Un mural con las vivencias del temporal

Los alumnos de la Escuela Nº 155, “Máximo Fernández Coria”, ubicada en el barrio Pueyrredón de Comodoro Rivadavia, elaboraron bocetos sobre sus sensaciones respecto a la catástrofe climática que afectó a la ciudad y luego los plasmaron en un mural adentro del establecimiento.

Fue una actividad propuesta por la Oficina de Derechos y Garantías de la Niñez, Adolescencia y Familia.
17 MAY 2017 - 19:51 | Actualizado

Fue una actividad propuesta por la Oficina de Derechos y Garantías de la Niñez, Adolescencia y Familia, y otros organismos pertinentes.

La oficina de Derechos y Garantías de la Niñez, Adolescencia y Familia, que depende del Concejo Deliberante, elaboró un proyecto en conjunto con la Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia y la Dirección del Sistema de Protección de la Niñez, Adolescencia y Familia, para trabajar con alumnos de la Escuela Nº 155 respecto a sus sensaciones tras el temporal.

“Esta propuesta consta de trabajar en la postemergencia sobre el desastre natural climático que padeció la ciudad hace casi 55 días. Se propuso trabajar mediante la expresión artística -en este caso murales- para que los chicos puedan pasar de sujetos damnificados a sujetos activos de derecho”, explicó Patricia Stefanazzi, directora de la Oficina de Derechos y Garantías.

Durante dos días los chicos de todos los cursos hicieron los bocetos en base a su representación de lo sucedido y se juntaron todas las hojas para que los muralistas que vinieron desde Buenos Aires pudieran tomar la idea general para llevarla a la pared, respetando siempre lo que querían expresar los chicos. Y finalmente este miércoles los dibujos comenzaron a tomar vida en la pared. “La idea es que ellos puedan plasmar en los murales sus emociones, lo que piensan, sus sentimientos, el ámbito del interés superior del niño. Algunos lo pudieron vivenciar directamente y otros de forma indirecta, con la experiencia de familiares, amigos o vecinos”, adujo Stefanazzi.

La propuesta resultó exitosa porque además los niños pudieron expresarse sin imágenes violentas, destacando lo más notable para ellos.

En este sentido, Stefanazzi resaltó que “los niños pudieron trabajar siempre desde lo positivo, por eso además de la lluvia y el barro, aparece el sol, muchas manos, gente trabajando, los vecinos. También se podía observar la imagen de las máquinas en los dibujos. Estamos muy contentos de trabajar desde lo emocional de los niños”.

Las más leídas

Fue una actividad propuesta por la Oficina de Derechos y Garantías de la Niñez, Adolescencia y Familia.
17 MAY 2017 - 19:51

Fue una actividad propuesta por la Oficina de Derechos y Garantías de la Niñez, Adolescencia y Familia, y otros organismos pertinentes.

La oficina de Derechos y Garantías de la Niñez, Adolescencia y Familia, que depende del Concejo Deliberante, elaboró un proyecto en conjunto con la Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia y la Dirección del Sistema de Protección de la Niñez, Adolescencia y Familia, para trabajar con alumnos de la Escuela Nº 155 respecto a sus sensaciones tras el temporal.

“Esta propuesta consta de trabajar en la postemergencia sobre el desastre natural climático que padeció la ciudad hace casi 55 días. Se propuso trabajar mediante la expresión artística -en este caso murales- para que los chicos puedan pasar de sujetos damnificados a sujetos activos de derecho”, explicó Patricia Stefanazzi, directora de la Oficina de Derechos y Garantías.

Durante dos días los chicos de todos los cursos hicieron los bocetos en base a su representación de lo sucedido y se juntaron todas las hojas para que los muralistas que vinieron desde Buenos Aires pudieran tomar la idea general para llevarla a la pared, respetando siempre lo que querían expresar los chicos. Y finalmente este miércoles los dibujos comenzaron a tomar vida en la pared. “La idea es que ellos puedan plasmar en los murales sus emociones, lo que piensan, sus sentimientos, el ámbito del interés superior del niño. Algunos lo pudieron vivenciar directamente y otros de forma indirecta, con la experiencia de familiares, amigos o vecinos”, adujo Stefanazzi.

La propuesta resultó exitosa porque además los niños pudieron expresarse sin imágenes violentas, destacando lo más notable para ellos.

En este sentido, Stefanazzi resaltó que “los niños pudieron trabajar siempre desde lo positivo, por eso además de la lluvia y el barro, aparece el sol, muchas manos, gente trabajando, los vecinos. También se podía observar la imagen de las máquinas en los dibujos. Estamos muy contentos de trabajar desde lo emocional de los niños”.


NOTICIAS RELACIONADAS