“Recibimos mujeres descalzas que escaparon con lo puesto y no pueden pisar un escalón más”

La jefa de la dependencia reveló que los juzgados de Familia de Trelew tardan hasta un mes en proteger a las víctimas de violencia de género. Rehenes de la burocracia, muchas huyeron a otras provincias por miedo y hartas de contar las agresiones. Cada mes crece la cifra de denuncias en el Valle.

Campaña solidaria que lidera la Comisaría de la Mujer
10 MAY 2017 - 20:25 | Actualizado

Por Rolando Tobarez
Twitter: @rtobarez

-¿Es verdad que hay mujeres que escapan a otras provincias por la violencia de género?
-Sí, es lamentable y triste. Como Comisaría recibimos la denuncia para que se inicie el expediente y se divide en dos: lo penal, donde interviene el Ministerio Público Fiscal, y por otro lado la Asesoría y el Juzgado de Familia. La mujer debe ir denuncia en mano a Paraguay 89, donde es asesorada nuevamente y debe volver a comentar exactamente lo mismo que vino a denunciar acá. La estamos revictimizando porque es contar dos veces la misma historia y no todas las denuncias tienen el mismo tenor, peso y gravedad. Vienen acá a buscar una solución a su problema.
-¿Hoy cómo se maneja la situación?
-Va con la denuncia, es asesorada, vuelve a contar la historia y es la víctima la que debe pedir la medida cautelar, exclusión de hogar o prohibición de acercamiento. El problema es el tiempo. Muchas veces nos preguntan: “¿Y cuándo van a dar la medida?”. Si nosotras pudiéramos iniciar el expediente la medida la estoy pidiendo ya, porque el problema lo tienen ahora y no es su primera vez. Cuando piden la medida le dicen: “Te vamos a estar llamando”. Tenemos casos en que la persona espera, pasan semanas, hasta un mes, y no hubo llamado ni medida cautelar, y volvió a ser víctima de violencia física y psicológica con la intimación, el hostigamiento, la persecución, el control, le dicen todo el tiempo cómo está vestida, cómo va la criatura, dónde fue, con quién, en qué auto se subió, una persecución importante.
-¿Qué casos tuvieron?
-Tuvimos lamentablemente una señora de Gaiman que debió irse a Buenos Aires porque esperó y esperó la medida y nunca salió. Terminó prácticamente desquiciada, mal psicológicamente y debió tomar la decisión. Hablé con ella por teléfono y me dijo: “Estoy en Buenos Aires, conseguí trabajo, mi familia me trajo, la única manera de protegerme fue yéndome. Me siento segura y estoy bien”. No quiso pasar domicilio por seguridad. En otro caso alguien de Trelew debió irse a vivir a Rawson. Tuvimos que averiguar domicilio porque teníamos una actuación en trámite y tampoco quiso informar porque sabía que cuando se notifican las partes se conoce el domicilio.
-¿Cuáles son las consecuencias?
-Lo complejo es cuando no hay una respuesta y las personas son víctimas nuevamente, muchas veces de cosas peores. Una cosa es que vengas por hostigamiento, por persecución y otra es que después pasa lamentablemente a la violencia física. Tuvimos planteos más complejos: “¿Qué quieren?, ¿por qué no me dan la medida?, ¿quieren que me encuentre muerta, que me mate a palos?”. Es lo que tenemos que escuchar acá. Trabajé en la Comisaría de la Mujer de Rawson y el acompañamiento y las medidas del Juzgado fueron otras. Sinceramente desconozco el porqué de la diferencia. A veces hay conciliación, otras vuelven con sus parejas o hacen la denuncia y a los dos días vienen a levantarla porque se arrepintieron. Pero no estamos para juzgar a la víctima. Estamos para atenderla, contenerla y tratar de solucionar el  problema.
¿Para qué?

