Madryn: hundirán un barco chino para hacer un parque submarino con fines turísticos

Se trata del pesquero secuestrado hace dos años por las autoridades locales mientras pescaba en forma ilegal en aguas argentinas.

En abril de 2015, el buque chino fue capturado por la Prefectura Naval por haber pescado más de 600 toneladas de calamar en la Zona Económica Exclusiva Argentina.
15 ABR 2017 - 22:09 | Actualizado

Un pesquero de origen chino que fue secuestrado hace dos años por las autoridades locales mientras pescaba en forma ilegal en aguas argentinas, será hundido en el Golfo Nuevo, frente a las costas de la ciudad de Puerto Madryn, para transformarlo en un parque submarino con fines turísticos, informó la administración portuaria de esa ciudad chubutense. Las autoridades buscaban desde hace tiempo un destino para el buque Hu Shun Yu 809, de 68,40 metros de eslora, que se encuentra amarrado en el muelle Almirante Storni .
La embarcación fue secuestrada el 7 de abril de 2015 en alta mar por el guardacostas “Pedro Derbes” de la Prefectura Naval Argentina, cuando realizaba tareas de captura de calamar dentro de la zona económica exclusiva de la Argentina.
Tras maniobras de persecución que incluyeron descargas de artillería de advertencia se logró interceptar a la nave que desde entonces se encuentra interdicta en el muelle de esa ciudad, ubicada al sur de Península de Valdés.
“Los trámites ante los distintos organismos que tienen injerencia en cuestiones marítimas y de navegación avanzaron en las últimas semanas a un muy buen ritmo y se confirmó que en los primeros días de mayo ya estaría habilitada la posibilidad de proceder a su hundimiento”, explicó a Télam el interventor de la Administración Portuaria, Osvaldo Sala.
La autoridad portuaria viene reclamando que la embarcación sea retirada de la cabecera del muelle y ahora encontró el instrumento que la habilita, tras conocerse el edicto de la prefectura naval argentina que “intima a la firma Zhousha Gangtai Ocean Fisheries Co. Ltda a propietarios, armadores, representantes legales y/o toda otra persona física o jurídica con interés legítimo, para que proceda a la extracción, remoción, traslado a lugar autorizado o desguace del buque pesquero”.
Por el mismo edicto, la Prefectura intima a que “la orden se cumpla dentro de un plazo de 61 días corridos, contados a partir de la notificación de la presente y complementaria del plazo, vencido el cual se procederá acorde los términos del artículo 17 bis de la ley de navegación”.
De acuerdo al decreto firmado por el prefecto general Eduardo René Scarzello, el plazo finalizará el 9 de mayo, con lo que a partir de esa fecha se podrá poner en marcha el protocolo de preparación del barco para ser hundido.  El “Hu Shun Yu 809” es un barco de los llamados “poteros” dedicados a la pesca selectiva del calamar que deben su denominación a la utilización de “poteras”, es decir focos o lámparas que iluminan durante el transcurso de la noche el espejo de agua con una potencia aproximadamente 2.500 watts cada una con la que atraen el cardumen.
La historia de esta embarcación tuvo ribetes políticos, sociales, económicos, ambientales y hasta diplomáticos.
Cuando fue interceptado, el barco oriundo de la provincia china de Zhejiang, contaba con una dotación de 31 tripulantes, de los cuales 15 viajaron de inmediato a su país de origen y otros 16 permanecieron como “guardia” a bordo, e incluso uno de ellos falleció de una hepatitis fulminante en el hospital local.
Los 15 que quedaron en Puerto Madryn se transformaron por meses en vecinos de la ciudad, en la que se los solía ver caminando para pasar las horas y matar el aburrimiento hasta que fueron de a poco retornando a su país.
No solo fue un verdadero desafío el contener socialmente a la tripulación, sino que también el cargamento de 600 toneladas de calamar que se pudrió en la bodega fueron un grave problema sanitario que se debió afrontar hasta eliminar la carga en tiempos que el país buscaba vínculos económicos con el país asiático para lograr inversiones, lo que morigeró el tono del reclamo diplomático.
Los especialistas consultados por Télam sobre esta extraña situación de barcos y tripulaciones abandonadas a su suerte, reconocen que para los armadores estos son barcos “descartables” porque la multa que tienen que pagar por la infracción de pescar en aguas prohibidas es mucho mayor que el valor de la nave, de allí que llegaron a existir ocho barcos en distintos puertos argentinos sin que nadie se preocupe por recuperarlos.
Voceros de la agencia marítima Port Service, con sede en Puerto Madryn, explicaron a Télam que “las multas son muy duras y los barcos son muy baratos, entonces, si se aplica una sanción de dos millones de dólares y el barco vale 300.000 los armadores dicen: quedate con todo”.
Sobre hundimientos de barcos para que se transformen en parques submarinos con fines turísticos ya hay antecedentes en Puerto Madryn.
En marzo del 2004 un equipo operativo del Servicio de Salvamento de la Armada mandó a pique el buque pesquero “Antonio Miralles” a 27 metros de profundidad y desde entonces se transformó en un paraíso de los buzos.
Más detalles de la historia

