Un fuerte reclamo penitenciario sobre los malos edificios y el exceso de procesados en cárceles
Fue a través de un discurso del director del SPF, Emiliano Blanco, que se replicó en todas las unidades carcelarias.
El director nacional del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Emiliano Blanco, fustigó las “adversidades y dificultades” que enfrenta esa fuerza en la actualidad y que tiene relación con la administración de procesados en diversos delitos, cuando se está preparado para operar con condenados y con estructuras edilicias carentes de los niveles que se exigen en la actualidad.
A su vez, alertó sobre el abrupto ascenso en la tasa de encarcelamiento y de los cambios en los perfiles criminológicos de la población penal que ha ingresado en los últimos tiempos.
Las definiciones de Blanco fueron replicadas en la ceremonia que se efectuó en la Unidad 6 de Rawson por su titular, prefecto doctor Marcelo Fera Racinello, en el marco del Día del Servicio Penitenciario Federal celebrado al inicio de esta semana en la Sala de Armas de esa cárcel de máxima seguridad, una de las 8 existentes a lo largo y ancho del territorio nacional.
Encabezada por el director del Instituto de Seguridad y Resocialización Unidad 6, Prefecto Dr. Marcelo Fera Racinello, se realizó el pasado 16 de julio en Rawson el acto por el día del Servicio Penitenciario Federal, fecha que se conmemora un nuevo aniversario de la aparición de la Virgen del Carmen, patrona de la institución.
Durante el acto, Fera Racinello pronunció el discurso remitido por el director nacional, Emiliano Blanco, quien agradeció el compromiso del personal penitenciario, además de enumerar los avances significativos de la institución.
“Quiero agradecerles el compromiso y su trabajo constante, sobre todo el que demuestran ante la adversidad y las dificultades. Deseo destacar la vocación, solidaridad, compañerismo y compromiso que demuestran todos los días en la ardua tarea que efectúan y las situaciones críticas que en algunos casos afrontan.
Sólo condenados
“La adversidad, a la que refería, suma de factores exógenos y endógenos que afectan la agenda penitenciaria, podemos sintetizarla en tener que administrar 62% de procesados, cuando el sistema está concebido para operar trabajando con condenados y trabajar con una tasa de encarcelamiento abruptamente ascendente (6% en relación a 2015), que obliga a operar con un coeficiente funcional del 1,84% cuando lo ideal sería hacerlo con el 3%, como mínimo”.
“Los cambios drásticos en las características y perfiles criminológicos de la población penal que ha ingresado en el último tiempo y estructuras edilicias y condiciones de infraestructura que no son las deseadas”, son otros de los factores que afectan, según la máxima autoridad del SPF.
Sin embargo, “esto no afectó las acciones que impulsamos para cumplir con los dos objetivos básicos que tenemos como institución: Protección Pública y Reducción de Reincidencia; para resaltar que “logramos avanzar en la implementación de un sistema objetivo de clasificación por riesgo y necesidad y categorización de los establecimientos; en el desarrollo de investigación criminológica aplicada y del desistimiento, que sirva para dar sustento a las decisiones de la administración penitenciaria; en la implementación de programas de tratamiento específicos; compromiso con la transparencia y la prevención de la corrupción; desarrollo de protocolos específicos; generación de base de datos confiables y seguridad dinámica y manejo adecuado de la información”, detalló.
“Hoy –añadió Blanco- y gracias al trabajo de todos, quiero compartir algunos resultados.
Desde el plano de la protección pública se redujo un 25% la cantidad de fugas y evasiones en establecimientos de mínima y mediana seguridad. Respecto a máxima seguridad no hubo ninguna fuga durante 2016. Se generó una base de datos confiable, que a su vez mejoró el flujo y análisis de la información, se relevó y actualizó la información estática de toda la población penal, específicamente de los internos de alto riesgo”.
Desde el plano de la reducción de violencia y reincidencia, “en 2016 logramos tener una tasa de mortalidad del 30%, guarismo más bajo del registro histórico del SPF, se triplicó la oferta de programas específicos de tratamiento y se relevó al 98% de la población penal según perfiles inicial de riesgo y necesidad”.
Asimismo “se aumentó el acceso a trabajo, educación y actividades culturales y recreativas en más de 25% respecto a 2015; hubo un incremento del 10% la asistencia médica en relación al período anterior, y se elaboró un sistema de calidad para el mejoramiento de la visita”.
