Consejos psicológicos para saber enfrentar la catástrofe

El Ministerio de Salud y el Instituto de Seguridad Social y Seguros (ISSyS) del Chubut se encuentran realizando una campaña de comunicación por medios gráficos y redes sociales, mediante la cual brindan a la comunidad una serie de recomendaciones psico-Emocionales para hacer frente a una situación de catástrofe climática como la que afecta a la ciudad de Comodoro Rivadavia y otras localidades.

23 ABR 2017 - 21:43 | Actualizado

El primero de los avisos está dirigido a la población general y plantea que, ante una situación de catástrofe climática, ciertos sentimientos y reacciones son esperables y naturales. En tal sentido precisa que algunos síntomas posibles en estos casos son: confusión para pensar; sentirse aislado, abandonado; sentimiento de impotencia; miedo, enojo, tristeza, irritabilidad, angustia; náuseas, dolores de cabeza o pecho, taquicardia, dificultad para respirar.

A su vez, plantea que frente a esto se puede: buscar un lugar seguro en donde puedas estar acompañado y acompañar a otros, pudiendo compartir tus sentimientos y escuchar; tratar de mantener la cotidianeidad lo más posible (horas habituales para comer y dormir); y aceptar las reacciones o emociones que aparezcan, que son esperables frente a un evento anormal.

Niños de 1 a 7

Otros avisos están dirigidos a públicos específicos, uno de ellos a niños de 1 a 7 años y detalla que, ante una situación anormal como una catástrofe climática, se pueden presentar los siguientes síntomas: desamparo y pasividad (desgano, energía baja, no participan en actividades); miedo generalizado (temor a todo); confusión en el proceso de pensamiento (no se concentran); se “sienten mal” en general; no quieren hablar de lo que les pasa; y sueños desagradables (pesadillas, no logran dormir de corrido, se despiertan a medianoche).

Además, dicho aviso plantea una serie de primeros auxilios para estos síntomas: dar apoyo, atención, afecto, consuelo, comida y agua; Dejar que jueguen, dibujen, canten, pinten y hablen acerca del evento traumático; Los adultos deben explicar que ahora están a salvo y que los van a cuidar y proteger; Dar respuestas claras y concretas a las preguntas de los niños/as cada vez que ellos/as las necesiten y asegurarse de que hayan comprendido; y ayudarlos a ubicar lo que sienten en su cuerpo, por ejemplo “eso que sentís se llama tristeza, miedo o enojo, ¿en dónde lo sentís?”.

Niños de 8 a 11

El tercer aviso es para niños de 8 a 11 años y precisa que, ante una situación anormal como una catástrofe climática, se pueden presentar los siguientes síntomas: sentir preocupación, responsabilidad y/o sentirse culpable por el evento; sentir miedo a estar solo/a como también al contacto con todo aquello que les recuerde el suceso; hablar en forma repetitiva y con exceso de detalles sobre el evento traumático; sentir miedo de no poder controlar los sentimientos (de llorar, estar enojado/a, etc.); y dificultad para prestar atención y aprender.

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23 ABR 2017 - 21:43

El primero de los avisos está dirigido a la población general y plantea que, ante una situación de catástrofe climática, ciertos sentimientos y reacciones son esperables y naturales. En tal sentido precisa que algunos síntomas posibles en estos casos son: confusión para pensar; sentirse aislado, abandonado; sentimiento de impotencia; miedo, enojo, tristeza, irritabilidad, angustia; náuseas, dolores de cabeza o pecho, taquicardia, dificultad para respirar.

A su vez, plantea que frente a esto se puede: buscar un lugar seguro en donde puedas estar acompañado y acompañar a otros, pudiendo compartir tus sentimientos y escuchar; tratar de mantener la cotidianeidad lo más posible (horas habituales para comer y dormir); y aceptar las reacciones o emociones que aparezcan, que son esperables frente a un evento anormal.

Niños de 1 a 7

Otros avisos están dirigidos a públicos específicos, uno de ellos a niños de 1 a 7 años y detalla que, ante una situación anormal como una catástrofe climática, se pueden presentar los siguientes síntomas: desamparo y pasividad (desgano, energía baja, no participan en actividades); miedo generalizado (temor a todo); confusión en el proceso de pensamiento (no se concentran); se “sienten mal” en general; no quieren hablar de lo que les pasa; y sueños desagradables (pesadillas, no logran dormir de corrido, se despiertan a medianoche).

Además, dicho aviso plantea una serie de primeros auxilios para estos síntomas: dar apoyo, atención, afecto, consuelo, comida y agua; Dejar que jueguen, dibujen, canten, pinten y hablen acerca del evento traumático; Los adultos deben explicar que ahora están a salvo y que los van a cuidar y proteger; Dar respuestas claras y concretas a las preguntas de los niños/as cada vez que ellos/as las necesiten y asegurarse de que hayan comprendido; y ayudarlos a ubicar lo que sienten en su cuerpo, por ejemplo “eso que sentís se llama tristeza, miedo o enojo, ¿en dónde lo sentís?”.

Niños de 8 a 11

El tercer aviso es para niños de 8 a 11 años y precisa que, ante una situación anormal como una catástrofe climática, se pueden presentar los siguientes síntomas: sentir preocupación, responsabilidad y/o sentirse culpable por el evento; sentir miedo a estar solo/a como también al contacto con todo aquello que les recuerde el suceso; hablar en forma repetitiva y con exceso de detalles sobre el evento traumático; sentir miedo de no poder controlar los sentimientos (de llorar, estar enojado/a, etc.); y dificultad para prestar atención y aprender.


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