-¿Fueron los únicos casos de mujeres que escaparon?
-No, tenemos más. Hace una semana llamó una señora muy molesta: “¿Para qué está la Comisaría si no da una solución?”. Hay mujeres que salieron de acá diciendo: “Está bien, ya que no tengo una respuesta voy a ir al diario”. No se tiene en claro nuestra función y nuestro alcance legal. Realmente si pudiéramos unificar criterios de trabajo y que se adoptaran las medidas desde los otros organismos tendríamos otro tipo de solución. Trabajamos en un codo a codo con Fiscalía, con la Casa de la Mujer y con el Servicio de Atención a la Víctima del Delito. Pero el resultado que tuvimos hasta ahora son mujeres que llaman y dicen: “¿Para qué voy a denunciar si no tengo solución?” El tema es que lamentamos lo que viene después. Si no denuncia no hay cómo acreditar antecedentes.
-El tener que ir al Juzgado, ¿es la doble denuncia de la que habla el juez de Rawson, Martín Alesi?
-Exactamente. Sinceramente no puedo hablar de algo que desconozco pero como propuesta de trabajo, que con la denuncia que de la misma Comisaría surja el pedido. Tuvimos casos donde realmente la víctima no está en condiciones de pisar un escalón más. Hablamos de cruzar la mitad de Trelew, desde el pasaje San Juan hasta calle Paraguay. Recibimos hasta mujeres descalzas que salieron con lo puesto en una situación realmente grave. Cuando le decimos que tiene que ir personalmente a pedir la medida cautelar dicen: “¿De verdad?, ¿en serio tenemos que hacer esto nosotras?, ¿por qué no lo hacen ustedes?”. Encantadas lo haríamos porque lo consideramos una responsabilidad pero debemos respetar el criterio que maneja cada jueza, no podemos abordar algo que ya tiene otro tipo de lineamientos.
-¿Se sienten impotentes?
-Sucede que nosotras vemos a la víctima, la escuchamos, la recibimos y tratamos de contenerla. Muchas veces gracias al SAVD y al MPF se garantiza que la víctima pueda dormir tranquila viernes, sábado y domingo hasta que llega el lunes y va a hacer el trámite hasta la Asesoría de Familia. El Juzgado trabaja con otros tiempos. Muchas veces una medida para una víctima es por 90 días pero en ese lapso la situación no se resolvió. Entonces si trabajamos un poco más ajustándonos a la ley que sea por tiempo indeterminado. La violencia sigue en lo familiar y por lo que vivimos acá no tenemos la certeza de que se solucione en 90 días. Es bastante complejo. Una mujer denunció hoy y a la semana la tengo denunciando otra vez porque no tuvo respuesta sobre la medida, con la diferencia de que es más grave el contenido. En el común denominador la gente considera que una bofetada puede no ser grave pero así comienza el círculo de la violencia. Después se pasa a más daño físico y se incrementa la agresividad en la violencia.
-¿Por qué es tan difícil?, ¿no se puede resolver con un llamado?
-Las preguntas sobre tiempos y razones debería contestarlas la persona con competencia que decide sobre las medidas cautelares. Nosotros somos auxiliares. La palabra impotencia suena fuerte pero también es justa, es a medida. Es muy complicado recibir a una persona por una situación y a la semana verla por otra más grave. Se hacen seguimientos. No es que recibimos la denuncia y nos olvidamos de la víctima. Llamamos, vamos a domicilio, consultamos, hasta roza lo pesado pero al menos tenemos la seguridad de que esa persona está bien. Fiscalía nos manda oficio para que entrevistemos a la víctima y saber si necesita del SAVD. Se cumple una función que si bien es inherente a la justicia, roza lo familiar. Es muy complejo. Lo tomamos como una responsabilidad, no como una carga porque queremos dar soluciones en la medida que podamos. Muchas veces se vulneran los derechos de los menores y se expone el problema familiar con hombres que deciden quedarse con los hijos y se los arrebatan a la madre aunque los nenes no quieren. Es un tira y afloje donde la violencia familiar se encierra y se concentra ahí. Los hijos se victimizan por la situación de pareja. Ahí afloran cuestiones como hijos que le pegan a la madre. Hay de todo.
-Alesi hizo advertencias muy graves sobre la desprotección de las mujeres…
-No considero que lo de Alesi sea descabellado. Son cosas fuertes pero habla con la realidad porque acá lo único que falta es unificar criterios de trabajo. Un caso reciente: una víctima de violencia en la madrugada pide que la Comisaría de la Mujer de Rawson autorice la medida cautelar para tenerla de inmediato. ¿El hecho y nuestra jurisdicción es en Trelew y debe resolver la medida un juez de Rawson? La misma gente pide la intervención porque en Rawson tienen la medida de inmediato. ¿Cómo puedo sentirme como jefa de una Comisaría? ¿Cómo se siente el equipo de trabajo capacitado para afrontar esta problemática?
-¿Se puede denunciar en otra jurisdicción?
-La medida se la iban a dar igual en Rawson, el juez trata de resguardar a la víctima. Lo primero es cuidarla y después se discute la jurisdicción y si corresponde un tiempo determinado o indeterminado. Pero primero es que no sea de nuevo víctima de violencia, lo cual es lo que corresponde. Del Juzgado de Familia (de Trelew) no puedo aseverar o decir nada porque es dar una respuesta que deben dar las juezas.
El ideal

