Editorial / Los petroleros en su laberinto

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29 ABR 2017 - 21:10 | Actualizado

El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, aseguró desde Houston, Texas, que el acuerdo se va a firmar el martes en Buenos Aires a como dé lugar. Que van a estar los sindicatos petroleros, las operadoras y el gobernador Mario Das Neves. Que a los trabajadores no les quedará otra que aceptar la realidad y eso significa bajar al menos un 20% los costos de la Cuenca del Golfo San Jorge para volver a pensar en inversiones y en volver a producir.
Con su habitual soberbia, Aranguren apuró desde Estados Unidos a los gremios de la Cuenca de Chubut y Santa Cruz para que firmen un acuerdo que, por ahora, no conocen. La “paz social” que intenta apurar el Gobierno nacional no es más que un ajuste brutal para que cierren los costos y, a esta hora del domingo, nadie puede garantizar que el martes –un día después del Día del Trabajador, vaya paradoja-, los gremios del sector estampen su firma.
Durante todo el fin de semana hubo negociaciones ingentes, pero hasta el martes, día en que se encontrarán todas las partes en Buenos Aires, nadie sabrá a ciencia cierta qué es lo que finalmente ocurrirá.
El plan de Aranguren, avalado por el presidente Mauricio Macri es reducir los costos un 20% para atraer inversiones, un acuerdo similar al logrado en Vaca Muerta, con el foco puesto en elevar la productividad. Sin embargo, todavía hay discusiones sobre las “horas taxi”, que es el tiempo que se abona a los empleados por estar disponibles pero sin actividades concretas en los pozos y que, si se eliminan o se modifican, bajarían de un plumazo el salario de los trabajadores.
El otro aspecto que genera dudas es el tiempo de “paz social”, que se fijaría en al menos seis meses. Algunos actores del sector creen que sería pan para hoy y hambre para mañana, y dejaría abierta la posibilidad de que el conflicto recrudezca hacia fin de año.
“Por ahora todo ha pasado para la semana que viene”, dijo el viernes el dirigente petrolero y diputado provincial Carlos Gómez (FpV). De hecho, el Sindicato del Petróleo y Gas Privados suspendió un plenario que se iba a realizar ayer.
Fuentes del gremio confiaron que el martes habrá reunión pero de ninguna manera esperan que haya firma. No sin discutir aspectos clave del acuerdo que por ahora sólo conocen Aranguren y las operadoras.
“El Golfo San Jorge es una cuenca madura, que debido a los bajos precios del petróleo a nivel internacional tiene un problema de empleabilidad. Y los sindicatos se dieron cuenta de que se tienen que reestructurar para poder sostener las fuentes de trabajo”, dijo Aranguren desde Estados Unidos, metiendo presión.
“Más que reducir los costos buscamos mantener el empleo, en la senda que se trazó el Gobierno de reducir la pobreza”, agregó el ministro, sin ponerse colorado.
Aranguren hizo estas declaraciones junto al líder de los petroleros de Neuquén y senador Guillermo Pereyra, un aliado de hierro del Gobierno nacional para conseguir someter al resto de los gremios del sector, sobre todo los chubutenses, que hace rato miran con desconfianza a su par neuquino.  
Desde Nación, en cambio, sugieren que tanto Jorge “Loma” Ávila (Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut) y José Llugdar (Jerárquicos) aceptaron el compromiso del Gobierno de pagar un subsidios RePro a 1.800 trabajadores que ya fueron despedidos de $ 22.000 durante seis meses. En ambos gremios lo niegan y dicen que el acuerdo tiene que ser mucho más profundo para que sea aceptado.
 Cuesta abajo
 
En medio de las arduas negociaciones para poder llegar a un acuerdo y firmarlo pasado mañana, no ayudó para nada que la petrolera de bandera YPF le anunciara a la empresa SP la baja de siete equipos en Santa Cruz y uno en Chubut. La carta documento es de la semana pasada, pero recién trascendió sobre el fin de semana, agregando un dato más a la incertidumbre generalizada.
La notificación de YPF a SP constituye el aviso de desafectación de equipos por parte de la operadora estatal, sin perjuicio de la obligación de abonar los 30 días de preaviso, reaccionaron desde el gremio de los petroleros santacruceños.
Todos esos equipos se encontraban “stand by” por lo que el personal asistía a su lugar de trabajo y percibía sus haberes.
El viernes reapareció en la escena pública el exintendente de Comodoro Rivadavia y representante de Chubut en el directorio de YPF, Néstor Di Pierro, quien consideró que “Chubut es un tema casi solucionado en el sentido de que hay un principio de acuerdo e YPF va a seguir sosteniendo los equipos”, pero aseguró que en Santa Cruz la operadora llegó a perder 15 dólares por barril. “Ninguna cuenca daba positivo y Chubut, casi empatado”, dijo el Tano con tono de director de empresa.
Para Di Pierro, “las operadoras quieren el menor costo social posible, que es la defensa de los trabajadores, y ver cómo cierran para salir empatados con los costos. Porque si uno produce un barril y se pierden 15 dólares, es imposible”.
Si el director de YPF que debe defender los intereses de la Provincia del Chubut y de los trabajadores del sector se refiere en estos términos a la situación contractual, no parece que los petroleros chubutenses tengan mucho que esperar de la reunión del martes.#

