Nunca subestimar y menos en el rugby. El modesto Chenque, irregular y hasta difícil de armar, terminó quedándose con el invicto más deseado. Fue 27-26 en una rara localía en cancha ajena. Por eso se festejó como una reivindicación, como el triunfo más importante logrado en el Austral por el quince de El Trébol. A Portugués se le escabulló el invicto a una semana del juego definitorio ante Bigornia y en la que resultó una de sus peores producciones de la temporada.
La tarde parecía marchar sin complicaciones. El local estableció un 14-0 que parecía marcar el rumbo: dos ataques que terminaron donde debían y que reflejaron un comienzo contundente. Pero Chenque, que estaba en duda desde lo físico, supo ponerse a prueba. Respondió con un try de Matías Masclans y al final con otro acierto en ofensiva que apoyó Maximiliano Ortega.
Inclusive el equipo celeste se plantó en terrenos que parecían no serles favorables. Robó lines y ganó en confianza, tackleó al límite y resistió el juego sostenido que propuso Portugués. El puntero no estuvo fino en general. No sostuvo el empuje de los forwards y solamente parecía hacer diferencia cuando la acción pasaba por sus backs. El descanso marcó un 21-14 que no llegaba a ser una diferencia concreta.
Si en la primera parte, el local no alcanzó su pico de rendimiento, Chenque terminó de quitarle protagonismo en el complemento. Físicamente la visita se puso en juego, trabó la pelota y utilizó al máximo todos sus recursos. Achicó la brecha con un penal de Malcom Paz y pasó al frente con un try penal en el que el lusitano se quedó en inferioridad por una tarjeta roja a Rivas.
No pasó demasiado en el desarrollo. Chenque resistió al extremo y por momentos desconcertó a un rival que siguió sin brillar, desconectado. A los 37’ un try de forwards coronado por José Quinteros pareció asegurar el tanteador (26-24) pero al final, un penal facturado por Paz cuando se jugaba descuento selló un resultado que rompió la lógica. Terminó siendo un premio justo analizando las circunstancias y también un alerta que Portugués deberá corregir en la semana del partido más esperado. Y del que pareciera, surgiría un campeón. Perdió el invicto en el peor momento y quizás ante el rival menos indicado.#
Nunca subestimar y menos en el rugby. El modesto Chenque, irregular y hasta difícil de armar, terminó quedándose con el invicto más deseado. Fue 27-26 en una rara localía en cancha ajena. Por eso se festejó como una reivindicación, como el triunfo más importante logrado en el Austral por el quince de El Trébol. A Portugués se le escabulló el invicto a una semana del juego definitorio ante Bigornia y en la que resultó una de sus peores producciones de la temporada.
La tarde parecía marchar sin complicaciones. El local estableció un 14-0 que parecía marcar el rumbo: dos ataques que terminaron donde debían y que reflejaron un comienzo contundente. Pero Chenque, que estaba en duda desde lo físico, supo ponerse a prueba. Respondió con un try de Matías Masclans y al final con otro acierto en ofensiva que apoyó Maximiliano Ortega.
Inclusive el equipo celeste se plantó en terrenos que parecían no serles favorables. Robó lines y ganó en confianza, tackleó al límite y resistió el juego sostenido que propuso Portugués. El puntero no estuvo fino en general. No sostuvo el empuje de los forwards y solamente parecía hacer diferencia cuando la acción pasaba por sus backs. El descanso marcó un 21-14 que no llegaba a ser una diferencia concreta.
Si en la primera parte, el local no alcanzó su pico de rendimiento, Chenque terminó de quitarle protagonismo en el complemento. Físicamente la visita se puso en juego, trabó la pelota y utilizó al máximo todos sus recursos. Achicó la brecha con un penal de Malcom Paz y pasó al frente con un try penal en el que el lusitano se quedó en inferioridad por una tarjeta roja a Rivas.
No pasó demasiado en el desarrollo. Chenque resistió al extremo y por momentos desconcertó a un rival que siguió sin brillar, desconectado. A los 37’ un try de forwards coronado por José Quinteros pareció asegurar el tanteador (26-24) pero al final, un penal facturado por Paz cuando se jugaba descuento selló un resultado que rompió la lógica. Terminó siendo un premio justo analizando las circunstancias y también un alerta que Portugués deberá corregir en la semana del partido más esperado. Y del que pareciera, surgiría un campeón. Perdió el invicto en el peor momento y quizás ante el rival menos indicado.#