Crimen de Lineros: un intenso desfile de testigos en tribunales de Rawson
Declararon por el asesinato ocurrido en el barrio parque Gregorio Mayo. El único acusado es Alejandro Gajardo.
En la cuarta jornada del juicio oral y público contra Alejandro Gajardo por el homicidio de Agustín Lineros, se escucharon los testimonios de más policías que trabajaron en las actuaciones durante la investigación.
Además habló una profesional de la Medicina a quien la defensa la interrogó sobre lesiones ocasionadas en un accidente doméstico que en Trelew tuvo el hermano adolescente del imputado, un año antes de producirse el crimen, en el barrio parque Gregorio Mayo de Rawson.
A su vez se espera que hoy comiencen a declarar testigos para los intereses del defensor Omar López, entre ellos más policías, amigos del imputado y profesionales en pericias criminalísticas.
La muerte de Lineros se produjo como consecuencia del enfrentamiento entre grupos antagónicos de ese barrio de Rawson. El autor utilizó un revólver calibre 38 que nunca apareció a pesar de los allanamientos inmediatos realizados por la Policía. Uno de los disparos fue a dar en el abdomen de la víctima. El otro produjo una lesión irreversible. Dio cerca de la axila izquierda causando un “shock hipovolémico” que hicieron imposible los esfuerzos médicos para reanimarlo.
Los disparos efectuados presumiblemente por Gajardo se produjeron tras una pelea a golpes de puño entre otros dos jóvenes. Los integrantes del grupo que acompañaba a la víctima no estaban armados. Fue en el playón deportivo del barrio Gregorio Mayo de Rawson, sobre la ruta provincial 7 en su ingreso a la capital provincial.
El hermano del imputado
Las razones de la presencia de la médica Daniela Fogel en la sala como testigo del defensor Omar López, sólo quedará completamente dilucidada al momento del alegato por parte del defensor del imputado. Esto es porque el interrogatorio se circunscribió a un acontecimiento que en principio poco tiene que ver con el hecho que se investiga, según el parte de prensa de Fiscalía.
Las preguntas del defensor a la médica estuvieron relacionadas con la atención que brindó a un hermano del imputado, Matías Gajardo, que se produjo en el mes de abril del año 2015 en la sala de guardias del Hospital de Trelew, es decir más de un año después del incidente que tiene a Alejandro Gajardo en el banquillo de los acusados por haber disparado dos veces y dando muerte con un arma de fuego a Agustín Lineros.
Según la médica Fogel, el adolescente Matías Gajardo padecía un trastorno psiquiátrico sin tratamiento médico y su ingreso al Hospital Zonal de Trelew, según el testimonio de su madre, se debió a una caída que tuvo en su casa que le produjo un fuerte traumatismo en la cabeza.
Coartada que no prosperó
Cabe destacar que en la investigación el nombre de Matías Gajardo aparece como coartada de la defensa apenas iniciada la investigación, como el presunto autor de los disparos que terminaron con la vida de Lineros, hipótesis que de haber prosperado judicialmente, no lo habría llevado a la cárcel por su inimputabilidad relativa, al ser menor de 18 años.
Pero la presencia de tres testigos de la agresión que con claridad reconocieron en rueda de personas a Alejandro Gajardo como el autor de los disparos, llevaron a que este sea el imputado al punto tal de estar sometido al juicio oral y público que ante tres jueces, se realiza en la Oficina Judicial de Rawson.
Dermonitrotest
En la audiencia de este jueves también declaró el oficial principal Cristian Ríos a cargo de la guardia en la Comisaría de Rawson al momento de la detención de Alejandro Gajardo, unas 10 horas después de haberse producido el incidente.
En este sentido el defensor López orientó su interrogatorio al extravío de las pruebas de dermonitrotest realizadas al imputado por parte del personal del Área Criminalística.
Charla
En una conversación informal con la madre de la víctima, el fiscal general Heiber le explicó que esa pérdida no tiene real trascendencia probatoria para la Fiscalía.
Para ello tuvo en cuenta el tiempo pasado entre el momento de los disparos y las pruebas realizadas a Gajardo, ante la posibilidad de que se hubiese lavado las manos para evitar así un posible resultado positivo del estudio. El juicio ya se encuentra en la etapa final de la ronda de testigos.
