Murieron 6 personas en una triple explosión en cadena en Afganistán

Al menos seis personas murieron y 87 resultaron heridas en tres explosiones en cadena, en las inmediaciones de una sala en la que tenía lugar el funeral de uno de los fallecidos ayer durante la represión a manifestantes que protestaban por el sangriento atentado del miércoles.

El atentado surge luego de las manifestaciones en contra del Gobierno del presidente de Afganistán, Asharf Ghani.
03 JUN 2017 - 14:18 | Actualizado

Tres atacantes suicidas se inmolaron sobre las 15.30 (las 8 de Agentina) en el área de Sra-e-Shamali, en el oeste de la capital afgana, cuando se celebraba el funeral de una de las cinco víctimas mortales de las protestas de ayer, explicó en rueda de prensa el jefe del gobierno afgano, Abdullah Abdullah.

"Cuando la gente estaba de pie para los rezos del funeral ocurrieron tres explosiones. (...) Los atacantes suicidas tomaron posiciones entre las personas que rezaban, esto muestra la gravedad del crimen del cobarde enemigo", detalló el dirigente, que se encontraba entre los asistentes al acto funerario.

Abdullah y el ministro de Relaciones Exteriores, Salahuddin Rabbani, se encontraban entre los asistentes al acto funerario, pero no resultaron heridos, según confirmaron en sus respectivas cuentas de Twitter y Facebook.

Además varios parlamentarios y altos cargos participaban también en el funeral, sin que se haya informado de víctimas entre ellos por el momento.

Según el último balance ofrecido por el portavoz del Ministerio de Salud Pública, Ismail Kawusi, seis personas murieron en el atentado y otras 87 han sido trasladadas a hospitales de la capital con heridas de diversa consideración.

Los talibanes se desvincularon del ataque y afirmaron que éste fue producto de la "enemistad entre los enemigos", en referencia a las disputas internas en el seno del Ejecutivo afgano, de acuerdo con un mensaje del portavoz insurgente Zabihullah Mujahid en su cuenta de Twitter.

Este es el segundo ataque de envergadura registrado en la capital afgana desde el miércoles, cuando un coche bomba causó 90 muertos y 463 heridos a la entrada a la zona de alta seguridad.

El atentado de hace tres días, que todavía no ha sido reivindicado por ningún grupo insurgente, es uno de los más sangrientos desde la invasión estadounidense en 2001 y ayer provocó protestas violentas que se saldaron con cinco muertos y diez heridos.

El presidente afgano, Ashraf Gani, consideró que el país se encuentra "bajo ataque" y llamó a la calma.

"El presidente condena el atroz atentado contra los dolientes que enterraban al muerto. El país está bajo ataque, debemos ser fuertes y (permanecer) unidos", indicó el Palacio Presidencial en su cuenta de Twitter.

El dirigente pidió a los afganos "unidad" para enfrentar los futuros desafíos, un mensaje que llega después de una semana negra en la capital afgana.

El atentado surge luego de las manifestaciones en contra del Gobierno del presidente de Afganistán, Asharf Ghani.
03 JUN 2017 - 14:18

Tres atacantes suicidas se inmolaron sobre las 15.30 (las 8 de Agentina) en el área de Sra-e-Shamali, en el oeste de la capital afgana, cuando se celebraba el funeral de una de las cinco víctimas mortales de las protestas de ayer, explicó en rueda de prensa el jefe del gobierno afgano, Abdullah Abdullah.

"Cuando la gente estaba de pie para los rezos del funeral ocurrieron tres explosiones. (...) Los atacantes suicidas tomaron posiciones entre las personas que rezaban, esto muestra la gravedad del crimen del cobarde enemigo", detalló el dirigente, que se encontraba entre los asistentes al acto funerario.

Abdullah y el ministro de Relaciones Exteriores, Salahuddin Rabbani, se encontraban entre los asistentes al acto funerario, pero no resultaron heridos, según confirmaron en sus respectivas cuentas de Twitter y Facebook.

Además varios parlamentarios y altos cargos participaban también en el funeral, sin que se haya informado de víctimas entre ellos por el momento.

Según el último balance ofrecido por el portavoz del Ministerio de Salud Pública, Ismail Kawusi, seis personas murieron en el atentado y otras 87 han sido trasladadas a hospitales de la capital con heridas de diversa consideración.

Los talibanes se desvincularon del ataque y afirmaron que éste fue producto de la "enemistad entre los enemigos", en referencia a las disputas internas en el seno del Ejecutivo afgano, de acuerdo con un mensaje del portavoz insurgente Zabihullah Mujahid en su cuenta de Twitter.

Este es el segundo ataque de envergadura registrado en la capital afgana desde el miércoles, cuando un coche bomba causó 90 muertos y 463 heridos a la entrada a la zona de alta seguridad.

El atentado de hace tres días, que todavía no ha sido reivindicado por ningún grupo insurgente, es uno de los más sangrientos desde la invasión estadounidense en 2001 y ayer provocó protestas violentas que se saldaron con cinco muertos y diez heridos.

El presidente afgano, Ashraf Gani, consideró que el país se encuentra "bajo ataque" y llamó a la calma.

"El presidente condena el atroz atentado contra los dolientes que enterraban al muerto. El país está bajo ataque, debemos ser fuertes y (permanecer) unidos", indicó el Palacio Presidencial en su cuenta de Twitter.

El dirigente pidió a los afganos "unidad" para enfrentar los futuros desafíos, un mensaje que llega después de una semana negra en la capital afgana.


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