Baja la industria y sube la inflación en Japón
La producción industrial de Japón retrocedió durante marzo 2,1% y la inflación interanual subió 0,2% ese mes, informó hoy el Gobierno del país asiático.
La industria cayó 2,1% en marzo respecto al mes precedente pero anotó una suba de 3,3% en relación al mismo período de 2016, según los datos del Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón.
Las industrias que contribuyeron en mayor medida al retroceso de la producción industrial en marzo fueron la de maquinaria de uso general, la de componentes y aparatos electrónicos y la de equipamiento de transporte, precisó la agencia EFE.
Por el contrario, los sectores que experimentaron los avances más significativos de producción fueron los del papel y sus derivados, equipamiento electrónico de información y comunicación y metales no ferrosos.
En tanto, según los datos de un sondeo realizado por el Ministerio con empresas nacionales, se prevé que la producción industrial se incremente 8,9% en abril y que retroceda 3,7% en mayo.
Por otra parte, el índice de precios de consumo (IPC) de Japón avanzó en marzo 0,2% respecto al mismo mes de 2016, lo que supone la tercera suba consecutiva tras más de un año de caídas, informó el Gobierno.
El índice mantuvo la progresión iniciada en enero, cuando el IPC japonés experimentó su primer avance en 13 meses, un cambio de tendencia en línea con la estrategia de flexibilización adoptada por el Banco Central de Japón para dejar atrás las dos décadas de deflación de la tercera economía mundial.
El indicador, que excluye los precios de los alimentos por su alta volatilidad, se mantuvo plano con respecto a febrero.
El encarecimiento de la educación, de 1% interanual, fue el principal factor que contribuyó al alza del indicador en marzo, seguido por el aumento de la cultura y el ocio, de 0,7%, mientras que los retrocesos más destacados se observaron en los precios del combustible, la luz y el agua y en los de la vivienda, que se abarataron 0,8%.
El IPC japonés había caída hasta ahora por el descenso de los precios internacionales del petróleo, evolución que forzó al Banco Central japonés a retrasar hasta más allá de 2018 su meta de inflación en torno a 2%.
La industria cayó 2,1% en marzo respecto al mes precedente pero anotó una suba de 3,3% en relación al mismo período de 2016, según los datos del Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón.
Las industrias que contribuyeron en mayor medida al retroceso de la producción industrial en marzo fueron la de maquinaria de uso general, la de componentes y aparatos electrónicos y la de equipamiento de transporte, precisó la agencia EFE.
Por el contrario, los sectores que experimentaron los avances más significativos de producción fueron los del papel y sus derivados, equipamiento electrónico de información y comunicación y metales no ferrosos.
En tanto, según los datos de un sondeo realizado por el Ministerio con empresas nacionales, se prevé que la producción industrial se incremente 8,9% en abril y que retroceda 3,7% en mayo.
Por otra parte, el índice de precios de consumo (IPC) de Japón avanzó en marzo 0,2% respecto al mismo mes de 2016, lo que supone la tercera suba consecutiva tras más de un año de caídas, informó el Gobierno.
El índice mantuvo la progresión iniciada en enero, cuando el IPC japonés experimentó su primer avance en 13 meses, un cambio de tendencia en línea con la estrategia de flexibilización adoptada por el Banco Central de Japón para dejar atrás las dos décadas de deflación de la tercera economía mundial.
El indicador, que excluye los precios de los alimentos por su alta volatilidad, se mantuvo plano con respecto a febrero.
El encarecimiento de la educación, de 1% interanual, fue el principal factor que contribuyó al alza del indicador en marzo, seguido por el aumento de la cultura y el ocio, de 0,7%, mientras que los retrocesos más destacados se observaron en los precios del combustible, la luz y el agua y en los de la vivienda, que se abarataron 0,8%.
El IPC japonés había caída hasta ahora por el descenso de los precios internacionales del petróleo, evolución que forzó al Banco Central japonés a retrasar hasta más allá de 2018 su meta de inflación en torno a 2%.