En la cuarta jornada del juicio oral y público contra Alejandro Gajardo por el homicidio de Agustín Lineros, se escucharon los testimonios de más policías que trabajaron en las actuaciones durante la investigación.
Además habló una profesional de la Medicina a quien la defensa la interrogó sobre lesiones ocasionadas en un accidente doméstico que en Trelew tuvo el hermano adolescente del imputado, un año antes de producirse el crimen, en el barrio parque Gregorio Mayo de Rawson.
A su vez se espera que hoy comiencen a declarar testigos para los intereses del defensor Omar López, entre ellos más policías, amigos del imputado y profesionales en pericias criminalísticas.
La muerte de Lineros se produjo como consecuencia del enfrentamiento entre grupos antagónicos de ese barrio de Rawson. El autor utilizó un revólver calibre 38 que nunca apareció a pesar de los allanamientos inmediatos realizados por la Policía. Uno de los disparos fue a dar en el abdomen de la víctima. El otro produjo una lesión irreversible. Dio cerca de la axila izquierda causando un “shock hipovolémico” que hicieron imposible los esfuerzos médicos para reanimarlo.
Los disparos efectuados presumiblemente por Gajardo se produjeron tras una pelea a golpes de puño entre otros dos jóvenes. Los integrantes del grupo que acompañaba a la víctima no estaban armados. Fue en el playón deportivo del barrio Gregorio Mayo de Rawson, sobre la ruta provincial 7 en su ingreso a la capital provincial.
El hermano del imputado
Las razones de la presencia de la médica Daniela Fogel en la sala como testigo del defensor Omar López, sólo quedará completamente dilucidada al momento del alegato por parte del defensor del imputado. Esto es porque el interrogatorio se circunscribió a un acontecimiento que en principio poco tiene que ver con el hecho que se investiga, según el parte de prensa de Fiscalía.
Las preguntas del defensor a la médica estuvieron relacionadas con la atención que brindó a un hermano del imputado, Matías Gajardo, que se produjo en el mes de abril del año 2015 en la sala de guardias del Hospital de Trelew, es decir más de un año después del incidente que tiene a Alejandro Gajardo en el banquillo de los acusados por haber disparado dos veces y dando muerte con un arma de fuego a Agustín Lineros.
Según la médica Fogel, el adolescente Matías Gajardo padecía un trastorno psiquiátrico sin tratamiento médico y su ingreso al Hospital Zonal de Trelew, según el testimonio de su madre, se debió a una caída que tuvo en su casa que le produjo un fuerte traumatismo en la cabeza.
Coartada que no prosperó
Cabe destacar que en la investigación el nombre de Matías Gajardo aparece como coartada de la defensa apenas iniciada la investigación, como el presunto autor de los disparos que terminaron con la vida de Lineros, hipótesis que de haber prosperado judicialmente, no lo habría llevado a la cárcel por su inimputabilidad relativa, al ser menor de 18 años.
Pero la presencia de tres testigos de la agresión que con claridad reconocieron en rueda de personas a Alejandro Gajardo como el autor de los disparos, llevaron a que este sea el imputado al punto tal de estar sometido al juicio oral y público que ante tres jueces, se realiza en la Oficina Judicial de Rawson.
Dermonitrotest
En la audiencia de este jueves también declaró el oficial principal Cristian Ríos a cargo de la guardia en la Comisaría de Rawson al momento de la detención de Alejandro Gajardo, unas 10 horas después de haberse producido el incidente.
En este sentido el defensor López orientó su interrogatorio al extravío de las pruebas de dermonitrotest realizadas al imputado por parte del personal del Área Criminalística.
Charla
En una conversación informal con la madre de la víctima, el fiscal general Heiber le explicó que esa pérdida no tiene real trascendencia probatoria para la Fiscalía.
Para ello tuvo en cuenta el tiempo pasado entre el momento de los disparos y las pruebas realizadas a Gajardo, ante la posibilidad de que se hubiese lavado las manos para evitar así un posible resultado positivo del estudio. El juicio ya se encuentra en la etapa final de la ronda de testigos.