Enríquez Ominami será otra vez candidato en Chile

El cineasta chileno y líder del Movimiento Progresista (PRO), Marco Enríquez-Ominami, anunció que buscará por tercera vez la Presidencia del país y propuso para la izquierda chilena un acuerdo preelectoral y otro parlamentario, para después de los comicios.

14 ABR 2017 - 14:56 | Actualizado

“Yo llamo ahora a la izquierda chilena a que lea un poco más de prensa internacional, porque se aprende algo, para que se den cuenta que solos llegamos más rápido y juntos llegamos más lejos. A ocho meses de la elección, llamo a realizar tres pactos: uno, que la izquierda chilena tenga responsabilidad política para que después de la primera vuelta; sea quien gane, tenga el apoyo de los demás”, detalló el candidato.

El segundo pacto “tiene que ser parlamentario, para que el próximo presidente no sea sólo jefe de Estado y sea jefe de Gobierno, y tenga la capacidad de articulación”, evaluó.

Propuso, además, “un tercero, un mínimo programático, que incluya el fin de las administradoras de fondos de pensiones (AFP), que no es poco, enderezar la reforma tributaria y cero impuestos a las pymes cuando reinviertan sus utilidades en la misma empresa”.

Enríquez-Ominami afirmó también que le “gusta más” este mandato de la presidenta Michelle Bachelet que el anterior, por su ánimo reformista.

“Las reformas no son impopulares; lo impopular ha sido la implementación. El pueblo chileno sigue pidiendo educación gratuita y aquí el problema de la presidenta fueron sus ministros porque hicieron de la gratuidad de la educación, por ejemplo, a través de becas y no como un derecho, que no es lo mismo. En ese sentido, hay que enderezar las reformas”, evaluó, en declaraciones a Télam.

Sobre los cuestionamientos que recibió por el supuesto financiamiento irregular a su campaña política por parte de la minera Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) y principalmente por quien fuera el presidente del directorio, Julio Ponce Lerou, ex yerno del dictador Augusto Pinochet, Enriquez-Ominani argumentó que los medios “han hecho una caricatura”.

“Soquimich tiene 10 dueños, por lo tanto nunca en mi vida he visto al señor Ponce Lerou. Yo sugiero que nos alejemos de la etiquetas, de las caricaturas porque el asesino de mi padre (Miguel Enríquez, fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionario) fue Miguel Krassnoff, quien está preso. Entonces ocurre una dualidad porque los medios elevan a mi padre como un gran héroe nacional, cuando hasta hace poco era un terrorista para todos los chilenos, y lo hacen para bajarme a mí”, detalló el líder del PRO.

El candidato enumeró algunas “contradicciones” del sector, entre las que citó que Bachelet y el ex mandatario Ricardo Lagos “hayan nombrado a uno de los grandes cómplices de la dictadura, el ex general Juan Emilio Cheyre, como director del Servicio Electoral” y que gobiernos de izquierdas “hayan invocado la ley antiterrorista contra los mapuches”.

“Bueno, yo también estoy lleno de contradicciones. Lograron instalar una contradicción cuando usé las reglas del pinochetismo para financiar mi campaña. Sé que las acusaciones son falsas y no me quedaré de brazos cruzados hasta que la justicia llegue”, finalizó.

Por otro lado, adelantó que llamaría a un plebiscito el primer día de su eventual gobienro para reformular la Carta Magna: “los chilenos bajo mi Gobierno decidirán si les gusta la Constitución de Pinochet o quieren una nueva”.

14 ABR 2017 - 14:56

“Yo llamo ahora a la izquierda chilena a que lea un poco más de prensa internacional, porque se aprende algo, para que se den cuenta que solos llegamos más rápido y juntos llegamos más lejos. A ocho meses de la elección, llamo a realizar tres pactos: uno, que la izquierda chilena tenga responsabilidad política para que después de la primera vuelta; sea quien gane, tenga el apoyo de los demás”, detalló el candidato.

El segundo pacto “tiene que ser parlamentario, para que el próximo presidente no sea sólo jefe de Estado y sea jefe de Gobierno, y tenga la capacidad de articulación”, evaluó.

Propuso, además, “un tercero, un mínimo programático, que incluya el fin de las administradoras de fondos de pensiones (AFP), que no es poco, enderezar la reforma tributaria y cero impuestos a las pymes cuando reinviertan sus utilidades en la misma empresa”.

Enríquez-Ominami afirmó también que le “gusta más” este mandato de la presidenta Michelle Bachelet que el anterior, por su ánimo reformista.

“Las reformas no son impopulares; lo impopular ha sido la implementación. El pueblo chileno sigue pidiendo educación gratuita y aquí el problema de la presidenta fueron sus ministros porque hicieron de la gratuidad de la educación, por ejemplo, a través de becas y no como un derecho, que no es lo mismo. En ese sentido, hay que enderezar las reformas”, evaluó, en declaraciones a Télam.

Sobre los cuestionamientos que recibió por el supuesto financiamiento irregular a su campaña política por parte de la minera Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) y principalmente por quien fuera el presidente del directorio, Julio Ponce Lerou, ex yerno del dictador Augusto Pinochet, Enriquez-Ominani argumentó que los medios “han hecho una caricatura”.

“Soquimich tiene 10 dueños, por lo tanto nunca en mi vida he visto al señor Ponce Lerou. Yo sugiero que nos alejemos de la etiquetas, de las caricaturas porque el asesino de mi padre (Miguel Enríquez, fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionario) fue Miguel Krassnoff, quien está preso. Entonces ocurre una dualidad porque los medios elevan a mi padre como un gran héroe nacional, cuando hasta hace poco era un terrorista para todos los chilenos, y lo hacen para bajarme a mí”, detalló el líder del PRO.

El candidato enumeró algunas “contradicciones” del sector, entre las que citó que Bachelet y el ex mandatario Ricardo Lagos “hayan nombrado a uno de los grandes cómplices de la dictadura, el ex general Juan Emilio Cheyre, como director del Servicio Electoral” y que gobiernos de izquierdas “hayan invocado la ley antiterrorista contra los mapuches”.

“Bueno, yo también estoy lleno de contradicciones. Lograron instalar una contradicción cuando usé las reglas del pinochetismo para financiar mi campaña. Sé que las acusaciones son falsas y no me quedaré de brazos cruzados hasta que la justicia llegue”, finalizó.

Por otro lado, adelantó que llamaría a un plebiscito el primer día de su eventual gobienro para reformular la Carta Magna: “los chilenos bajo mi Gobierno decidirán si les gusta la Constitución de Pinochet o quieren una nueva”.


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