La primera investigación estuvo a cargo del entonces juez de Instrucción Florencio Minatta. En 2002 fueron llevados a juicio tres personas: Daniel Viti, Richard Smith y Alejandro Jara. Los tres fueron absueltos por el tribunal compuesto por Daniel Rebagliati Russell, Roberto Portela y Juan Di Nardo. Pese a esta decisión, todos los indicios indicaron –entonces y ahora- que el crimen de Gangeme se debió a su trabajo periodístico. Al momento de su homicidio dirigía El Informador Chubutense, un semanario que reflejaba su estilo frontal y polémico.
En 2011 hubo una segunda investigación, que impulsó el procurador general Jorge Miquelarena. Se tomaron nuevos testimonios y se reafirmaron otros. Pero los fiscales Fernando Rivarola y Mirta Moreno no hallaron pruebas suficientes para otra imputación. El caso prescribió por el paso del tiempo. Quedó flotando el nombre de Laurindo Vélez Galván, un sujeto con antecedentes que para muchos, fue el sicario que ejecutó a Gangeme. Murió en un accidente cuando la pesquisa ya le apuntaba.
Pablo Gangeme, hijo del periodista, llevó el tema hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Su esperanza de máxima es que se anule el proceso judicial entero; de mínima, que los responsables de una investigación al menos desprolija sean sancionados por su responsabilidad. Hasta ahora no hay novedades.
La primera investigación estuvo a cargo del entonces juez de Instrucción Florencio Minatta. En 2002 fueron llevados a juicio tres personas: Daniel Viti, Richard Smith y Alejandro Jara. Los tres fueron absueltos por el tribunal compuesto por Daniel Rebagliati Russell, Roberto Portela y Juan Di Nardo. Pese a esta decisión, todos los indicios indicaron –entonces y ahora- que el crimen de Gangeme se debió a su trabajo periodístico. Al momento de su homicidio dirigía El Informador Chubutense, un semanario que reflejaba su estilo frontal y polémico.
En 2011 hubo una segunda investigación, que impulsó el procurador general Jorge Miquelarena. Se tomaron nuevos testimonios y se reafirmaron otros. Pero los fiscales Fernando Rivarola y Mirta Moreno no hallaron pruebas suficientes para otra imputación. El caso prescribió por el paso del tiempo. Quedó flotando el nombre de Laurindo Vélez Galván, un sujeto con antecedentes que para muchos, fue el sicario que ejecutó a Gangeme. Murió en un accidente cuando la pesquisa ya le apuntaba.
Pablo Gangeme, hijo del periodista, llevó el tema hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Su esperanza de máxima es que se anule el proceso judicial entero; de mínima, que los responsables de una investigación al menos desprolija sean sancionados por su responsabilidad. Hasta ahora no hay novedades.