Angela Merkel acordó entrenar militares de Arabia Saudita
La canciller alemana, Angela Merkel, llegó hoy a Arabia Saudita, se reunió a cabeza destapada con el rey Salman, jefe de una de las monarquías islamistas más conservadoras del mundo, y firmó varios acuerdos, uno de ellos para entrenar a militares sauditas "en instalaciones del Ejército alemán", según informó la agencia de noticias estatal DPA.
En un almuerzo seguido por una reunión en la ciudad de Yeda, en el oeste del reinado petrolero, los dos líderes firmaron una serie de memorandos de entendimiento en las áreas de industrias sostenibles, cooperación para el desarrollo y formación técnica y profesional.
Uno de estos acuerdos estableció que estudiantes de la carrera militar de las Fuerzas Armadas sauditas estudiarán y se entrenarán en centros castrenses alemanes, según un comunicado de la agencia de noticias estatal local SPA.
No obstante, el viceministro de Economía del país, Mohammad al-Tuwaiyri adelantó en una entrevista con la revista alemana Der Spiegel que Berlín no venderá más armas a la monarquía saudita.
"Aceptamos la reticencia alemana a la hora de vender armas a Arabia Saudita, somos conscientes del trasfondo político", aseguró Al Tuwaiyri.
El trasfondo político del que habla el funcionario es, por un lado, la guerra que Riad lanzó hace más de dos años contra su empobrecido vecino, Yemen, y que mantiene hasta el día de hoy con miles de muertos civiles y cientos de miles de desplazados al borde de una crisis humanitaria, en medio de la indiferencia de la comunidad internacional y los reclamos desesperados de las organizaciones internacionales de derechos humanos.
Por otro lado, el trasfondo político incluye la política de represión y censura saudita contra la oposición en el país, que incluye detenciones, torturas y hasta ejecuciones.
En 2015, el gobierno de Merkel firmó 17 autorizaciones para la exportación de armas de guerra a Arabia Saudita por un valor total de 23,8 millones de euros.
Pero Alemania no es el único ni el principal vendedor de armas de Arabia Saudita. Estados Unidos suministra gran parte del arsenal de la poderosa monarquía, al igual que otras potencias occidentales como Reino Unido, Francia y Canadá.
Merkel fue recibida por el rey Salman en el palacio de Al Salam en Yeda y, por su condición de mandataria extranjera, no se estuvo obligada a cubrirse con el velo, una obligación legal para todas las mujeres en la ultra conservadora monarquía del Golfo Pérsico.
Según el comunicado oficial difundido por SPA, Merkel saludó al monarca y a varios príncipes y ministros príncipes con un apretón de manos, algo tampoco usual en ese país, donde las libertades de las mujeres son muy limitadas, aún en comparación con otros países islamistas vecinos o de la región.
En un almuerzo seguido por una reunión en la ciudad de Yeda, en el oeste del reinado petrolero, los dos líderes firmaron una serie de memorandos de entendimiento en las áreas de industrias sostenibles, cooperación para el desarrollo y formación técnica y profesional.
Uno de estos acuerdos estableció que estudiantes de la carrera militar de las Fuerzas Armadas sauditas estudiarán y se entrenarán en centros castrenses alemanes, según un comunicado de la agencia de noticias estatal local SPA.
No obstante, el viceministro de Economía del país, Mohammad al-Tuwaiyri adelantó en una entrevista con la revista alemana Der Spiegel que Berlín no venderá más armas a la monarquía saudita.
"Aceptamos la reticencia alemana a la hora de vender armas a Arabia Saudita, somos conscientes del trasfondo político", aseguró Al Tuwaiyri.
El trasfondo político del que habla el funcionario es, por un lado, la guerra que Riad lanzó hace más de dos años contra su empobrecido vecino, Yemen, y que mantiene hasta el día de hoy con miles de muertos civiles y cientos de miles de desplazados al borde de una crisis humanitaria, en medio de la indiferencia de la comunidad internacional y los reclamos desesperados de las organizaciones internacionales de derechos humanos.
Por otro lado, el trasfondo político incluye la política de represión y censura saudita contra la oposición en el país, que incluye detenciones, torturas y hasta ejecuciones.
En 2015, el gobierno de Merkel firmó 17 autorizaciones para la exportación de armas de guerra a Arabia Saudita por un valor total de 23,8 millones de euros.
Pero Alemania no es el único ni el principal vendedor de armas de Arabia Saudita. Estados Unidos suministra gran parte del arsenal de la poderosa monarquía, al igual que otras potencias occidentales como Reino Unido, Francia y Canadá.
Merkel fue recibida por el rey Salman en el palacio de Al Salam en Yeda y, por su condición de mandataria extranjera, no se estuvo obligada a cubrirse con el velo, una obligación legal para todas las mujeres en la ultra conservadora monarquía del Golfo Pérsico.
Según el comunicado oficial difundido por SPA, Merkel saludó al monarca y a varios príncipes y ministros príncipes con un apretón de manos, algo tampoco usual en ese país, donde las libertades de las mujeres son muy limitadas, aún en comparación con otros países islamistas vecinos o de la región.