-¿Cómo debería ser el sistema según su punto de vista?
-Lo ideal sería que podamos iniciar el expediente y el mismo día comunicarnos con el juez como hacemos con el fiscal de turno. “Tenemos esta situación y vamos a oficiar para pedir la medida cautelar, eso lo que pide la víctima y es lo que atendiendo el peso de la causa sugerimos desde acá”. No voy a cuestionar a la víctima, tengo que protegerla. Lo ideal sería que el expediente del pedido de la medida cautelar surja de la Comisaría y de esa manera  tenemos contralor para saber qué se resolvió. Así una vez autorizado visitamos el domicilio y si llega a haber inconveniente libramos copia del oficio a la Comisaría de la jurisdicción para que sepan que si llaman pidiendo refuerzo policial, esa persona tiene prohibición de acercamiento, no puede entrar al domicilio ni a ningún otro lugar donde la mujer tenga actividad. Si está irrumpiendo tiene que detenerlo.
-¿El escenario se agravó en términos de violencia de género?
-Se incrementó el índice de violencia. En marzo se abordaron 69 denuncias y en abril pasamos a 89, es mucho. Ya llegamos a cerca de 400 denuncias y más de 240 actas de presentación. Antes se le llamaba exposición policial y era arancelada. Para que la víctima no tuviera que encima pagar  por cada presentación, se resolvió que haga actas.
-¿Los barrios se repiten en el origen de las denuncias?
-Sí, mucho. El Inta es bastante crítico y muy complejo.#

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Campaña solidaria que lidera la Comisaría de la Mujer
10 MAY 2017 - 20:25

Por Rolando Tobarez
Twitter: @rtobarez

-¿Es verdad que hay mujeres que escapan a otras provincias por la violencia de género?
-Sí, es lamentable y triste. Como Comisaría recibimos la denuncia para que se inicie el expediente y se divide en dos: lo penal, donde interviene el Ministerio Público Fiscal, y por otro lado la Asesoría y el Juzgado de Familia. La mujer debe ir denuncia en mano a Paraguay 89, donde es asesorada nuevamente y debe volver a comentar exactamente lo mismo que vino a denunciar acá. La estamos revictimizando porque es contar dos veces la misma historia y no todas las denuncias tienen el mismo tenor, peso y gravedad. Vienen acá a buscar una solución a su problema.
-¿Hoy cómo se maneja la situación?
-Va con la denuncia, es asesorada, vuelve a contar la historia y es la víctima la que debe pedir la medida cautelar, exclusión de hogar o prohibición de acercamiento. El problema es el tiempo. Muchas veces nos preguntan: “¿Y cuándo van a dar la medida?”. Si nosotras pudiéramos iniciar el expediente la medida la estoy pidiendo ya, porque el problema lo tienen ahora y no es su primera vez. Cuando piden la medida le dicen: “Te vamos a estar llamando”. Tenemos casos en que la persona espera, pasan semanas, hasta un mes, y no hubo llamado ni medida cautelar, y volvió a ser víctima de violencia física y psicológica con la intimación, el hostigamiento, la persecución, el control, le dicen todo el tiempo cómo está vestida, cómo va la criatura, dónde fue, con quién, en qué auto se subió, una persecución importante.
-¿Qué casos tuvieron?
-Tuvimos lamentablemente una señora de Gaiman que debió irse a Buenos Aires porque esperó y esperó la medida y nunca salió. Terminó prácticamente desquiciada, mal psicológicamente y debió tomar la decisión. Hablé con ella por teléfono y me dijo: “Estoy en Buenos Aires, conseguí trabajo, mi familia me trajo, la única manera de protegerme fue yéndome. Me siento segura y estoy bien”. No quiso pasar domicilio por seguridad. En otro caso alguien de Trelew debió irse a vivir a Rawson. Tuvimos que averiguar domicilio porque teníamos una actuación en trámite y tampoco quiso informar porque sabía que cuando se notifican las partes se conoce el domicilio.
-¿Cuáles son las consecuencias?
-Lo complejo es cuando no hay una respuesta y las personas son víctimas nuevamente, muchas veces de cosas peores. Una cosa es que vengas por hostigamiento, por persecución y otra es que después pasa lamentablemente a la violencia física. Tuvimos planteos más complejos: “¿Qué quieren?, ¿por qué no me dan la medida?, ¿quieren que me encuentre muerta, que me mate a palos?”. Es lo que tenemos que escuchar acá. Trabajé en la Comisaría de la Mujer de Rawson y el acompañamiento y las medidas del Juzgado fueron otras. Sinceramente desconozco el porqué de la diferencia. A veces hay conciliación, otras vuelven con sus parejas o hacen la denuncia y a los dos días vienen a levantarla porque se arrepintieron. Pero no estamos para juzgar a la víctima. Estamos para atenderla, contenerla y tratar de solucionar el  problema.
¿Para qué?

