Trelew: comenzó el juicio por el joven maniatado, apuñalado 13 veces e incendiado en su refugio
Declaró el exjefe de la Brigada de Investigaciones y actual colaborador policial de la Procuración General, Juan Carlos Núñez. A Almendra le dieron 13 puntazos y luego quemaron su casa con él adentro en una villa miseria de Trelew. El fiscal general Marcos Nápoli ofrecerá contundente prueba.
Ayer comenzó el juicio oral y público por el asesinato de Ismael Almendra, el joven asesinado de 13 puñaladas en una villa miseria de Trelew. Tras herirlo lo prendieron fuego dentro de una choza construida en una zona usurpada.
El juicio comenzó con el relato del colaborador del procurador Jorge Miquelarena en Rawson, que al momento del hecho, era jefe de la Brigada de Investigaciones de Trelew, Juan Carlos Núñez.
Hay un cuarto sujeto que no está identificado por la investigación fiscal. Actuaron cuatro personas y son tres los llevados al juicio iniciado ayer. Sin embargo, Fiscalía afirmó tener gran cantidad de pruebas para esclarecer el violento crimen.
Con la una larga deposición brindada por el comisario mayor Núñez, inició la etapa de reproducción de prueba testimonial. El hecho ocurrió el 18 de junio de 2016 en un sector del barrio Moreira 4 de Trelew.
El tribunal está presidido por el juez José García y los vocales Mirta Moreno y Sergio Piñeda, informó un parte de prensa de la Fiscalía.
Actúa como fiscal general el doctor Marcos Nápoli y el funcionario de fiscalía Gustavo Núñez. El fiscal anticipó que probará en el debate la autoría de Mauricio Carrizo, Víctor Benítez y Cristian Llanos por homicidio doblemente agravado por haber sido cometido con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas en carácter de coautores.
Calificó al debate como un punto de inflexión donde se pondrá de manifiesto una situación particularmente dantesca dado el nivel de violencia inaudito, lo que se corroborará con informes y testimonios de policías y peritos, sumándose a testigos que estuvieron en el lugar de los hechos y pueden establecer condiciones de tiempo, modo y lugar.
Defensas
Las defensas de Llanos, Carrizo y Benítez, ejercidas por Abdón Manyauik, Sergio Rey y Lisandro Benítez, respectivamente, pedirán la absolución de sus clientes, al señalar la orfandad probatoria.
Sugirieron una investigación dirigida y rechazaron que los hechos hayan ocurrido según el relato fiscal. Dijeron que sus clientes no tuvieron participación, y en todo caso para alguno como máximo podría extenderse el beneficio de la duda.
Amplio testimonio
El comisario Núñez contó cómo se enteró de lo sucedido aquella madrugada del 18 de junio de 2016 y detalló los procedimientos realizados al respecto y las hipótesis manejadas hasta definirse la línea de investigación que terminó con la detención de los tres implicados.
Los indicios habrían comenzado a darse en el hospital al momento mismo en que Almendra fue ingresado gravemente herido, observándose imágenes donde se pudo ver a Benítez y Carrizo que hacían lo propio por una herida del último en una de sus manos, la que según expresó tenía su origen en un partido de fútbol.
También pudo verse en la pantalla cuando Benítez intentó salir de allí, pero ya reconocido por testigos, fue interceptado e identificado por la policía en la guardia del nosocomio.
En el lugar donde sucedió todo, el testigo indicó que sólo quedaron escombros tras el incendio provocado y esa misma madrugada pudo tomar declaraciones a la novia de Almendra y otro particular que se encontraban con la víctima tomando cerveza, cuando ingresaron tres encapuchados con cuchillos y rociaron todo con un líquido, iniciándose una llamarada en el techo.
Habían declarado que pudieron salir de ahí y resguardarse en un terreno aledaño, mientras Almendra trataba de defenderse ante la agresión.
Otro declarante dio indicios sobre algún incidente entre Llanos y Almendra ocurrido el miércoles 15 de junio, que habría terminado con una puñalada de Almendra, y ahí también estaría involucrado Benítez.
Núñez aclaró que las pesquisas permitieron conocer que los tres acusados trabajaban en una pesquera y esa noche, ninguno de ellos cumplió tareas en esa empresa, a la vez que con los datos y las autorizaciones correspondientes pudieron efectuar las intervenciones telefónicas. Subrayó la importancia de los secuestros realizados en los allanamientos, ya que pudieron hacerse de los cuchillos utilizados. Consideró como determinantes las pericias de ADN que indicaron la existencia de restos de la víctima en un cuchillo y en la ropa de Benítez.
Hecho
La Fiscalía tratará de sostener en juicio que “el día 18 de junio de 2016 Cristian Llanos, Víctor Benítez y Mauricio Carrizo, sabiendo lo que hacían y habiendo acordado previamente no solo reunirse, sino distribuir roles y tareas, se hicieron presentes en el domicilio mencionado con la única finalidad de acabar con la vida de Ismael Almendra”.
