Robaron en sede de la junta vecinal del barrio San Miguel
Los delincuentes barretearon la puerta de ingreso de la sede de la asociación barrial madrynense. Indignación de los dirigentes vecinales. El sistema de alarma no funcionó.
La sede de la junta vecinal del barrio San Miguel fue el blanco elegido por delincuentes para robar. El hecho sucedió en horas de la madrugada de ayer cuando tras violentar la puerta de acceso irrumpieron en el interior del salón donde sustrajeron pelotas de hockey, pelotas comunes, guantes de box, bolsas y del taller de cocina, los cuchillos.
La bronca y la indignación de las autoridades vecinales es enorme porque estos materiales sirven para dar contención a más de 60 chicos del barrio que a diario concurren a la sede a realizar un taller o practicar una disciplina que es dictada por profesores que trabajan ad honoren.
Sin alarma
Daniel Martínez, presidente de la junta vecinal, planteó su malestar por lo sucedido aunque espera explicaciones porque hay situaciones que no cierran, tal como el hecho puntual que la alarma no se haya disparado ante la presencia de los delincuentes pese a que estaba prendida. Por el contrario, cuando ellos arribaron a primera hora del miércoles el sistema de protección se disparó, en una clara muestra que la misma funcionaba pese a que no alertó del hecho delictivo.
“Nos entraron a robar después de las 0:30 porque vine a cerrar y colocar la alarma en la sede”, dijo un indignado presidente de la vecinal, quien espera poder recuperar algunos de los elementos sustraidos en las próximas horas.
Asimismo, comentó que vecinos del sector “nos comentaron que escucharon ladrar mucho a los perros y que vieron gente dando vueltas aunque nunca pensaron que iban a entrar a la sede”.
Junto a ello, planteó que “tenemos una alarma que no sonó pero cuando nosotros entramos a la mañana se activó. Eso nos parece muy raro. Estamos muy molestos con lo sucedido” agregando que “todos los días vengo a poner los candados de toda la junta y dejar activada la alarma. Estamos molestos porque la alarma no se disparó, queremos respuesta y la empresa deberá hacerse cargo de algo porque nos cobran por un servicio que no se brinda”.#
La sede de la junta vecinal del barrio San Miguel fue el blanco elegido por delincuentes para robar. El hecho sucedió en horas de la madrugada de ayer cuando tras violentar la puerta de acceso irrumpieron en el interior del salón donde sustrajeron pelotas de hockey, pelotas comunes, guantes de box, bolsas y del taller de cocina, los cuchillos.
La bronca y la indignación de las autoridades vecinales es enorme porque estos materiales sirven para dar contención a más de 60 chicos del barrio que a diario concurren a la sede a realizar un taller o practicar una disciplina que es dictada por profesores que trabajan ad honoren.
Sin alarma
Daniel Martínez, presidente de la junta vecinal, planteó su malestar por lo sucedido aunque espera explicaciones porque hay situaciones que no cierran, tal como el hecho puntual que la alarma no se haya disparado ante la presencia de los delincuentes pese a que estaba prendida. Por el contrario, cuando ellos arribaron a primera hora del miércoles el sistema de protección se disparó, en una clara muestra que la misma funcionaba pese a que no alertó del hecho delictivo.
“Nos entraron a robar después de las 0:30 porque vine a cerrar y colocar la alarma en la sede”, dijo un indignado presidente de la vecinal, quien espera poder recuperar algunos de los elementos sustraidos en las próximas horas.
Asimismo, comentó que vecinos del sector “nos comentaron que escucharon ladrar mucho a los perros y que vieron gente dando vueltas aunque nunca pensaron que iban a entrar a la sede”.
Junto a ello, planteó que “tenemos una alarma que no sonó pero cuando nosotros entramos a la mañana se activó. Eso nos parece muy raro. Estamos muy molestos con lo sucedido” agregando que “todos los días vengo a poner los candados de toda la junta y dejar activada la alarma. Estamos molestos porque la alarma no se disparó, queremos respuesta y la empresa deberá hacerse cargo de algo porque nos cobran por un servicio que no se brinda”.#