En abril de 2015, el buque chino fue capturado por la Prefectura Naval por haber pescado más de 600 toneladas de calamar en la Zona Económica Exclusiva Argentina del mar a la altura de Chubut.
El operativo se realizó cerca de la localidad de Bahía Camarones, tras lo cual el barco chino fue remolcado hacia Puerto Madryn.
En noviembre de 2015, el buque potero Hu Shun Yu 809, se quedó sin tripulación. A una semana de su traslado al sitio 5 del muelle Almirante Storni, surgió la novedad de la decisión de la Dirección de Migraciones de autorizar que la tripulación sea liberada para poder retornar al país oriental.  
Sin presencia de personal a bordo del barco, las autoridades de la Administración Portuaria de Puerto Madryn solicitaron a la Subsecretaría de Pesca que disponga de gente para asegurar las guardias mínimas para evitar cualquier contingencia con la embarcación.
Los datos que surgieron refieren a que la tripulación recibió la visita de un armador chino que les aportó el dinero, los pasaportes y los pasajes para retornar a su tierra natal dejando el buque a la espera de una resolución judicial. La misma pasaría por el remate de la embarcación porque no hubo señales concretas sobre el pago de las deudas contraídas desde su detención en aguas juridisccionales.
Fuentes consultadas por Jornada refirieron que la Dirección de Migraciones autorizó para que la tripulación dejase el país ante una presunta solicitud que habría efectuado la Defensora del Pueblo ante las condiciones en que la gente se encontraba. Ante estas determinaciones el personal de la Prefectura Naval Argentina no pudo evitar que los marineros abandonasen el barco y el puerto. Con el retiro masivo de la tripulación el potero quedó vacío y amarrado en el sitio 5 del muelle pesquero. Ante la situación planteada y sus consecuencias, las autoridades portuarias solicitaron a sus pares de Pesca de Nación que incorporen personal a bordo para asegurar la presencia del barco y evitar cuestiones graves.
Por pescar irregularmente en aguas nacionales, el organismo pesquero impuso una multa de 10 millones de pesos. A ese monto debe agregarse la generada por los servicios brindados por la Administración Portuaria por la permanencia del barco tanto en el muelle Piedra Buena como ahora en el Storni.
Como en la Riviera Maya

Una de las actividades más interesantes para realizar en la Riviera Maya es el buceo. Las aguas limpias y diáfanas de las costas de la Riviera Maya permiten ver y disfrutar de la presencia de varias especies marinas, que conviven con los buceadores en un marco espectacular bajo la superficie del agua.  En décadas pasadas se optó por crear nuevos arrecifes artificiales frente a las costas de varias poblaciones de la Riviera Maya. Para hacerlo, se pensó en dar una utilidad práctica y ecológica a varios barcos de guerra que habían quedado obsoletos. La solución vino haciendo que se hundieran en unos puntos predeterminados y permitir que la flora y la fauna marina se hicieran un hueco entre el pecio y se formara un arrecife artificial que permitiera vivir a estas especies y se pueda disfrutar del paseo submarino por ellos.
Uno de los buques hundidos más populares y que más visitas de submarinistas recibe es el C-56 Juan Escutia. Está situado frente a Puerto Morelos y fue hundido en el año 2000. Se trata de un barco militar estadounidense que fue vendido al gobierno mexicano y que se postuló como uno de los elegidos para formar parte de este programa de arrecifes artificiales. Este barco se encuentra a unas dos millas náuticas de Puerto Morelos y resulta ser uno de los grandes reclamos turísticos de la zona. El buceador avezado puede recorrer las distintas estancias del barco y conocer cómo era antes de ser hundido y ser convertido en el hogar de innumerables especies marinas.
Mide 56 metros de longitud y pese a estar hundido se puede observar su configuración original. Desde Playa del Carmen o Puerto Morelos hay muchas excursiones que lleva a los submarinistas hasta el pecio hundido y permite bucear junto a él. #

