Otra masacre en Siria segó la vida de 68 niños

Un coche bomba se estrelló el sábado contra micros que trasladaban a miles de desplazados en la zona de Al Rashidin, en otro ataque al sector más desprotegido de Siria. Aún no fue reivindicado por ninguna de las partes.

16 ABR 2017 - 18:39 | Actualizado

Pese a las denuncias y las condenas internacionales, otra vez un atentado golpeó directamente al sector más desprotegido en Siria, cuando un coche bomba se estrelló el sábado contra micros que trasladaban a miles de desplazados en la zona de Al Rashidin, al oeste de la ciudad de Alepo, y mató a 126 personas, entre ellos 68 niños, informaron este domingo la organización opositora Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El peor ataque contra civiles desplazados en Siria en casi un año, que aún no fue reivindicado por ninguna de las partes que pelea en la guerra en Siria, golpeó principalmente a habitantes de los pueblos Fua y Kefraya y voluntarios de la Media Luna Roja Siria, la versión de la Cruz Roja en oriente, que se encontraban allí para facilitar el proceso de evacuación desde la zona de combates a regiones aledañas bajo control del gobierno, según el Observatorio.

La Media Luna Roja Siria, en cambio, desmintió que haya habido víctimas entre sus voluntarios, informó la vocera de la organización humanitaria, Mona Kurdi, quien dijo que el proceso de salida de civiles y combatientes "continúa", pese al atentado, según la agencia de noticias EFE.

Desde el Observatorio también precisaron que entre los 109 habitantes de Fua y Kefraya muertos, 68 eran niños y un total de 13 eran mujeres, mientras que el resto de víctimas mortales eran hombres armados.

Por su parte, los rescatistas de Defensa Civil dijeron a la agencia de noticias Reuters que retiraron al menos cien cuerpos del lugar de explosión, donde un coche bomba -una camioneta estilo pick up- se estrelló el sábado contra varios micros que transportaban a civiles chiítas que intentaban escapar del territorio rebelde a una zona controlada por el gobierno.
El convoy transportaba al menos 5.000 personas, entre ellas civiles y varios cientos de combatientes progubernamentales, a los que se les concedió salvoconducto para salir de las dos aldeas chiítas sitiadas por los rebeldes.

El atentado fue cometido cuando los micros con gente de Fua y Kefraya, dos pueblos de mayoría chiíta de la provincia de Idleb, al noroeste del país, esperaban en el paso de Al Rashidín para cruzar a las áreas bajo el control de las autoridades en Alepo.

La evacuación de civiles y combatientes de ambas localidades se está llevando a cabo en virtud de un acuerdo alcanzado en marzo entre el grupo chiita libanés Hezbollah e Irán, aliados de Damasco, y la facción siria Ejército de la Conquista, y que fue auspiciado por Qatar.

El acuerdo incluía también una evacuación similar de civiles y milicianos de las poblaciones de Madaya y Al Zabadani, al noroeste de Damasco y rodeadas por los leales al presidente Al Assad.

Acusaciones cruzadas sobre los responsables del ataque
Esta evacuación había sido acordada con las milicias insurgentes de la zona. Por eso, no está claro quién fue el responsable del ataque.

La agencia estatal de noticias siria Sana denunció que el atentado fue cometido por "terroristas", mientras que activistas de la oposición acusaron al gobierno de Bashar al Assad.
La página de noticias cercana a la oposición, Zama al Wasl, informó -según testigos- que el vehículo que estalló transportaba alimentos y venía de una zona bajo control del gobierno.

El artefacto estalló al oeste de la ciudad de Alepo, donde colectivos que transportaban a civiles y combatientes de diversas poblaciones sirias estaban paralizados desde el viernes debido a las disputas sobre la cifra de combatientes que pueden ser evacuados.

Desde las facciones opositoras sirias negaron este domingo cualquier implicación en el atentado del sábado contra un convoy de evacuados. El Ejército Libre Sirio (ELS) aseguró en un comunicado que "desaprueba y condena categóricamente" el ataque.

Por su parte, el Movimiento Islámico de los Libres de Sham, de tendencia islamista radical y una de las facciones más importantes de Siria, condenó "este ataque cobarde, contra los principios de la religión" y sostuvo que este atentado "sirve a las políticas sectarias del régimen", que, afirmó, es uno de los principales beneficiarios de este ataque.

La comunidad internacional condenó el ataque
Entre las condenas internacionales, el Papa Francisco describió al ataque como "innoble", al tiempo que pidió a Dios que lleve sanación y consuelo a la "querida y martirizada Siria".

El gobierno de Estados Unidos también se sumó a las condenas y deploró "todas las formas de violencia dirigidas contra civiles en Siria".

"Estados Unidos condena enérgicamente los ataques bárbaros contra civiles inocentes, incluidos mujeres y niños, en el norte de Siria. Seguimos firmemente comprometidos con la derrota de los terroristas, incluidos el Estado Islámico (EI) y Al Qaeda, como nuestra prioridad principal en Siria", indicó un portavoz del Departamento de Estado.
Desde Francia, el gobierno repudió ele atentado e instó a a la protección de los desplazados y pidió un cese de las hostilidades.