-¿Fueron los únicos casos de mujeres que escaparon?
-No, tenemos más. Hace una semana llamó una señora muy molesta: “¿Para qué está la Comisaría si no da una solución?”. Hay mujeres que salieron de acá diciendo: “Está bien, ya que no tengo una respuesta voy a ir al diario”. No se tiene en claro nuestra función y nuestro alcance legal. Realmente si pudiéramos unificar criterios de trabajo y que se adoptaran las medidas desde los otros organismos tendríamos otro tipo de solución. Trabajamos en un codo a codo con Fiscalía, con la Casa de la Mujer y con el Servicio de Atención a la Víctima del Delito. Pero el resultado que tuvimos hasta ahora son mujeres que llaman y dicen: “¿Para qué voy a denunciar si no tengo solución?” El tema es que lamentamos lo que viene después. Si no denuncia no hay cómo acreditar antecedentes.
-El tener que ir al Juzgado, ¿es la doble denuncia de la que habla el juez de Rawson, Martín Alesi?
-Exactamente. Sinceramente no puedo hablar de algo que desconozco pero como propuesta de trabajo, que con la denuncia que de la misma Comisaría surja el pedido. Tuvimos casos donde realmente la víctima no está en condiciones de pisar un escalón más. Hablamos de cruzar la mitad de Trelew, desde el pasaje San Juan hasta calle Paraguay. Recibimos hasta mujeres descalzas que salieron con lo puesto en una situación realmente grave. Cuando le decimos que tiene que ir personalmente a pedir la medida cautelar dicen: “¿De verdad?, ¿en serio tenemos que hacer esto nosotras?, ¿por qué no lo hacen ustedes?”. Encantadas lo haríamos porque lo consideramos una responsabilidad pero debemos respetar el criterio que maneja cada jueza, no podemos abordar algo que ya tiene otro tipo de lineamientos.
-¿Se sienten impotentes?
-Sucede que nosotras vemos a la víctima, la escuchamos, la recibimos y tratamos de contenerla. Muchas veces gracias al SAVD y al MPF se garantiza que la víctima pueda dormir tranquila viernes, sábado y domingo hasta que llega el lunes y va a hacer el trámite hasta la Asesoría de Familia. El Juzgado trabaja con otros tiempos. Muchas veces una medida para una víctima es por 90 días pero en ese lapso la situación no se resolvió. Entonces si trabajamos un poco más ajustándonos a la ley que sea por tiempo indeterminado. La violencia sigue en lo familiar y por lo que vivimos acá no tenemos la certeza de que se solucione en 90 días. Es bastante complejo. Una mujer denunció hoy y a la semana la tengo denunciando otra vez porque no tuvo respuesta sobre la medida, con la diferencia de que es más grave el contenido. En el común denominador la gente considera que una bofetada puede no ser grave pero así comienza el círculo de la violencia. Después se pasa a más daño físico y se incrementa la agresividad en la violencia.
-¿Por qué es tan difícil?, ¿no se puede resolver con un llamado?
-Las preguntas sobre tiempos y razones debería contestarlas la persona con competencia que decide sobre las medidas cautelares. Nosotros somos auxiliares. La palabra impotencia suena fuerte pero también es justa, es a medida. Es muy complicado recibir a una persona por una situación y a la semana verla por otra más grave. Se hacen seguimientos. No es que recibimos la denuncia y nos olvidamos de la víctima. Llamamos, vamos a domicilio, consultamos, hasta roza lo pesado pero al menos tenemos la seguridad de que esa persona está bien. Fiscalía nos manda oficio para que entrevistemos a la víctima y saber si necesita del SAVD. Se cumple una función que si bien es inherente a la justicia, roza lo familiar. Es muy complejo. Lo tomamos como una responsabilidad, no como una carga porque queremos dar soluciones en la medida que podamos. Muchas veces se vulneran los derechos de los menores y se expone el problema familiar con hombres que deciden quedarse con los hijos y se los arrebatan a la madre aunque los nenes no quieren. Es un tira y afloje donde la violencia familiar se encierra y se concentra ahí. Los hijos se victimizan por la situación de pareja. Ahí afloran cuestiones como hijos que le pegan a la madre. Hay de todo.
-Alesi hizo advertencias muy graves sobre la desprotección de las mujeres…
-No considero que lo de Alesi sea descabellado. Son cosas fuertes pero habla con la realidad porque acá lo único que falta es unificar criterios de trabajo. Un caso reciente: una víctima de violencia en la madrugada pide que la Comisaría de la Mujer de Rawson autorice la medida cautelar para tenerla de inmediato. ¿El hecho y nuestra jurisdicción es en Trelew y debe resolver la medida un juez de Rawson? La misma gente pide la intervención porque en Rawson tienen la medida de inmediato. ¿Cómo puedo sentirme como jefa de una Comisaría? ¿Cómo se siente el equipo de trabajo capacitado para afrontar esta problemática?
-¿Se puede denunciar en otra jurisdicción?
-La medida se la iban a dar igual en Rawson, el juez trata de resguardar a la víctima. Lo primero es cuidarla y después se discute la jurisdicción y si corresponde un tiempo determinado o indeterminado. Pero primero es que no sea de nuevo víctima de violencia, lo cual es lo que corresponde. Del Juzgado de Familia (de Trelew) no puedo aseverar o decir nada porque es dar una respuesta que deben dar las juezas.
El ideal