“Los tres acusados a bordo de un automóvil blanco y conducido por un cuarto sujeto que no se pudo identificar, se dirigieron hasta el barrio donde estacionaron y descendieron portando una mochila negra, al menos tres cuchillos y un bidón conteniendo combustible, yendo a pie hasta la casa de la víctima”.
Oficialmente comunicaron que “acto seguido se produce el desenlace, momentos en que se abalanzan contra la casilla en la que se encontraban tres jóvenes, entre ellos Ismael Almendra, procediendo a rociar con combustible y encender con fuego la pequeña vivienda, a la vez que dan fuertes patadas a la puerta de ingreso gritando: “Dale vení, puto”.
Logran derribar la puerta e ingresan los tres visitantes empuñando cuchillos de grandes dimensiones, propinando 13 heridas punzo cortantes en la humanidad de Almendra. En oportunidad que los tres sujetos ingresan y lo atacan al unísono, quienes acompañaban al agredido pueden escapar a un terreno lindero donde se ponen a resguardo.
Al momento del ataque, los agresores en conjunto y con pleno dominio del hecho, ataron a su víctima los pies con un alambre y, de este modo, obturaron todo tipo de reacción colocando a Ismael en un total estado de indefensión, lo que les proporcionó la posibilidad de actuar sobre seguro, es decir sin riesgo alguno para ellos.
Sin piedad
Después de haberlo amarrado, lo tomaron de sus ropas y lo arrastraron hacia el exterior de la morada, donde lo pusieron contra el piso boca abajo para ultimarlo sin piedad a través de seis puñaladas sobre la espalda. A continuación, procedieron a girarlo sobre su propio eje corporal asestando siete estocadas más.
Las lesiones provocadas en las zonas cervical y pulmonar generaron un cuadro lesional incompatible con la vida, aún con asistencia inmediata.
La muerte por un paro cardiorespiratorio originado por descompensación hemodinámica a raíz de lesión vascular y pulmonar.
Concluido el brutal ataque, Cristian Llanos, Mauricio Carrizo y Víctor Benítez huyeron del sitio abordando el automóvil que los aguardaba en las inmediaciones, dándose así a la fuga en dirección de la ruta 25, quedando la precaria casilla envuelta en llamas e Ismael Almendra tendido en el suelo en estado agonizante.
Acudieron en su auxilio vecinos del lugar y su madre, y en ocasión del arribo de personal de bomberos con la policía se brindó la primera asistencia al joven, siendo luego trasladado de urgencia al hospital local donde, a la sazón, perdiera la vida.
Ayer comenzó el juicio oral y público por el asesinato de Ismael Almendra, el joven asesinado de 13 puñaladas en una villa miseria de Trelew. Tras herirlo lo prendieron fuego dentro de una choza construida en una zona usurpada.
El juicio comenzó con el relato del colaborador del procurador Jorge Miquelarena en Rawson, que al momento del hecho, era jefe de la Brigada de Investigaciones de Trelew, Juan Carlos Núñez.
Hay un cuarto sujeto que no está identificado por la investigación fiscal. Actuaron cuatro personas y son tres los llevados al juicio iniciado ayer. Sin embargo, Fiscalía afirmó tener gran cantidad de pruebas para esclarecer el violento crimen.
Con la una larga deposición brindada por el comisario mayor Núñez, inició la etapa de reproducción de prueba testimonial. El hecho ocurrió el 18 de junio de 2016 en un sector del barrio Moreira 4 de Trelew.
El tribunal está presidido por el juez José García y los vocales Mirta Moreno y Sergio Piñeda, informó un parte de prensa de la Fiscalía.
Actúa como fiscal general el doctor Marcos Nápoli y el funcionario de fiscalía Gustavo Núñez. El fiscal anticipó que probará en el debate la autoría de Mauricio Carrizo, Víctor Benítez y Cristian Llanos por homicidio doblemente agravado por haber sido cometido con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas en carácter de coautores.
Calificó al debate como un punto de inflexión donde se pondrá de manifiesto una situación particularmente dantesca dado el nivel de violencia inaudito, lo que se corroborará con informes y testimonios de policías y peritos, sumándose a testigos que estuvieron en el lugar de los hechos y pueden establecer condiciones de tiempo, modo y lugar.
Defensas
Las defensas de Llanos, Carrizo y Benítez, ejercidas por Abdón Manyauik, Sergio Rey y Lisandro Benítez, respectivamente, pedirán la absolución de sus clientes, al señalar la orfandad probatoria.
Sugirieron una investigación dirigida y rechazaron que los hechos hayan ocurrido según el relato fiscal. Dijeron que sus clientes no tuvieron participación, y en todo caso para alguno como máximo podría extenderse el beneficio de la duda.
