El Banco Central de Japón busca revertir la deflación

El Banco Central de Japón decidió hoy mantener sin cambios su programa de flexibilización monetaria, que busca subir los precios en torno al 2% y terminar con una década de deflación.

16 JUN 2017 - 10:15 | Actualizado


La junta de la autoridad monetaria acordó al término de su reunión mensual no alterar su programa masivo de compra de activos impulsado en 2013 con el objetivo de lograr una inflación estable en torno al 2%, informó la agencia EFE.

Los miembros de la junta de política monetaria del Banco de Japón aprobaron por 7 votos a 2 mantener en el -0,1 % el referencial a corto plazo, que aplica a determinados depósitos que los bancos nipones tienen contratados con la entidad, una medida implementada para evitar el apalancamiento de capitales y estimular el crédito.

A largo plazo, el Central decidió también mantener sus compras de bonos estatales por valor de unos 80 billones de yenes al año (645.538 millones de euros) para que el rendimiento del bono japonés a 10 años (que es el principal referente de las tasas a largo plazo en el país asiático) permanezca en torno al 0%.

El Banco de Japón seguirá centrándose en la adquisición de fondos cotizados e inmobiliarios para que su cartera aumente y también incrementará el valor de su portafolio en lo que respecta a bonos corporativos a corto y largo plazo.

El Central considera que la tercera economía mundial mantendrá una "expansión moderada" y que las exportaciones seguirán aumentado moderadamente ante el crecimiento continuo de las economías de ultramar.

En cuanto al consumo, principal pilar del producto bruto japonés, la entidad considera que el indicador avanzó por la "firme mejoría" del empleo y de los salarios.

La producción industrial de Japón muestra una tendencia al alza como reflejo del aumento de la demanda interna y externa, mientras que la rigidez del mercado laboral "se intensificó de forma sostenida", señaló un comunicado oficial emitido al término de la reunión de dos días.

Por otra parte, la inversión inmobiliaria y la pública se mantienen "más o menos planas", mientras que la inflación sigue en torno al 0%, lejos de la meta de 2%, y las expectativas inflacionarias siguen en una "fase de debilitamiento".

La reunión del Banco de Japón tuvo lugar en la misma semana que la de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), entidad que, a diferencia del banco central japonés, decidió elevar los tipos de interés un cuarto de punto al rango de entre el 1% y 1,25%, lo que refleja su confianza en la buena salud de la economía estadounidense.

El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, aseguró que la entidad seguirá estando muy por detrás de la Reserva Federal de Estados Unidos respecto a una salida de su programa de estímulo, con la inflación lejos de su objetivo de un 2 por ciento.

"Hay cierta distancia para lograr una inflación de un 2%, por lo que es inapropiado decir ahora específicamente
cómo vamos a salir de nuestra política monetaria ultra laxa y cómo eso podría afectar la salud financiera del Central", declaró

Kuroda en una conferencia de prensa citada por la agencia Reuters.
El banquero central concluyó que "establecer simulaciones específicas ahora sólo crearía confusión; se debatirá una estrategia de salida sólo después de que se alcance la inflación de un 2% y el crecimiento de los precios se mantenga estable".
 

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16 JUN 2017 - 10:15


La junta de la autoridad monetaria acordó al término de su reunión mensual no alterar su programa masivo de compra de activos impulsado en 2013 con el objetivo de lograr una inflación estable en torno al 2%, informó la agencia EFE.

Los miembros de la junta de política monetaria del Banco de Japón aprobaron por 7 votos a 2 mantener en el -0,1 % el referencial a corto plazo, que aplica a determinados depósitos que los bancos nipones tienen contratados con la entidad, una medida implementada para evitar el apalancamiento de capitales y estimular el crédito.

A largo plazo, el Central decidió también mantener sus compras de bonos estatales por valor de unos 80 billones de yenes al año (645.538 millones de euros) para que el rendimiento del bono japonés a 10 años (que es el principal referente de las tasas a largo plazo en el país asiático) permanezca en torno al 0%.

El Banco de Japón seguirá centrándose en la adquisición de fondos cotizados e inmobiliarios para que su cartera aumente y también incrementará el valor de su portafolio en lo que respecta a bonos corporativos a corto y largo plazo.

El Central considera que la tercera economía mundial mantendrá una "expansión moderada" y que las exportaciones seguirán aumentado moderadamente ante el crecimiento continuo de las economías de ultramar.

En cuanto al consumo, principal pilar del producto bruto japonés, la entidad considera que el indicador avanzó por la "firme mejoría" del empleo y de los salarios.

La producción industrial de Japón muestra una tendencia al alza como reflejo del aumento de la demanda interna y externa, mientras que la rigidez del mercado laboral "se intensificó de forma sostenida", señaló un comunicado oficial emitido al término de la reunión de dos días.

Por otra parte, la inversión inmobiliaria y la pública se mantienen "más o menos planas", mientras que la inflación sigue en torno al 0%, lejos de la meta de 2%, y las expectativas inflacionarias siguen en una "fase de debilitamiento".

La reunión del Banco de Japón tuvo lugar en la misma semana que la de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), entidad que, a diferencia del banco central japonés, decidió elevar los tipos de interés un cuarto de punto al rango de entre el 1% y 1,25%, lo que refleja su confianza en la buena salud de la economía estadounidense.

El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, aseguró que la entidad seguirá estando muy por detrás de la Reserva Federal de Estados Unidos respecto a una salida de su programa de estímulo, con la inflación lejos de su objetivo de un 2 por ciento.

"Hay cierta distancia para lograr una inflación de un 2%, por lo que es inapropiado decir ahora específicamente
cómo vamos a salir de nuestra política monetaria ultra laxa y cómo eso podría afectar la salud financiera del Central", declaró

Kuroda en una conferencia de prensa citada por la agencia Reuters.
El banquero central concluyó que "establecer simulaciones específicas ahora sólo crearía confusión; se debatirá una estrategia de salida sólo después de que se alcance la inflación de un 2% y el crecimiento de los precios se mantenga estable".
 


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