-¿Cómo debería ser el sistema según su punto de vista?
-Lo ideal sería que podamos iniciar el expediente y el mismo día comunicarnos con el juez como hacemos con el fiscal de turno. “Tenemos esta situación y vamos a oficiar para pedir la medida cautelar, eso lo que pide la víctima y es lo que atendiendo el peso de la causa sugerimos desde acá”. No voy a cuestionar a la víctima, tengo que protegerla. Lo ideal sería que el expediente del pedido de la medida cautelar surja de la Comisaría y de esa manera  tenemos contralor para saber qué se resolvió. Así una vez autorizado visitamos el domicilio y si llega a haber inconveniente libramos copia del oficio a la Comisaría de la jurisdicción para que sepan que si llaman pidiendo refuerzo policial, esa persona tiene prohibición de acercamiento, no puede entrar al domicilio ni a ningún otro lugar donde la mujer tenga actividad. Si está irrumpiendo tiene que detenerlo.
-¿El escenario se agravó en términos de violencia de género?
-Se incrementó el índice de violencia. En marzo se abordaron 69 denuncias y en abril pasamos a 89, es mucho. Ya llegamos a cerca de 400 denuncias y más de 240 actas de presentación. Antes se le llamaba exposición policial y era arancelada. Para que la víctima no tuviera que encima pagar  por cada presentación, se resolvió que haga actas.
-¿Los barrios se repiten en el origen de las denuncias?
-Sí, mucho. El Inta es bastante crítico y muy complejo.#


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