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En abril de 2015, el buque chino fue capturado por la Prefectura Naval por haber pescado más de 600 toneladas de calamar en la Zona Económica Exclusiva Argentina.
15 ABR 2017 - 22:09

Un pesquero de origen chino que fue secuestrado hace dos años por las autoridades locales mientras pescaba en forma ilegal en aguas argentinas, será hundido en el Golfo Nuevo, frente a las costas de la ciudad de Puerto Madryn, para transformarlo en un parque submarino con fines turísticos, informó la administración portuaria de esa ciudad chubutense. Las autoridades buscaban desde hace tiempo un destino para el buque Hu Shun Yu 809, de 68,40 metros de eslora, que se encuentra amarrado en el muelle Almirante Storni .
La embarcación fue secuestrada el 7 de abril de 2015 en alta mar por el guardacostas “Pedro Derbes” de la Prefectura Naval Argentina, cuando realizaba tareas de captura de calamar dentro de la zona económica exclusiva de la Argentina.
Tras maniobras de persecución que incluyeron descargas de artillería de advertencia se logró interceptar a la nave que desde entonces se encuentra interdicta en el muelle de esa ciudad, ubicada al sur de Península de Valdés.
“Los trámites ante los distintos organismos que tienen injerencia en cuestiones marítimas y de navegación avanzaron en las últimas semanas a un muy buen ritmo y se confirmó que en los primeros días de mayo ya estaría habilitada la posibilidad de proceder a su hundimiento”, explicó a Télam el interventor de la Administración Portuaria, Osvaldo Sala.
La autoridad portuaria viene reclamando que la embarcación sea retirada de la cabecera del muelle y ahora encontró el instrumento que la habilita, tras conocerse el edicto de la prefectura naval argentina que “intima a la firma Zhousha Gangtai Ocean Fisheries Co. Ltda a propietarios, armadores, representantes legales y/o toda otra persona física o jurídica con interés legítimo, para que proceda a la extracción, remoción, traslado a lugar autorizado o desguace del buque pesquero”.
Por el mismo edicto, la Prefectura intima a que “la orden se cumpla dentro de un plazo de 61 días corridos, contados a partir de la notificación de la presente y complementaria del plazo, vencido el cual se procederá acorde los términos del artículo 17 bis de la ley de navegación”.
De acuerdo al decreto firmado por el prefecto general Eduardo René Scarzello, el plazo finalizará el 9 de mayo, con lo que a partir de esa fecha se podrá poner en marcha el protocolo de preparación del barco para ser hundido.  El “Hu Shun Yu 809” es un barco de los llamados “poteros” dedicados a la pesca selectiva del calamar que deben su denominación a la utilización de “poteras”, es decir focos o lámparas que iluminan durante el transcurso de la noche el espejo de agua con una potencia aproximadamente 2.500 watts cada una con la que atraen el cardumen.
La historia de esta embarcación tuvo ribetes políticos, sociales, económicos, ambientales y hasta diplomáticos.
Cuando fue interceptado, el barco oriundo de la provincia china de Zhejiang, contaba con una dotación de 31 tripulantes, de los cuales 15 viajaron de inmediato a su país de origen y otros 16 permanecieron como “guardia” a bordo, e incluso uno de ellos falleció de una hepatitis fulminante en el hospital local.
Los 15 que quedaron en Puerto Madryn se transformaron por meses en vecinos de la ciudad, en la que se los solía ver caminando para pasar las horas y matar el aburrimiento hasta que fueron de a poco retornando a su país.
No solo fue un verdadero desafío el contener socialmente a la tripulación, sino que también el cargamento de 600 toneladas de calamar que se pudrió en la bodega fueron un grave problema sanitario que se debió afrontar hasta eliminar la carga en tiempos que el país buscaba vínculos económicos con el país asiático para lograr inversiones, lo que morigeró el tono del reclamo diplomático.
Los especialistas consultados por Télam sobre esta extraña situación de barcos y tripulaciones abandonadas a su suerte, reconocen que para los armadores estos son barcos “descartables” porque la multa que tienen que pagar por la infracción de pescar en aguas prohibidas es mucho mayor que el valor de la nave, de allí que llegaron a existir ocho barcos en distintos puertos argentinos sin que nadie se preocupe por recuperarlos.
Voceros de la agencia marítima Port Service, con sede en Puerto Madryn, explicaron a Télam que “las multas son muy duras y los barcos son muy baratos, entonces, si se aplica una sanción de dos millones de dólares y el barco vale 300.000 los armadores dicen: quedate con todo”.
Sobre hundimientos de barcos para que se transformen en parques submarinos con fines turísticos ya hay antecedentes en Puerto Madryn.
En marzo del 2004 un equipo operativo del Servicio de Salvamento de la Armada mandó a pique el buque pesquero “Antonio Miralles” a 27 metros de profundidad y desde entonces se transformó en un paraíso de los buzos.
Más detalles de la historia

