Lago Puelo: violento asalto a docente jubilada
La víctima fue identificada como Beatriz Elena Silva y es la segunda vez que la asaltan. Fue atacada por dos delincuentes mientras dormía y le sustrajeron tres mil pesos de su billetera. Con temor y enfado, sostuvo que no volverá a su casa hasta que no coloque rejas y alarma en el lugar.
Una mujer sufrió el sábado a la madrugada un violento asalto en su casa de las afueras de Lago Puelo. Beatriz Elena Silva relató a Jornada lo que le sucedió en circunstancias que descansaba, y por una ventana tras romper el vidrio, ingresaron dos sujetos encapuchados y armados.
Al dar detalles del hecho, la vecina de aquella localidad de la Comarca Andina, docente jubilada de 65 años, recordó que un mes y medio atrás, le ocurrió algo similar. En esa ocasión le dieron vuelta toda la casa prácticamente buscando plata los cacos, lo que no encontraron, y al cabo de las actuaciones de la Policía, la Fiscalía determinó que no se tenía ningún elemento de prueba que hicieran a la prosecución de la causa.
Enojada, Silva dijo que le molesta que en el marco de las investigaciones le revuelven todo de su vivienda, toman huellas y “terminan preguntándome cosas que nada que ver”.
A punta de pistola
Estaba de viaje la exprofesora y regresó hace dos semanas. El sábado alrededor de la 1.10, mientras dormía, entraron por el mismo lugar que en el asalto de la vez anterior, rompiendo otro de los vidrios. “Yo estaba dormida profundamente, y de pronto se me apareció una persona con una pistola”, narró Beatriz Elena Silva.
El individuo estaba acompañado de otro, ambos cubiertos el rostro, y le empezaron a pedir les diga dónde tenía la plata. Ella tomó su cartera y les dio los $ 3.000 que tenía, y les pidió que le dejaran el documento de identidad.
Reclamó que “esto no puede quedar como que fue un robo y nada más”, y comentó que no regresará a su domicilio hasta que estén colocadas las rejas y la alarma.
La mujer lamentó que en una localidad tan linda y tranquila, a la que llegó y compró un terreno que fraccionó y les compartió a sus hijos, y eligió para vivir, estén pasando estas situaciones violentas.
Silva también pidió a sus vecinos solidaridad, para evitar estos hechos como el vivido por ella el fin de semana, e insistió en que “tomé la decisión de no volver a mi casa hasta que estén colocadas las rejas que hice hacer, y sea instalada la alarma”.
Enfatizó finalmente que debe procurar su seguridad, cuando “los chorros andan tranquilos por las calles. Por favor que la Policía se ponga las pilas y se dejen de joder”.#
Una mujer sufrió el sábado a la madrugada un violento asalto en su casa de las afueras de Lago Puelo. Beatriz Elena Silva relató a Jornada lo que le sucedió en circunstancias que descansaba, y por una ventana tras romper el vidrio, ingresaron dos sujetos encapuchados y armados.
Al dar detalles del hecho, la vecina de aquella localidad de la Comarca Andina, docente jubilada de 65 años, recordó que un mes y medio atrás, le ocurrió algo similar. En esa ocasión le dieron vuelta toda la casa prácticamente buscando plata los cacos, lo que no encontraron, y al cabo de las actuaciones de la Policía, la Fiscalía determinó que no se tenía ningún elemento de prueba que hicieran a la prosecución de la causa.
Enojada, Silva dijo que le molesta que en el marco de las investigaciones le revuelven todo de su vivienda, toman huellas y “terminan preguntándome cosas que nada que ver”.
A punta de pistola
Estaba de viaje la exprofesora y regresó hace dos semanas. El sábado alrededor de la 1.10, mientras dormía, entraron por el mismo lugar que en el asalto de la vez anterior, rompiendo otro de los vidrios. “Yo estaba dormida profundamente, y de pronto se me apareció una persona con una pistola”, narró Beatriz Elena Silva.
El individuo estaba acompañado de otro, ambos cubiertos el rostro, y le empezaron a pedir les diga dónde tenía la plata. Ella tomó su cartera y les dio los $ 3.000 que tenía, y les pidió que le dejaran el documento de identidad.
Reclamó que “esto no puede quedar como que fue un robo y nada más”, y comentó que no regresará a su domicilio hasta que estén colocadas las rejas y la alarma.
La mujer lamentó que en una localidad tan linda y tranquila, a la que llegó y compró un terreno que fraccionó y les compartió a sus hijos, y eligió para vivir, estén pasando estas situaciones violentas.
Silva también pidió a sus vecinos solidaridad, para evitar estos hechos como el vivido por ella el fin de semana, e insistió en que “tomé la decisión de no volver a mi casa hasta que estén colocadas las rejas que hice hacer, y sea instalada la alarma”.
Enfatizó finalmente que debe procurar su seguridad, cuando “los chorros andan tranquilos por las calles. Por favor que la Policía se ponga las pilas y se dejen de joder”.#