"Los ataques contra los civiles son inaceptables, sean quienes sean los autores. Los responsables de esos crímenes abyectos deberán rendir cuentas ante la justicia", sentenció un comunicado de la Cancillería gala.
 

16 ABR 2017 - 18:39

Pese a las denuncias y las condenas internacionales, otra vez un atentado golpeó directamente al sector más desprotegido en Siria, cuando un coche bomba se estrelló el sábado contra micros que trasladaban a miles de desplazados en la zona de Al Rashidin, al oeste de la ciudad de Alepo, y mató a 126 personas, entre ellos 68 niños, informaron este domingo la organización opositora Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El peor ataque contra civiles desplazados en Siria en casi un año, que aún no fue reivindicado por ninguna de las partes que pelea en la guerra en Siria, golpeó principalmente a habitantes de los pueblos Fua y Kefraya y voluntarios de la Media Luna Roja Siria, la versión de la Cruz Roja en oriente, que se encontraban allí para facilitar el proceso de evacuación desde la zona de combates a regiones aledañas bajo control del gobierno, según el Observatorio.

La Media Luna Roja Siria, en cambio, desmintió que haya habido víctimas entre sus voluntarios, informó la vocera de la organización humanitaria, Mona Kurdi, quien dijo que el proceso de salida de civiles y combatientes "continúa", pese al atentado, según la agencia de noticias EFE.

Desde el Observatorio también precisaron que entre los 109 habitantes de Fua y Kefraya muertos, 68 eran niños y un total de 13 eran mujeres, mientras que el resto de víctimas mortales eran hombres armados.

Por su parte, los rescatistas de Defensa Civil dijeron a la agencia de noticias Reuters que retiraron al menos cien cuerpos del lugar de explosión, donde un coche bomba -una camioneta estilo pick up- se estrelló el sábado contra varios micros que transportaban a civiles chiítas que intentaban escapar del territorio rebelde a una zona controlada por el gobierno.
El convoy transportaba al menos 5.000 personas, entre ellas civiles y varios cientos de combatientes progubernamentales, a los que se les concedió salvoconducto para salir de las dos aldeas chiítas sitiadas por los rebeldes.

El atentado fue cometido cuando los micros con gente de Fua y Kefraya, dos pueblos de mayoría chiíta de la provincia de Idleb, al noroeste del país, esperaban en el paso de Al Rashidín para cruzar a las áreas bajo el control de las autoridades en Alepo.

La evacuación de civiles y combatientes de ambas localidades se está llevando a cabo en virtud de un acuerdo alcanzado en marzo entre el grupo chiita libanés Hezbollah e Irán, aliados de Damasco, y la facción siria Ejército de la Conquista, y que fue auspiciado por Qatar.

El acuerdo incluía también una evacuación similar de civiles y milicianos de las poblaciones de Madaya y Al Zabadani, al noroeste de Damasco y rodeadas por los leales al presidente Al Assad.

Acusaciones cruzadas sobre los responsables del ataque
Esta evacuación había sido acordada con las milicias insurgentes de la zona. Por eso, no está claro quién fue el responsable del ataque.

La agencia estatal de noticias siria Sana denunció que el atentado fue cometido por "terroristas", mientras que activistas de la oposición acusaron al gobierno de Bashar al Assad.
La página de noticias cercana a la oposición, Zama al Wasl, informó -según testigos- que el vehículo que estalló transportaba alimentos y venía de una zona bajo control del gobierno.

El artefacto estalló al oeste de la ciudad de Alepo, donde colectivos que transportaban a civiles y combatientes de diversas poblaciones sirias estaban paralizados desde el viernes debido a las disputas sobre la cifra de combatientes que pueden ser evacuados.

Desde las facciones opositoras sirias negaron este domingo cualquier implicación en el atentado del sábado contra un convoy de evacuados. El Ejército Libre Sirio (ELS) aseguró en un comunicado que "desaprueba y condena categóricamente" el ataque.

Por su parte, el Movimiento Islámico de los Libres de Sham, de tendencia islamista radical y una de las facciones más importantes de Siria, condenó "este ataque cobarde, contra los principios de la religión" y sostuvo que este atentado "sirve a las políticas sectarias del régimen", que, afirmó, es uno de los principales beneficiarios de este ataque.

La comunidad internacional condenó el ataque
Entre las condenas internacionales, el Papa Francisco describió al ataque como "innoble", al tiempo que pidió a Dios que lleve sanación y consuelo a la "querida y martirizada Siria".

El gobierno de Estados Unidos también se sumó a las condenas y deploró "todas las formas de violencia dirigidas contra civiles en Siria".

"Estados Unidos condena enérgicamente los ataques bárbaros contra civiles inocentes, incluidos mujeres y niños, en el norte de Siria. Seguimos firmemente comprometidos con la derrota de los terroristas, incluidos el Estado Islámico (EI) y Al Qaeda, como nuestra prioridad principal en Siria", indicó un portavoz del Departamento de Estado.
Desde Francia, el gobierno repudió ele atentado e instó a a la protección de los desplazados y pidió un cese de las hostilidades.

"Los ataques contra los civiles son inaceptables, sean quienes sean los autores. Los responsables de esos crímenes abyectos deberán rendir cuentas ante la justicia", sentenció un comunicado de la Cancillería gala.
 


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