Tiene una discapacidad y denunció a la obra social por no darle cobertura
Hernán Eduardo Aleman es camionero, tiene 43 años y hace ya 5 que está con una licencia médica sin ejercer a raíz de una enfermedad degenerativa que le provocó una discapacidad.
El empleado decidió denunciar a la obra social de Camioneros por no cubrir su tratamiento y no dar traslado a Buenos Aires para dar un seguimiento con los especialistas.
Desde 2012 tiene diagnosticada una afección que se conoce como Síndrome de Superposición Esclerodermia Difusa. Se trata de un padecimiento que provoca el crecimiento anormal del tejido conectivo, generando un daño vascular y fibrosis en la piel y otros órganos. Hoy por hoy esto se refleja en el entumecimiento y rigidez de algunas extremidades como los dedos, el cuello y las piernas. Además de pérdida de líquido óseo.
Impacto
Este diagnóstico le impidió seguir con su actividad. Hoy debe tomar 11 pastillas y hace consultas telefónicas al Hospital Británico, en Capital Federal. Como parte de su enfermedad debió someterse a operaciones, pero aseguró que “al no cubrirme la obra social la rehabilitación, empeoró mi condición. Como estoy hoy parezco una persona de 60 años, y esta enfermedad si bien es crónica, puede ser controlada”.
Tiempo atrás había presentado una medida de amparo en el Juzgado de Rawson contra la obra social para que le dé la cobertura asistencial integral al mismo tiempo que una medida cautelar innovativa a fin que la institución autorice la derivación a Buenos Aires y se reconozcan todos los gastos de la estadía a cargo de la obra social.#
El empleado decidió denunciar a la obra social de Camioneros por no cubrir su tratamiento y no dar traslado a Buenos Aires para dar un seguimiento con los especialistas.
Desde 2012 tiene diagnosticada una afección que se conoce como Síndrome de Superposición Esclerodermia Difusa. Se trata de un padecimiento que provoca el crecimiento anormal del tejido conectivo, generando un daño vascular y fibrosis en la piel y otros órganos. Hoy por hoy esto se refleja en el entumecimiento y rigidez de algunas extremidades como los dedos, el cuello y las piernas. Además de pérdida de líquido óseo.
Impacto
Este diagnóstico le impidió seguir con su actividad. Hoy debe tomar 11 pastillas y hace consultas telefónicas al Hospital Británico, en Capital Federal. Como parte de su enfermedad debió someterse a operaciones, pero aseguró que “al no cubrirme la obra social la rehabilitación, empeoró mi condición. Como estoy hoy parezco una persona de 60 años, y esta enfermedad si bien es crónica, puede ser controlada”.
Tiempo atrás había presentado una medida de amparo en el Juzgado de Rawson contra la obra social para que le dé la cobertura asistencial integral al mismo tiempo que una medida cautelar innovativa a fin que la institución autorice la derivación a Buenos Aires y se reconozcan todos los gastos de la estadía a cargo de la obra social.#