Ganó una demanda a la esposa de su amante

Una mujer ganó una demanda por daños y perjuicios a la esposa de su amante en un fallo civil con pocos precedentes en Mendoza.

26 JUL 2017 - 22:06 | Actualizado

El triángulo amoroso comenzó en agosto 2013. La mujer -se reservan las identidades de todos los protagonistas- trabajaba en un reconocido banco ubicado sobre calle Colón de esta Ciudad.

A principios de ese mes, el hombre acudió a realizar un trámite, la vio y quedó flechado de tal forma que se quedó esperando a la salida de su trabajo para invitarla a tomar un café.

Siguiendo la versión de la demandante, tiempo después comenzaron un noviazgo. El individuo le dijo en ese momento que estaba separado y que su supuesta exesposa residía en España.Incluso la hija y la nuera del conquistador estaban al tanto de la relación con la empleada del banco, según publica el Diario UNO.

La relación avanzó hasta tal punto que el hombre le ofreció las llaves de su cochera a la mujer, ya que residía en un edificio cercano al banco donde trabajaba.

Pero, el 6 de septiembre regresó de Europa la esposa y se puso furiosa al ver un auto ocupando su cochera.

El hombre mandó al portero del edificio a reclamar la llave del estacionamiento a su amante y le advirtió que no volviera por el lugar ya que "corría riesgos".

Ese mismo día, la demandante recibió 14 llamadas telefónicas e innumerables mensajes de texto. Si bien había devuelto la llave de la cochera, el 9 de septiembre se presentó la esposa del hombre en su trabajo diciéndole que la llamara porque sino "lo iba a pagar caro", tal como reza en la denuncia.

Veinte días después, la esposa engañada volvió a acudir al banco y solicitó hablar con los directivos. En esa charla difamó a la empleada y pidió que la echen, aunque no logró su objetivo.

El triángulo amoroso tuvo varias consecuencias, entre ellas una causa penal y otra civil. En la primera la esposa quedó sobreseída -se retractó de sus actos-, pero en la segunda fue condenada a pagar 60 mil pesos más intereses a la amante de su marido.

La juez civil Rosana Moretti fue quien accedió a la demanda que reclamó la amante en conceptos de gastos terapéuticos, gastos judiciales y daño moral.

En la contestación a la acusación, la esposa negó todos los hechos pero las pruebas terminaron confirmando la versión de la empleada del banco. Incluso las autoridades de la sucursal se presentaron a declarar y ratificaron que la mujer se presentó pidiendo que echen a la actora diciendo que "es una puta, una cualquiera", entre otros agravios.

Pero los dos jefes de la mujer confirmaron que tenían muy buen concepto sobre ella y jamás había estado involucrada en una situación similar.

La juez consideró que esto mostró "el dolo de la demandada para dejarla mal y perjudicarla en su trabajo".

"Los hechos que tengo por probados me llevan al convencimiento relativo a que se ha producido para la actora un impacto espiritual por esta vía resarcible", detalló.

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26 JUL 2017 - 22:06

El triángulo amoroso comenzó en agosto 2013. La mujer -se reservan las identidades de todos los protagonistas- trabajaba en un reconocido banco ubicado sobre calle Colón de esta Ciudad.

A principios de ese mes, el hombre acudió a realizar un trámite, la vio y quedó flechado de tal forma que se quedó esperando a la salida de su trabajo para invitarla a tomar un café.

Siguiendo la versión de la demandante, tiempo después comenzaron un noviazgo. El individuo le dijo en ese momento que estaba separado y que su supuesta exesposa residía en España.Incluso la hija y la nuera del conquistador estaban al tanto de la relación con la empleada del banco, según publica el Diario UNO.

La relación avanzó hasta tal punto que el hombre le ofreció las llaves de su cochera a la mujer, ya que residía en un edificio cercano al banco donde trabajaba.

Pero, el 6 de septiembre regresó de Europa la esposa y se puso furiosa al ver un auto ocupando su cochera.

El hombre mandó al portero del edificio a reclamar la llave del estacionamiento a su amante y le advirtió que no volviera por el lugar ya que "corría riesgos".

Ese mismo día, la demandante recibió 14 llamadas telefónicas e innumerables mensajes de texto. Si bien había devuelto la llave de la cochera, el 9 de septiembre se presentó la esposa del hombre en su trabajo diciéndole que la llamara porque sino "lo iba a pagar caro", tal como reza en la denuncia.

Veinte días después, la esposa engañada volvió a acudir al banco y solicitó hablar con los directivos. En esa charla difamó a la empleada y pidió que la echen, aunque no logró su objetivo.

El triángulo amoroso tuvo varias consecuencias, entre ellas una causa penal y otra civil. En la primera la esposa quedó sobreseída -se retractó de sus actos-, pero en la segunda fue condenada a pagar 60 mil pesos más intereses a la amante de su marido.

La juez civil Rosana Moretti fue quien accedió a la demanda que reclamó la amante en conceptos de gastos terapéuticos, gastos judiciales y daño moral.

En la contestación a la acusación, la esposa negó todos los hechos pero las pruebas terminaron confirmando la versión de la empleada del banco. Incluso las autoridades de la sucursal se presentaron a declarar y ratificaron que la mujer se presentó pidiendo que echen a la actora diciendo que "es una puta, una cualquiera", entre otros agravios.

Pero los dos jefes de la mujer confirmaron que tenían muy buen concepto sobre ella y jamás había estado involucrada en una situación similar.

La juez consideró que esto mostró "el dolo de la demandada para dejarla mal y perjudicarla en su trabajo".

"Los hechos que tengo por probados me llevan al convencimiento relativo a que se ha producido para la actora un impacto espiritual por esta vía resarcible", detalló.


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