¿Cede la tensión en Corea? Seúl le ofreció a Pyonyang retomar conversaciones

Corea del Sur propuso hoy a Corea del Norte celebrar esta semana las primeras conversaciones militares en tres años y retomar las reuniones de familiares separados desde la guerra, en un intento de descomprimir la tensión regional, agudizada por las pruebas de misiles de Pyongyang.

17 JUL 2017 - 10:15 | Actualizado


El gobierno surcoreano se ofreció, en un comunicado leído en rueda de prensa por el viceministro de Defensa, Suh Choo-suk, a celebrar la reunión el próximo viernes en la Zona de Seguridad Conjunta (JSA, siglas en inglés), situada en el corazón de la zona desmilitarizada que actúa como división entre Norte y Sur.

El lugar propuesto por Seúl, el llamado "Pabellón de la paz" (un edificio de la JSA bajo control norcoreano), pretende ser un guiño al régimen de Pyongyang.

La propuesta llega a raíz de la oferta de diálogo planteada recientemente por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, en un discurso en Berlín.

Moon invitó a rebajar tensiones y se ofreció a reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, "en Sin embargo, inicialmente Pyongyang rechazó la oferta a través de un editorial en el diario oficial Rodong Sinmun.

La nota considera que la propuesta estaba plagada "de falsedades, como cuando uno habla en sueños, y éstas sólo plantean obstáculos en lugar de ayudar a mejorar las relaciones Norte-Sur", publicó la agencia de noticias EFE. 

Tras llegar al poder en mayo, el liberal Moon trata de tender la mano al Norte tras los diez años de pésimas relaciones con Pyongyang de los gobiernos conservadores en Seúl, en un momento marcado por las insistentes test de armas norcoreanas.

El más resonante de esos lanzamientos fue el lanzamiento de su primer misil intercontinental el pasado 4 de julio, expresamente en el "dia de la independencia" estadounidense, con quien, técnicamente, Corea del Norte sigue en guerra.

Al mismo tiempo, los ensayos armamentísticos norcoreanos encendieron la dialéctica de la Casa Blanca, que a través del Pentágono ha insinuado la posibilidad de llevar a cabo ataques preventivos contra el gobierno comunista.

Según explicó hoy el viceministro surcoreano de Defensa, la reunión busca poner fin a "cualquier acto de hostilidad" a lo largo de la frontera ante el aniversario del alto el fuego que puso fin a la actividad militar abierta en la guerra de Corea en 1953 y que se celebrará el próximo 27 de julio.

En caso de que la reunión tenga lugar, sería la primera desde octubre de 2014 entre autoridades militares de ambos países, que llevan sin celebrar ningún tipo de encuentro conjunto desde diciembre de 2015.

El ministro de Unificación surcoreano, Cho Myoung-gyon, dijo, por su parte, que espera "una respuesta positiva del Norte", al que se ha instado a responder a través de la línea de comunicación militar intercoreana del flanco occidental fronterizo.

En línea con lo expuesto por Moon en Berlín, Seúl también propuso hoy celebrar conversaciones entre las delegaciones de la Cruz Roja de ambos países para intentar retomar los encuentros de familias separadas por la Guerra de Corea.

La Cruz Roja surcoreana quiere organizar un primer encuentro en la JSA el próximo 1 de agosto para negociar una reunión de familiares (la primera desde 2015) en octubre, cuando se celebran las festividades que honran a los antepasados, uno de las ritos más importantes de la cultura coreana.

Se cree que en Corea del Sur aún hay más de 60.000 personas (de 81 años de edad en promedio) que tienen familiares que quedaron atrapados viviendo en el norte del paralelo 38 tras el fin de la Guerra de Corea.

17 JUL 2017 - 10:15


El gobierno surcoreano se ofreció, en un comunicado leído en rueda de prensa por el viceministro de Defensa, Suh Choo-suk, a celebrar la reunión el próximo viernes en la Zona de Seguridad Conjunta (JSA, siglas en inglés), situada en el corazón de la zona desmilitarizada que actúa como división entre Norte y Sur.

El lugar propuesto por Seúl, el llamado "Pabellón de la paz" (un edificio de la JSA bajo control norcoreano), pretende ser un guiño al régimen de Pyongyang.

La propuesta llega a raíz de la oferta de diálogo planteada recientemente por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, en un discurso en Berlín.

Moon invitó a rebajar tensiones y se ofreció a reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, "en Sin embargo, inicialmente Pyongyang rechazó la oferta a través de un editorial en el diario oficial Rodong Sinmun.

La nota considera que la propuesta estaba plagada "de falsedades, como cuando uno habla en sueños, y éstas sólo plantean obstáculos en lugar de ayudar a mejorar las relaciones Norte-Sur", publicó la agencia de noticias EFE. 

Tras llegar al poder en mayo, el liberal Moon trata de tender la mano al Norte tras los diez años de pésimas relaciones con Pyongyang de los gobiernos conservadores en Seúl, en un momento marcado por las insistentes test de armas norcoreanas.

El más resonante de esos lanzamientos fue el lanzamiento de su primer misil intercontinental el pasado 4 de julio, expresamente en el "dia de la independencia" estadounidense, con quien, técnicamente, Corea del Norte sigue en guerra.

Al mismo tiempo, los ensayos armamentísticos norcoreanos encendieron la dialéctica de la Casa Blanca, que a través del Pentágono ha insinuado la posibilidad de llevar a cabo ataques preventivos contra el gobierno comunista.

Según explicó hoy el viceministro surcoreano de Defensa, la reunión busca poner fin a "cualquier acto de hostilidad" a lo largo de la frontera ante el aniversario del alto el fuego que puso fin a la actividad militar abierta en la guerra de Corea en 1953 y que se celebrará el próximo 27 de julio.

En caso de que la reunión tenga lugar, sería la primera desde octubre de 2014 entre autoridades militares de ambos países, que llevan sin celebrar ningún tipo de encuentro conjunto desde diciembre de 2015.

El ministro de Unificación surcoreano, Cho Myoung-gyon, dijo, por su parte, que espera "una respuesta positiva del Norte", al que se ha instado a responder a través de la línea de comunicación militar intercoreana del flanco occidental fronterizo.

En línea con lo expuesto por Moon en Berlín, Seúl también propuso hoy celebrar conversaciones entre las delegaciones de la Cruz Roja de ambos países para intentar retomar los encuentros de familias separadas por la Guerra de Corea.

La Cruz Roja surcoreana quiere organizar un primer encuentro en la JSA el próximo 1 de agosto para negociar una reunión de familiares (la primera desde 2015) en octubre, cuando se celebran las festividades que honran a los antepasados, uno de las ritos más importantes de la cultura coreana.

Se cree que en Corea del Sur aún hay más de 60.000 personas (de 81 años de edad en promedio) que tienen familiares que quedaron atrapados viviendo en el norte del paralelo 38 tras el fin de la Guerra de Corea.


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