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29 ABR 2017 - 21:10

El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, aseguró desde Houston, Texas, que el acuerdo se va a firmar el martes en Buenos Aires a como dé lugar. Que van a estar los sindicatos petroleros, las operadoras y el gobernador Mario Das Neves. Que a los trabajadores no les quedará otra que aceptar la realidad y eso significa bajar al menos un 20% los costos de la Cuenca del Golfo San Jorge para volver a pensar en inversiones y en volver a producir.
Con su habitual soberbia, Aranguren apuró desde Estados Unidos a los gremios de la Cuenca de Chubut y Santa Cruz para que firmen un acuerdo que, por ahora, no conocen. La “paz social” que intenta apurar el Gobierno nacional no es más que un ajuste brutal para que cierren los costos y, a esta hora del domingo, nadie puede garantizar que el martes –un día después del Día del Trabajador, vaya paradoja-, los gremios del sector estampen su firma.
Durante todo el fin de semana hubo negociaciones ingentes, pero hasta el martes, día en que se encontrarán todas las partes en Buenos Aires, nadie sabrá a ciencia cierta qué es lo que finalmente ocurrirá.
El plan de Aranguren, avalado por el presidente Mauricio Macri es reducir los costos un 20% para atraer inversiones, un acuerdo similar al logrado en Vaca Muerta, con el foco puesto en elevar la productividad. Sin embargo, todavía hay discusiones sobre las “horas taxi”, que es el tiempo que se abona a los empleados por estar disponibles pero sin actividades concretas en los pozos y que, si se eliminan o se modifican, bajarían de un plumazo el salario de los trabajadores.
El otro aspecto que genera dudas es el tiempo de “paz social”, que se fijaría en al menos seis meses. Algunos actores del sector creen que sería pan para hoy y hambre para mañana, y dejaría abierta la posibilidad de que el conflicto recrudezca hacia fin de año.
“Por ahora todo ha pasado para la semana que viene”, dijo el viernes el dirigente petrolero y diputado provincial Carlos Gómez (FpV). De hecho, el Sindicato del Petróleo y Gas Privados suspendió un plenario que se iba a realizar ayer.
Fuentes del gremio confiaron que el martes habrá reunión pero de ninguna manera esperan que haya firma. No sin discutir aspectos clave del acuerdo que por ahora sólo conocen Aranguren y las operadoras.
“El Golfo San Jorge es una cuenca madura, que debido a los bajos precios del petróleo a nivel internacional tiene un problema de empleabilidad. Y los sindicatos se dieron cuenta de que se tienen que reestructurar para poder sostener las fuentes de trabajo”, dijo Aranguren desde Estados Unidos, metiendo presión.
“Más que reducir los costos buscamos mantener el empleo, en la senda que se trazó el Gobierno de reducir la pobreza”, agregó el ministro, sin ponerse colorado.
Aranguren hizo estas declaraciones junto al líder de los petroleros de Neuquén y senador Guillermo Pereyra, un aliado de hierro del Gobierno nacional para conseguir someter al resto de los gremios del sector, sobre todo los chubutenses, que hace rato miran con desconfianza a su par neuquino.  
Desde Nación, en cambio, sugieren que tanto Jorge “Loma” Ávila (Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut) y José Llugdar (Jerárquicos) aceptaron el compromiso del Gobierno de pagar un subsidios RePro a 1.800 trabajadores que ya fueron despedidos de $ 22.000 durante seis meses. En ambos gremios lo niegan y dicen que el acuerdo tiene que ser mucho más profundo para que sea aceptado.
 Cuesta abajo
 
En medio de las arduas negociaciones para poder llegar a un acuerdo y firmarlo pasado mañana, no ayudó para nada que la petrolera de bandera YPF le anunciara a la empresa SP la baja de siete equipos en Santa Cruz y uno en Chubut. La carta documento es de la semana pasada, pero recién trascendió sobre el fin de semana, agregando un dato más a la incertidumbre generalizada.
La notificación de YPF a SP constituye el aviso de desafectación de equipos por parte de la operadora estatal, sin perjuicio de la obligación de abonar los 30 días de preaviso, reaccionaron desde el gremio de los petroleros santacruceños.
Todos esos equipos se encontraban “stand by” por lo que el personal asistía a su lugar de trabajo y percibía sus haberes.
El viernes reapareció en la escena pública el exintendente de Comodoro Rivadavia y representante de Chubut en el directorio de YPF, Néstor Di Pierro, quien consideró que “Chubut es un tema casi solucionado en el sentido de que hay un principio de acuerdo e YPF va a seguir sosteniendo los equipos”, pero aseguró que en Santa Cruz la operadora llegó a perder 15 dólares por barril. “Ninguna cuenca daba positivo y Chubut, casi empatado”, dijo el Tano con tono de director de empresa.
Para Di Pierro, “las operadoras quieren el menor costo social posible, que es la defensa de los trabajadores, y ver cómo cierran para salir empatados con los costos. Porque si uno produce un barril y se pierden 15 dólares, es imposible”.
Si el director de YPF que debe defender los intereses de la Provincia del Chubut y de los trabajadores del sector se refiere en estos términos a la situación contractual, no parece que los petroleros chubutenses tengan mucho que esperar de la reunión del martes.#


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