Polémica gastronómica: “No quiero la patente pero me molesta que roben ideas de chubutenses”

El empresario madrynense Luis Calderón salió al cruce del reconocido chef español Borja Blazquez, quien vendió su restaurante en Buenos Aires para producir un derivado del langostino. Reveló que lo desarrollaron juntos y en la provincia, pero el afamado cocinero lo habría patentado por su cuenta.

11 JUN 2017 - 22:30 | Actualizado

A principios de junio se conoció la noticia de que el chef español Borja Blazquez había vendido en subasta su restaurante “Casa Borja”, en el porteño barrio de San Telmo, ya que se dedicaría al desarrollo de un producto gastronómico de excelencia.

“Logré una fórmula única con más proteínas que la carne y más propiedades antioxidantes que el aceite de oliva que me llevó 20 años de investigación”, aseguró Blazquez al medio Minuto Uno. Explicó que se trata de “la preparación está hecha con los sobrantes de la pesca de langostinos, cigala y langosta, en principio, de Rawson y Puerto Madryn”.

La noticia en nuestra zona generó fuerte cuestionamiento, en especial tras conocerse la publicación del empresario y cocinero aficionado Luis Darío Calderón, quien afirmó que la idea no es propiedad exclusiva de Blázquez, sino que fue desarrollada en conjunto en la provincia, pero a la hora de patentar el producto el reconocido chef habría tomado la delantera y no habría participado al resto.

“Estaría bueno que este `señor´ cuente cómo fue que se hizo de esa fórmula, que dice es tan revolucionaria. No la desarrolló solo él sino que fue producto del trabajo de varias personas y una empresa de Chubut que le aporto el conocimiento, la mano de obra, las maquinarias y la materia prima para realizar los primeros ensayos. Una vez que los análisis dieron buenos resultados, este señor contrató un estudio de abogados y solicitó la patente del proceso a su exclusivo nombre, tres días antes de reunirse con los que él decía que eran sus socios para avanzar en el trámite de registro a nombre de las tres partes involucradas en el proceso de investigación y desarrollo. Conozco como fueron los hechos de primera mano, ya que fui una de las personas involucradas y estafadas por este personaje”, posteó Calderón en su cuenta de Facebook, debajo de la noticia del chef en medios porteños.

En FM Tiempo Madryn, Calderón afirmó que a la idea “no la veía como un negocio para hacerme millonario, sino que parte de qué hacer con el residuo del langostino, con las cabezas que se tiran; no descubro nada, ya que tiene un valor para usar en gastronomía, todo el sabor del langostino está dentro de la cabeza”.

“Desde las pruebas al producto, todo lo hicimos junto con este chef, mentiría si digo que era un invento mío y me lo robó, no es así, pero lo hicimos entre tres personas”. La tercera fue la ingeniera en Alimentos Jimena Arnoldi, con la ayuda de la empresa Fyrsa.

“Llegada la hora de darle forma al producto, de patentar el procedimiento, se adelantó y lo hizo a nombre de él cuando todos los ensayos lo hicimos en conjunto, fuimos haciendo pruebas, de todo salió un producto final, del trabajo de tres personas que aportaban lo que sabe cada uno”.

Si bien sus diferencias con Borja por el patentamiento surgieron hace tres años, no fue hasta la publicación que decidió hacer público su malestar

“Se me había pasado el entusiasmo por la idea, el producto todavía no lo está elaborando porque no se puede hacer en una casa; es un producto industrial derivado del langostino y requiere una planta procesadora de pescados y mariscos, pero el proceso de patentamiento seguramente está avanzado”, dijo el empresario madrynense, quien confío: “Leer que lo va a producir en Chubut, o con materia primera de Chubut, me da bronca que roben ideas a los chubutenses, y después quieran venir a hacerlo acá”.

