"Esta marcha es en repudio a la represión y para reclamar la reapertura de la planta. No queremos ningún plan de productividad, queremos nuestro trabajo. Tampoco queremos administración de los trabajadores, queremos que la empresa se haga cargo", explicaron a Telam en las inmediaciones del Obelisco los organizadores de la protesta, repitiendo una consigna que se vio reflejada en carteles y banderas.
Desde las 15.30 se cortó el cruce de las avenidas Corrientes y 9 de Julio, donde se concentraron los trabajadores despedidos y militantes del Movimiento Socialista de los Trabajadores, del Partido de los Trabajadores Socialistas, de Nuevo Encuentro, de Barrios de Pie, de la Asociación de Trabajadores del Estado y Confederación de Trabajadores Argentinos, además de organismos de derechos humamos.
Pasadas las 17.30, la columna partió hacia el Ministerio de Trabajo, mayoritariamente encabezada por mujeres; la protesta generó trastornos en el tráfico, al punto que tuvo que ser cerrado por unas horas el Metrobús de la 9 de Julio.
La empresa PepsiCo cerró su planta en la localidad de Florida, partido de Vicente López, para trasladarla a Mar del Plata: la mayoría de sus 600 empleados aceptó la doble indemnización, aunque algunos trabajadores tomaron la fábrica durante varios días.
El jueves de la semana pasada, la Justicia ordenó el desalojo, y en ese procedimiento hubo enfrentamientos con las fuerzas policiales y de Gendarmería, que derivaron en una quincena de efectivos heridos.
Sobre los motivos de la movilización, el ex trabajador de Pepsico Damián González aseguró a Telam que el cierre de la fábrica "no es un caso puntual" que los afecta a ellos "sino que son políticas económicas que afectan a todos y que hay que parar".
En cuanto a los trabajadores que no aceptaron la doble indemnización que ofreció la empresa, González opinó que lo hacen porque "tienen más de 45 años y se les haría difícil conseguir trabajo".
En diálogo con esta agencia, la trabajadora Sandra Martínez afirmó que, de los 600 despedidos, "el 70 por ciento son mujeres y en su mayoría con hijos".
Apoyada en ese dato, la precandidata a diputada porteña por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman, sostuvo que "en (el sector de) Alimentación la mayoría son mujeres, y son la cara más fuerte del ajuste, son madres que se quedan en la calle".
También fueron una constante de la concentración los cánticos y pancartas críticas al jefe del gremio de la Alimentación y ex titular de la CGT, Rodolfo Daer, al que acusaron de "traidor" por la supuesta falta de apoyo del sindicalista a los trabajadores de la empresa.
"Esta marcha es en repudio a la represión y para reclamar la reapertura de la planta. No queremos ningún plan de productividad, queremos nuestro trabajo. Tampoco queremos administración de los trabajadores, queremos que la empresa se haga cargo", explicaron a Telam en las inmediaciones del Obelisco los organizadores de la protesta, repitiendo una consigna que se vio reflejada en carteles y banderas.
Desde las 15.30 se cortó el cruce de las avenidas Corrientes y 9 de Julio, donde se concentraron los trabajadores despedidos y militantes del Movimiento Socialista de los Trabajadores, del Partido de los Trabajadores Socialistas, de Nuevo Encuentro, de Barrios de Pie, de la Asociación de Trabajadores del Estado y Confederación de Trabajadores Argentinos, además de organismos de derechos humamos.
Pasadas las 17.30, la columna partió hacia el Ministerio de Trabajo, mayoritariamente encabezada por mujeres; la protesta generó trastornos en el tráfico, al punto que tuvo que ser cerrado por unas horas el Metrobús de la 9 de Julio.
La empresa PepsiCo cerró su planta en la localidad de Florida, partido de Vicente López, para trasladarla a Mar del Plata: la mayoría de sus 600 empleados aceptó la doble indemnización, aunque algunos trabajadores tomaron la fábrica durante varios días.
El jueves de la semana pasada, la Justicia ordenó el desalojo, y en ese procedimiento hubo enfrentamientos con las fuerzas policiales y de Gendarmería, que derivaron en una quincena de efectivos heridos.
Sobre los motivos de la movilización, el ex trabajador de Pepsico Damián González aseguró a Telam que el cierre de la fábrica "no es un caso puntual" que los afecta a ellos "sino que son políticas económicas que afectan a todos y que hay que parar".
En cuanto a los trabajadores que no aceptaron la doble indemnización que ofreció la empresa, González opinó que lo hacen porque "tienen más de 45 años y se les haría difícil conseguir trabajo".
En diálogo con esta agencia, la trabajadora Sandra Martínez afirmó que, de los 600 despedidos, "el 70 por ciento son mujeres y en su mayoría con hijos".
Apoyada en ese dato, la precandidata a diputada porteña por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman, sostuvo que "en (el sector de) Alimentación la mayoría son mujeres, y son la cara más fuerte del ajuste, son madres que se quedan en la calle".
También fueron una constante de la concentración los cánticos y pancartas críticas al jefe del gremio de la Alimentación y ex titular de la CGT, Rodolfo Daer, al que acusaron de "traidor" por la supuesta falta de apoyo del sindicalista a los trabajadores de la empresa.