El director nacional del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Emiliano Blanco, fustigó las “adversidades y dificultades” que enfrenta esa fuerza en la actualidad y que tiene relación con la administración de procesados en diversos delitos, cuando se está preparado para operar con condenados y con estructuras edilicias carentes de los niveles que se exigen en la actualidad.
A su vez, alertó sobre el abrupto ascenso en la tasa de encarcelamiento y de los cambios en los perfiles criminológicos de la población penal que ha ingresado en los últimos tiempos.
Las definiciones de Blanco fueron replicadas en la ceremonia que se efectuó en la Unidad 6 de Rawson por su titular, prefecto doctor Marcelo Fera Racinello, en el marco del Día del Servicio Penitenciario Federal celebrado al inicio de esta semana en la Sala de Armas de esa cárcel de máxima seguridad, una de las 8 existentes a lo largo y ancho del territorio nacional.
Encabezada por el director del Instituto de Seguridad y Resocialización Unidad 6, Prefecto Dr. Marcelo Fera Racinello, se realizó el pasado 16 de julio en Rawson el acto por el día del Servicio Penitenciario Federal, fecha que se conmemora un nuevo aniversario de la aparición de la Virgen del Carmen, patrona de la institución.
Durante el acto, Fera Racinello pronunció el discurso remitido por el director nacional, Emiliano Blanco, quien agradeció el compromiso del personal penitenciario, además de enumerar los avances significativos de la institución.
“Quiero agradecerles el compromiso y su trabajo constante, sobre todo el que demuestran ante la adversidad y las dificultades. Deseo destacar la vocación, solidaridad, compañerismo y compromiso que demuestran todos los días en la ardua tarea que efectúan y las situaciones críticas que en algunos casos afrontan.
Sólo condenados
“La adversidad, a la que refería, suma de factores exógenos y endógenos que afectan la agenda penitenciaria, podemos sintetizarla en tener que administrar 62% de procesados, cuando el sistema está concebido para operar trabajando con condenados y trabajar con una tasa de encarcelamiento abruptamente ascendente (6% en relación a 2015), que obliga a operar con un coeficiente funcional del 1,84% cuando lo ideal sería hacerlo con el 3%, como mínimo”.
“Los cambios drásticos en las características y perfiles criminológicos de la población penal que ha ingresado en el último tiempo y estructuras edilicias y condiciones de infraestructura que no son las deseadas”, son otros de los factores que afectan, según la máxima autoridad del SPF.
Sin embargo, “esto no afectó las acciones que impulsamos para cumplir con los dos objetivos básicos que tenemos como institución: Protección Pública y Reducción de Reincidencia; para resaltar que “logramos avanzar en la implementación de un sistema objetivo de clasificación por riesgo y necesidad y categorización de los establecimientos; en el desarrollo de investigación criminológica aplicada y del desistimiento, que sirva para dar sustento a las decisiones de la administración penitenciaria; en la implementación de programas de tratamiento específicos; compromiso con la transparencia y la prevención de la corrupción; desarrollo de protocolos específicos; generación de base de datos confiables y seguridad dinámica y manejo adecuado de la información”, detalló.
“Hoy –añadió Blanco- y gracias al trabajo de todos, quiero compartir algunos resultados.
Desde el plano de la protección pública se redujo un 25% la cantidad de fugas y evasiones en establecimientos de mínima y mediana seguridad. Respecto a máxima seguridad no hubo ninguna fuga durante 2016. Se generó una base de datos confiable, que a su vez mejoró el flujo y análisis de la información, se relevó y actualizó la información estática de toda la población penal, específicamente de los internos de alto riesgo”.
Desde el plano de la reducción de violencia y reincidencia, “en 2016 logramos tener una tasa de mortalidad del 30%, guarismo más bajo del registro histórico del SPF, se triplicó la oferta de programas específicos de tratamiento y se relevó al 98% de la población penal según perfiles inicial de riesgo y necesidad”.
Asimismo “se aumentó el acceso a trabajo, educación y actividades culturales y recreativas en más de 25% respecto a 2015; hubo un incremento del 10% la asistencia médica en relación al período anterior, y se elaboró un sistema de calidad para el mejoramiento de la visita”.