El homo sapiens sería 100 mil años más antiguo de lo esperado

Fósiles de Homo sapiens de 300.000 años de antigüedad fueron descubiertos en Marruecos por un grupo de investigadores de la ciudad alemana Leipzig. Este hallazgo abre un nuevo debate científico sobre el origen de la humanidad.

07 JUN 2017 - 19:58 | Actualizado

El hallazgo fue publicado por la revista Nature, que destaca que estos restos serían 100.000 años anteriores a los hallazgos considerados hasta ahora más antiguos, descubiertos en Etiopía y que datan de hace unos 195.000 años.
El líder del equipo del Instituto Max-Planck (MPI), Jean-Jacques Hublin, admitió que los investigadores también atribuyen ahora al Homo sapiens un fragmento de cráneo encontrado en Florisbad (Sudáfrica) y con una antigüedad estimada de 260.000 años.
"Pensábamos desde hace bastante tiempo que la cuna de la humanidad se remontaba a 200.000 años en algún lugar del este de África", señaló Hublin, y añadió: "nuestros datos muestran, sin embargo, que el Homo sapiens se expandió por todo el continente hace unos 300.000 años"
Según los expertos, mucho antes de que el hombre moderno abandonase África, hace unos 100.000 años, podría haber habitado todo el continente; los científicos del instituto antropológico alemán llegaron a esta conclusión después de hallar en la localidad de Jebel Irhoud, a unos 100 kilómetros al noroeste de Marrakech, 22 restos fosilizados de huesos, cráneos, mandíbulas y dientes que pertenecían a, al menos, cinco personas.
Hublin y su equipo estudiaron con especial precisión fragmentos pertenecientes a los cráneos mediante la utilización de análisis estadísticos y valiéndose asimismo de moderna tomografía computarizada (micro-CT).
Los datos obtenidos durante la investigación permiten además obtener detalles más precisos en términos cronológicos; así, los investigadores alemanes concluyen que la cara de los primeros Homo sapiens ya estaba completamente desarrollada, mientras que la parte trasera de la cabeza era más larga y más parecida a los miembros más antiguos del género homo.
"Esto significa que la forma de los huesos de la cara ya se desarrolló a nuestra manera desde el principio de la evolución", apuntó el coautor del estudio, Philipp Gunz.
Por el contrario, la forma del cerebro, y posiblemente también su función, ha cambiado en el desarrollo posterior; durante las excavaciones llevadas a cabo, los investigadores también encontraron una gran cantidad de huesos, algunos de ellos de gacelas, así como algunas herramientas que les sirvieron para datar los hallazgos.
"En Yebel Irhoud tuvimos la suerte de que muchas de las herramientas de piedra habían sido calentados", explicó Daniel Richter, compañero de Hublin en el Instituto Max-Planck de Leipzig y autor principal de otro estudio anterior publicado también en Nature.
"Gracias a eso hemos sido capaces de aplicar la termoluminiscencia que ha permitido datar con precisión las diferentes capas de los hallazgos", añadió.
Esta técnica posibilita determinar la edad de elementos que hayan sido sometidos a calentamiento y es habitualmente utilizada en arqueología.
Otros expertos que no han participado en el estudio se refieren a él como un descubrimiento sensacional. Así, Chris Stringer y Julia Galway-Witham, del Museo Natural de Londres, señalan que están de acuerdo con Hublin y su equipo en que los fósiles hallados en Marrakech constituyen la evidencia más antigua de una fase "premoderna" en la evolución del Homo sapiens.
No obstante, indicaron que existen muy pocos fósiles que permitan confirmar que el hombre moderno se expandió hace 250.000 años en toda África.
El hallazgo pone además de manifiesto que en la época del Homo sapiens vivían más especies de homínidos de las que se pensaba hasta ahora. Junto a los neandertales y el hombre Denisova en Siberia, convivía también el Homo naledi en África.

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07 JUN 2017 - 19:58

El hallazgo fue publicado por la revista Nature, que destaca que estos restos serían 100.000 años anteriores a los hallazgos considerados hasta ahora más antiguos, descubiertos en Etiopía y que datan de hace unos 195.000 años.
El líder del equipo del Instituto Max-Planck (MPI), Jean-Jacques Hublin, admitió que los investigadores también atribuyen ahora al Homo sapiens un fragmento de cráneo encontrado en Florisbad (Sudáfrica) y con una antigüedad estimada de 260.000 años.
"Pensábamos desde hace bastante tiempo que la cuna de la humanidad se remontaba a 200.000 años en algún lugar del este de África", señaló Hublin, y añadió: "nuestros datos muestran, sin embargo, que el Homo sapiens se expandió por todo el continente hace unos 300.000 años"
Según los expertos, mucho antes de que el hombre moderno abandonase África, hace unos 100.000 años, podría haber habitado todo el continente; los científicos del instituto antropológico alemán llegaron a esta conclusión después de hallar en la localidad de Jebel Irhoud, a unos 100 kilómetros al noroeste de Marrakech, 22 restos fosilizados de huesos, cráneos, mandíbulas y dientes que pertenecían a, al menos, cinco personas.
Hublin y su equipo estudiaron con especial precisión fragmentos pertenecientes a los cráneos mediante la utilización de análisis estadísticos y valiéndose asimismo de moderna tomografía computarizada (micro-CT).
Los datos obtenidos durante la investigación permiten además obtener detalles más precisos en términos cronológicos; así, los investigadores alemanes concluyen que la cara de los primeros Homo sapiens ya estaba completamente desarrollada, mientras que la parte trasera de la cabeza era más larga y más parecida a los miembros más antiguos del género homo.
"Esto significa que la forma de los huesos de la cara ya se desarrolló a nuestra manera desde el principio de la evolución", apuntó el coautor del estudio, Philipp Gunz.
Por el contrario, la forma del cerebro, y posiblemente también su función, ha cambiado en el desarrollo posterior; durante las excavaciones llevadas a cabo, los investigadores también encontraron una gran cantidad de huesos, algunos de ellos de gacelas, así como algunas herramientas que les sirvieron para datar los hallazgos.
"En Yebel Irhoud tuvimos la suerte de que muchas de las herramientas de piedra habían sido calentados", explicó Daniel Richter, compañero de Hublin en el Instituto Max-Planck de Leipzig y autor principal de otro estudio anterior publicado también en Nature.
"Gracias a eso hemos sido capaces de aplicar la termoluminiscencia que ha permitido datar con precisión las diferentes capas de los hallazgos", añadió.
Esta técnica posibilita determinar la edad de elementos que hayan sido sometidos a calentamiento y es habitualmente utilizada en arqueología.
Otros expertos que no han participado en el estudio se refieren a él como un descubrimiento sensacional. Así, Chris Stringer y Julia Galway-Witham, del Museo Natural de Londres, señalan que están de acuerdo con Hublin y su equipo en que los fósiles hallados en Marrakech constituyen la evidencia más antigua de una fase "premoderna" en la evolución del Homo sapiens.
No obstante, indicaron que existen muy pocos fósiles que permitan confirmar que el hombre moderno se expandió hace 250.000 años en toda África.
El hallazgo pone además de manifiesto que en la época del Homo sapiens vivían más especies de homínidos de las que se pensaba hasta ahora. Junto a los neandertales y el hombre Denisova en Siberia, convivía también el Homo naledi en África.


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