Lucas Matthysse integra el lote de aquellos boxeadores que pueden presumir de ser legítimamente llamados “campeones del pueblo”. Podrá no tener puesta una corona en la cabeza. Pero su bonhomía, su simpatía y la tenacidad desplegada arriba del ring, genera afecto popular. Está en la antípodas del extrovertido Sergio Martínez. No posee esa personalidad. Pero goza de un amplio afecto popular que puede percibirse a simple vista.
Tras regresar a Chubut luego de la paliza del sábado ante Emmanuel Taylor, el cariño se disparó por doquier.
En Puerto Madryn, lugar donde aterrizó, fue recibido por su familia y varios fanáticos, que requirieron su presencia para una foto y/o un autógrafo.
En Trelew, una caravana lo estaba esperando para recorrer la ciudad. A puro bocinazo, se rindió tributo a una “Máquina” que volvió a rugir. Al culminar, se dirigió al barrio Constitución, conocido por las Mil Viviendas, su lugar en el mundo. Allí, sintió más calor popular. No esquivó a ningún pedido de los fanáticos, quienes lo vitorareron y aplaudieron permanentemente.
El análisis
Antes de sentir el calor del pueblo que lo idolatra, dialogó con Tiempo Deportivo, que se emite por FM Tiempo 91.5. Allí, analizó lo hecho el sábado. “Hice una buena preparación, salió todo bien, tal como lo habíamos planeado. Sabíamos que era un buen boxeador, tenía buen boxeo”, describió Matthysse. “Pensé que se iba a complicar, pero cuando empezó a sentir las manos, se terminó la pelea”, describió.
“Esto es un gran envíon para lo que viene. Esto es posicionarse de nuevo en los rankings de EEUU. Estoy contento por mí y por mi equipo”, comentó. “Me ayudó mucho, se nota la buena la preparación que hice en Trelew, y lo que sumóJoel Díaz. Sabía del impulsón anímico que iba a darme”, detalló. Sobre el futuro, fue cauto. “Ojalá pueda darse otra gran pelea a fin de año. Ojalá después venga Pacquiao”, dijo.
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Lucas Matthysse integra el lote de aquellos boxeadores que pueden presumir de ser legítimamente llamados “campeones del pueblo”. Podrá no tener puesta una corona en la cabeza. Pero su bonhomía, su simpatía y la tenacidad desplegada arriba del ring, genera afecto popular. Está en la antípodas del extrovertido Sergio Martínez. No posee esa personalidad. Pero goza de un amplio afecto popular que puede percibirse a simple vista.
Tras regresar a Chubut luego de la paliza del sábado ante Emmanuel Taylor, el cariño se disparó por doquier.
En Puerto Madryn, lugar donde aterrizó, fue recibido por su familia y varios fanáticos, que requirieron su presencia para una foto y/o un autógrafo.
En Trelew, una caravana lo estaba esperando para recorrer la ciudad. A puro bocinazo, se rindió tributo a una “Máquina” que volvió a rugir. Al culminar, se dirigió al barrio Constitución, conocido por las Mil Viviendas, su lugar en el mundo. Allí, sintió más calor popular. No esquivó a ningún pedido de los fanáticos, quienes lo vitorareron y aplaudieron permanentemente.
El análisis
Antes de sentir el calor del pueblo que lo idolatra, dialogó con Tiempo Deportivo, que se emite por FM Tiempo 91.5. Allí, analizó lo hecho el sábado. “Hice una buena preparación, salió todo bien, tal como lo habíamos planeado. Sabíamos que era un buen boxeador, tenía buen boxeo”, describió Matthysse. “Pensé que se iba a complicar, pero cuando empezó a sentir las manos, se terminó la pelea”, describió.
“Esto es un gran envíon para lo que viene. Esto es posicionarse de nuevo en los rankings de EEUU. Estoy contento por mí y por mi equipo”, comentó. “Me ayudó mucho, se nota la buena la preparación que hice en Trelew, y lo que sumóJoel Díaz. Sabía del impulsón anímico que iba a darme”, detalló. Sobre el futuro, fue cauto. “Ojalá pueda darse otra gran pelea a fin de año. Ojalá después venga Pacquiao”, dijo.
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