudo las pérdidas materiales que dejó el temporal en Comodoro Rivadavia; escuelas y gimnasios abarrotados de personas que buscaron refugio ante la situación crítica que padecieron en sus hogares y la sensación de una ciudad que deberá comenzar de nuevo.
Recién la mejoría del clima en las primeras horas del día trajo algo de tranquilidad en una noche que fue convulsionada y en la que pocos comodorenses lograron conciliar el sueño.
Pocas cosas quedaron en pie. Los ríos de lodo arrasaron con todo lo que se les cruzó en su violenta búsqueda de salida y la mayoría de las viviendas, sin distinción de barrio o rango económico debieron padecer el ingreso de agua, filtraciones o desbordes cloacales.
La tormenta castigó por igual a todos. A excepción de quienes habitan en departamentos en altura, nadie quedó al margen de la emergencia ya que las mismas postales se sucedieron: anegamientos, vehículos inundados por completo, destruidos por el empuje de corrientes de barro y caminos literalmente “partidos al medio” fueron el saldo de 48 horas para no olvidar.
Este fue el lapso estimado en el que se superó el promedio histórico de lluvias en Comodoro, más de la media anual en cuestión de horas, por encima de cualquier recaudo.
Muchos rescatistas y voluntarios debieron apelar a medios de transporte improvisados. Inclusive un gomón del cuerpo de Guardavidas de la Municipalidad prestó asistencia en el sector de las “1008 Viviendas” por ser el único medio apto para llegar hasta los departamentos. La mayoría de los residentes de las plantas bajas del complejo debieron ser evacuados.
Para acercarse al lugar también se apeló a kayacs, casi como única alternativa para llegar con alimentos y enseres a los vecinos imposibilitados de salir, rodeados por el agua, sin ninguna opción de salida al exterior.
A pesar de su composición geográfica, Rada Tilly también sufrió el temporal: hubo evacuaciones y desbordes varios, que afectaron la telefonía celular e internet además de la incomunicación ya que el camino costero “Juan Domingo Perón” literalmente fue arrasado por la corriente en la parte posterior del autódromo “General San Martín”.
Una situación similar padecieron los vecinos de los barrios Saavedra, Médanos y Divina Providencia donde una profunda grieta abrió el asfalto de la Avda. Fray Luis Beltrán, camino que deriva en el intransitable “Roque González”.
El agua también socavó accesos al barrio Sismográfica; en barrio Laprida –uno de los más castigados- e inclusive en la céntrica calle Huergo, a escasos metros del Instituto María Auxiliadora, donde la mayoría de las viviendas sufrieron la furia del barro proveniente de la obra de aterrazamiento del cerro Chenque.
Caleta Córdova quedó aislada tras la rotura de un puente sobre la Ruta Uno que lo comunica con Kilómetro 8. Y desde ese sector portuario se requería ayer de maquinaria, restablecer esta única vía de acceso como también los servicios (agua y luz) que permanecían cortados.
Rebalsó

Durante la noche se sucedieron los llamados de auxilio y el operativo volvió a colapsar por falta de vehículos, maquinaria y elementos. Se recibieron pedidos desesperados de familias que aguardaban en los techos de sus casas inundadas. Otros ante la imposibilidad de evitar el ingreso de agua a sus domicilios, optaron por autoevacuarse para prevenir males mayores.
Ayer en el día después, la ciudad intentó tener su primera reacción. Se evaluaron los daños in situ; se limpiaron calles y accesos en tiempo récord y se acompañó especialmente a quienes sufrieron pérdidas totales; con la incertidumbre de cómo seguir. Del mismo modo se impulsaron distintas campañas para recolectar abrigo, ropa, alimentos y pañales.
Muchos comodorenses pasaron la noche fuera de sus hogares, en colchones improvisados en escuelas y gimnasios municipales con el temor por el clima denso y amenazante, con amenaza de más agua y el temor por la pérdida de los bienes. Y a partir de lo malo, surgió también el acompañamiento de quienes entendiendo la situación, pusieron manos a la obra, dispuestos a ayudar y hasta alojar a familias necesitadas.
Así transcurrió la peor de todas las noches. Con la furia de la naturaleza golpeando a todos por igual, con una lluvia que lavó lo malo y dejó al descubierto –se resalta- las mejores intenciones. Sin política, sin voces tremendistas; sin prensa. Pura solidaridad.
Estado de los caminos

El municipio actualizó el estado de arterias y rutas liberadas para circular en con precaución y solo en casos de emergencia.
Hasta el momento sólo están inhabilitados el Camino Roque González, Avenida Fray Luis Beltrán, Camino Juan Domingo Perón y ruta hacia Caleta Córdova desde Km. 8. Está habilitada la ruta 3 hacia Rada Tilly, norte-sur y sur-norte, en un solo carril por mano.
El secretario de Gobierno y Función Pública, Máximo Naumann, manifestó que se trabaja fuerte en la reconstrucción de las arterias principales, rutas y calles en diferentes barrios. “Vamos a comenzar a trabajar en el reacondicionamiento de calzada, por lo que necesitamos garantizar la circulación de maquinaria pesada y camiones. Recomendamos que la comunidad no salga, ya que hay calles aledañas a avenidas y rutas que aún tienen mucho lodo y agua, que se convierte en terreno inestable y engañoso”, indicó.
En principio se iniciarán las tareas de reacondicionamiento más fuertes, atento a que en estos momentos se les dio prioridad a las más transitadas para mejorar la circulación vehicular.#


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