El empresario y cocinero madrynense cuestionó el carácter revolucionario que Blázquez le adjudica al producto. “Quiere venderlo y darle valor, pero es una mentira, no son 20 años de investigación. Tampoco desarrollamos un producto tan revolucionario, sólo es calentar las cabezas de langostino, presionarlas hasta sacar un jugo, un extracto de alto sabor a langostino, congelarlo y hacer un proceso de liofilización, que es lo que no se había hecho hasta ahora. En cualquier lugar del mundo los cocineros hace muchos años que usan el jugo de langostino, ninguno es un genio, exagera demasiado”.#
 

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11 JUN 2017 - 22:30

A principios de junio se conoció la noticia de que el chef español Borja Blazquez había vendido en subasta su restaurante “Casa Borja”, en el porteño barrio de San Telmo, ya que se dedicaría al desarrollo de un producto gastronómico de excelencia.

“Logré una fórmula única con más proteínas que la carne y más propiedades antioxidantes que el aceite de oliva que me llevó 20 años de investigación”, aseguró Blazquez al medio Minuto Uno. Explicó que se trata de “la preparación está hecha con los sobrantes de la pesca de langostinos, cigala y langosta, en principio, de Rawson y Puerto Madryn”.

La noticia en nuestra zona generó fuerte cuestionamiento, en especial tras conocerse la publicación del empresario y cocinero aficionado Luis Darío Calderón, quien afirmó que la idea no es propiedad exclusiva de Blázquez, sino que fue desarrollada en conjunto en la provincia, pero a la hora de patentar el producto el reconocido chef habría tomado la delantera y no habría participado al resto.

“Estaría bueno que este `señor´ cuente cómo fue que se hizo de esa fórmula, que dice es tan revolucionaria. No la desarrolló solo él sino que fue producto del trabajo de varias personas y una empresa de Chubut que le aporto el conocimiento, la mano de obra, las maquinarias y la materia prima para realizar los primeros ensayos. Una vez que los análisis dieron buenos resultados, este señor contrató un estudio de abogados y solicitó la patente del proceso a su exclusivo nombre, tres días antes de reunirse con los que él decía que eran sus socios para avanzar en el trámite de registro a nombre de las tres partes involucradas en el proceso de investigación y desarrollo. Conozco como fueron los hechos de primera mano, ya que fui una de las personas involucradas y estafadas por este personaje”, posteó Calderón en su cuenta de Facebook, debajo de la noticia del chef en medios porteños.

En FM Tiempo Madryn, Calderón afirmó que a la idea “no la veía como un negocio para hacerme millonario, sino que parte de qué hacer con el residuo del langostino, con las cabezas que se tiran; no descubro nada, ya que tiene un valor para usar en gastronomía, todo el sabor del langostino está dentro de la cabeza”.

“Desde las pruebas al producto, todo lo hicimos junto con este chef, mentiría si digo que era un invento mío y me lo robó, no es así, pero lo hicimos entre tres personas”. La tercera fue la ingeniera en Alimentos Jimena Arnoldi, con la ayuda de la empresa Fyrsa.

“Llegada la hora de darle forma al producto, de patentar el procedimiento, se adelantó y lo hizo a nombre de él cuando todos los ensayos lo hicimos en conjunto, fuimos haciendo pruebas, de todo salió un producto final, del trabajo de tres personas que aportaban lo que sabe cada uno”.

Si bien sus diferencias con Borja por el patentamiento surgieron hace tres años, no fue hasta la publicación que decidió hacer público su malestar

“Se me había pasado el entusiasmo por la idea, el producto todavía no lo está elaborando porque no se puede hacer en una casa; es un producto industrial derivado del langostino y requiere una planta procesadora de pescados y mariscos, pero el proceso de patentamiento seguramente está avanzado”, dijo el empresario madrynense, quien confío: “Leer que lo va a producir en Chubut, o con materia primera de Chubut, me da bronca que roben ideas a los chubutenses, y después quieran venir a hacerlo acá”.

El empresario y cocinero madrynense cuestionó el carácter revolucionario que Blázquez le adjudica al producto. “Quiere venderlo y darle valor, pero es una mentira, no son 20 años de investigación. Tampoco desarrollamos un producto tan revolucionario, sólo es calentar las cabezas de langostino, presionarlas hasta sacar un jugo, un extracto de alto sabor a langostino, congelarlo y hacer un proceso de liofilización, que es lo que no se había hecho hasta ahora. En cualquier lugar del mundo los cocineros hace muchos años que usan el jugo de langostino, ninguno es un genio, exagera demasiado”.#
 


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