Amplio testimonio
El comisario Núñez contó cómo se enteró de lo sucedido aquella madrugada del 18 de junio de 2016 y detalló los procedimientos realizados al respecto y las hipótesis manejadas hasta definirse la línea de investigación que terminó con la detención de los tres implicados.
Los indicios habrían comenzado a darse en el hospital al momento mismo en que Almendra fue ingresado gravemente herido, observándose imágenes donde se pudo ver a Benítez y Carrizo que hacían lo propio por una herida del último en una de sus manos, la que según expresó tenía su origen en un partido de fútbol.
También pudo verse en la pantalla cuando Benítez intentó salir de allí, pero ya reconocido por testigos, fue interceptado e identificado por la policía en la guardia del nosocomio.
En el lugar donde sucedió todo, el testigo indicó que sólo quedaron escombros tras el incendio provocado y esa misma madrugada pudo tomar declaraciones a la novia de Almendra y otro particular que se encontraban con la víctima tomando cerveza, cuando ingresaron tres encapuchados con cuchillos y rociaron todo con un líquido, iniciándose una llamarada en el techo.
Habían declarado que pudieron salir de ahí y resguardarse en un terreno aledaño, mientras Almendra trataba de defenderse ante la agresión.
Otro declarante dio indicios sobre algún incidente entre Llanos y Almendra ocurrido el miércoles 15 de junio, que habría terminado con una puñalada de Almendra, y ahí también estaría involucrado Benítez.
Núñez aclaró que las pesquisas permitieron conocer que los tres acusados trabajaban en una pesquera y esa noche, ninguno de ellos cumplió tareas en esa empresa, a la vez que con los datos y las autorizaciones correspondientes pudieron efectuar las intervenciones telefónicas. Subrayó la importancia de los secuestros realizados en los allanamientos, ya que pudieron hacerse de los cuchillos utilizados. Consideró como determinantes las pericias de ADN que indicaron la existencia de restos de la víctima en un cuchillo y en la ropa de Benítez.
Hecho
La Fiscalía tratará de sostener en juicio que “el día 18 de junio de 2016 Cristian Llanos, Víctor Benítez y Mauricio Carrizo, sabiendo lo que hacían y habiendo acordado previamente no solo reunirse, sino distribuir roles y tareas, se hicieron presentes en el domicilio mencionado con la única finalidad de acabar con la vida de Ismael Almendra”.
“Los tres acusados a bordo de un automóvil blanco y conducido por un cuarto sujeto que no se pudo identificar, se dirigieron hasta el barrio donde estacionaron y descendieron portando una mochila negra, al menos tres cuchillos y un bidón conteniendo combustible, yendo a pie hasta la casa de la víctima”.
Oficialmente comunicaron que “acto seguido se produce el desenlace, momentos en que se abalanzan contra la casilla en la que se encontraban tres jóvenes, entre ellos Ismael Almendra, procediendo a rociar con combustible y encender con fuego la pequeña vivienda, a la vez que dan fuertes patadas a la puerta de ingreso gritando: “Dale vení, puto”.
Logran derribar la puerta e ingresan los tres visitantes empuñando cuchillos de grandes dimensiones, propinando 13 heridas punzo cortantes en la humanidad de Almendra. En oportunidad que los tres sujetos ingresan y lo atacan al unísono, quienes acompañaban al agredido pueden escapar a un terreno lindero donde se ponen a resguardo.
Al momento del ataque, los agresores en conjunto y con pleno dominio del hecho, ataron a su víctima los pies con un alambre y, de este modo, obturaron todo tipo de reacción colocando a Ismael en un total estado de indefensión, lo que les proporcionó la posibilidad de actuar sobre seguro, es decir sin riesgo alguno para ellos.
Sin piedad
Después de haberlo amarrado, lo tomaron de sus ropas y lo arrastraron hacia el exterior de la morada, donde lo pusieron contra el piso boca abajo para ultimarlo sin piedad a través de seis puñaladas sobre la espalda. A continuación, procedieron a girarlo sobre su propio eje corporal asestando siete estocadas más.
Las lesiones provocadas en las zonas cervical y pulmonar generaron un cuadro lesional incompatible con la vida, aún con asistencia inmediata.
La muerte por un paro cardiorespiratorio originado por descompensación hemodinámica a raíz de lesión vascular y pulmonar.
Concluido el brutal ataque, Cristian Llanos, Mauricio Carrizo y Víctor Benítez huyeron del sitio abordando el automóvil que los aguardaba en las inmediaciones, dándose así a la fuga en dirección de la ruta 25, quedando la precaria casilla envuelta en llamas e Ismael Almendra tendido en el suelo en estado agonizante.
Acudieron en su auxilio vecinos del lugar y su madre, y en ocasión del arribo de personal de bomberos con la policía se brindó la primera asistencia al joven, siendo luego trasladado de urgencia al hospital local donde, a la sazón, perdiera la vida.