En abril de 2015, el buque chino fue capturado por la Prefectura Naval por haber pescado más de 600 toneladas de calamar en la Zona Económica Exclusiva Argentina del mar a la altura de Chubut.
El operativo se realizó cerca de la localidad de Bahía Camarones, tras lo cual el barco chino fue remolcado hacia Puerto Madryn.
En noviembre de 2015, el buque potero Hu Shun Yu 809, se quedó sin tripulación. A una semana de su traslado al sitio 5 del muelle Almirante Storni, surgió la novedad de la decisión de la Dirección de Migraciones de autorizar que la tripulación sea liberada para poder retornar al país oriental.  
Sin presencia de personal a bordo del barco, las autoridades de la Administración Portuaria de Puerto Madryn solicitaron a la Subsecretaría de Pesca que disponga de gente para asegurar las guardias mínimas para evitar cualquier contingencia con la embarcación.
Los datos que surgieron refieren a que la tripulación recibió la visita de un armador chino que les aportó el dinero, los pasaportes y los pasajes para retornar a su tierra natal dejando el buque a la espera de una resolución judicial. La misma pasaría por el remate de la embarcación porque no hubo señales concretas sobre el pago de las deudas contraídas desde su detención en aguas juridisccionales.
Fuentes consultadas por Jornada refirieron que la Dirección de Migraciones autorizó para que la tripulación dejase el país ante una presunta solicitud que habría efectuado la Defensora del Pueblo ante las condiciones en que la gente se encontraba. Ante estas determinaciones el personal de la Prefectura Naval Argentina no pudo evitar que los marineros abandonasen el barco y el puerto. Con el retiro masivo de la tripulación el potero quedó vacío y amarrado en el sitio 5 del muelle pesquero. Ante la situación planteada y sus consecuencias, las autoridades portuarias solicitaron a sus pares de Pesca de Nación que incorporen personal a bordo para asegurar la presencia del barco y evitar cuestiones graves.
Por pescar irregularmente en aguas nacionales, el organismo pesquero impuso una multa de 10 millones de pesos. A ese monto debe agregarse la generada por los servicios brindados por la Administración Portuaria por la permanencia del barco tanto en el muelle Piedra Buena como ahora en el Storni.
Como en la Riviera Maya

Una de las actividades más interesantes para realizar en la Riviera Maya es el buceo. Las aguas limpias y diáfanas de las costas de la Riviera Maya permiten ver y disfrutar de la presencia de varias especies marinas, que conviven con los buceadores en un marco espectacular bajo la superficie del agua.  En décadas pasadas se optó por crear nuevos arrecifes artificiales frente a las costas de varias poblaciones de la Riviera Maya. Para hacerlo, se pensó en dar una utilidad práctica y ecológica a varios barcos de guerra que habían quedado obsoletos. La solución vino haciendo que se hundieran en unos puntos predeterminados y permitir que la flora y la fauna marina se hicieran un hueco entre el pecio y se formara un arrecife artificial que permitiera vivir a estas especies y se pueda disfrutar del paseo submarino por ellos.
Uno de los buques hundidos más populares y que más visitas de submarinistas recibe es el C-56 Juan Escutia. Está situado frente a Puerto Morelos y fue hundido en el año 2000. Se trata de un barco militar estadounidense que fue vendido al gobierno mexicano y que se postuló como uno de los elegidos para formar parte de este programa de arrecifes artificiales. Este barco se encuentra a unas dos millas náuticas de Puerto Morelos y resulta ser uno de los grandes reclamos turísticos de la zona. El buceador avezado puede recorrer las distintas estancias del barco y conocer cómo era antes de ser hundido y ser convertido en el hogar de innumerables especies marinas.
Mide 56 metros de longitud y pese a estar hundido se puede observar su configuración original. Desde Playa del Carmen o Puerto Morelos hay muchas excursiones que lleva a los submarinistas hasta el pecio hundido y permite bucear junto a él. #


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