Sampaoli apuesta fuerte por el tridente Messi, Icardi y Dybala

El DT probó desde el primer entrenamiento con el trío en la búsqueda de la ansiada química para enfrentar este jueves a Uruguay, por la 15ta. fecha de la Eliminatoria. Lionel tuvo un gran gesto con un niño que quería conocer a su ídolo a la llegada de la Selección al hotel de Montevideo.

Los tres vienen de convertir este fin de semana en sus clubes en Europa.
30 AGO 2017 - 19:06 | Actualizado

Es sabido que Icardi recién se incorpora al grupo, con los primeros días de convivencia, más allá de la gira de mitad de año por Australia y Singapur, y las horas fueron pocas pero provechosas para empezar a darle forma a la sociedad ofensiva pretendida por el entrenador.

Icardi, amo y señor en Inter de Milán, arrancó la temporada a puro gol, con cuatro en dos presentaciones, y mostró cosas típicas de centrodelantero, como en las definiciones frente a Fiorentina y Roma, y con eso sedujo a Sampaoli, quien lo pondrá arriba y relegará a Sergio Agüero al banco de suplentes.

La pulseada entre ambos partió con cierta paridad, sobre todo teniendo en cuenta que el punta de Manchester City de Inglaterra regresó a esta posición en la actual temporada, pero el último fin de semana inclinó la balanza para el lado de Icardi.

El mejor ejemplo se observó en la práctica inicial y en las otras, en las que Sampaoli lo paró en el mismo equipo que Messi y Dybala, con la idea de empezar a asociarlos y a que se entiendan dentro del campo, pensando en el poco tiempo de trabajo en los días previos a la jornada frente a Uruguay.

"Quiero armar un ataque que se entienda desde lo colectivo, independientemente de los nombres", aseguró en la conferencia brindada en la previa aunque en la acción siempre se los vio a los tres juntos y a Sergio Agüero relegado al equipo suplente.

En cada práctica, Icardi se mostró activo, con ganas de charlar y de acercarse a sus compañeros de ataque, a tal punto que el martes primero se puso al lado de Messi e intercambiaron conceptos de juego mientras esperaron por ingresar a los trabajos con pelota. Posteriormente, cuando salieron del mismo, tomó una pelota, se puso a hacer 'jueguitos' y se acomodó pegado a Dybala, con quien también hicieron gestos e indicaciones de los lugares por los que debían atacar para lastimar a la defensa rival.

Sin dudas, la química afuera de la cancha se va logrando poco a poco y entrenamiento a entrenamiento, dejando de detrás el escenario que lo vetó por cuatro años a Icardi.

La gran pregunta es: ¿qué le puede brindar el punta al triángulo ofensivo? La respuesta la sabe más que nadie el propio director técnico, aunque a simple vista se puede pensar en la lucha aérea contra los defensores centrales charrúas, en el pivoteo para que Messi reciba la pelota de frente al arco, resolución en una habilitación y la falta de necesidad de constante contacto con el balón, ya que se mueve siempre en los últimos metros de la cancha.

Además, Icardi, con sus 24 años, marca un poco el recambio que se vendrá en el conjunto nacional, a diferencia de Agüero, de 29, que ya carga en sus hombros con las frustraciones de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

Dybala reconoció en mayo pasado que el punta puede darle "una mano" al seleccionado, en uno de los primeros guiños que recibió desde el grupo, y dejó en claro su deseo de compartir el sector ofensivo junto con él.

Lo cierto es que Sampaoli buscó la química en las charlas de la gira de mitad de año, en las citas individuales que realizó por Europa y en los entrenamientos de los últimos días. Sin embargo, a la hora de la verdad se verá si los siete goles que convirtió el tridente (Messi e Icardi 2; Dybala 3), con un fútbol de alto vuelo, el último fin de semana con sus respectivos clubes tienen correlato con la camiseta de Argentina o por el momento representan simplemente un deseo.

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Los tres vienen de convertir este fin de semana en sus clubes en Europa.
30 AGO 2017 - 19:06

Es sabido que Icardi recién se incorpora al grupo, con los primeros días de convivencia, más allá de la gira de mitad de año por Australia y Singapur, y las horas fueron pocas pero provechosas para empezar a darle forma a la sociedad ofensiva pretendida por el entrenador.

Icardi, amo y señor en Inter de Milán, arrancó la temporada a puro gol, con cuatro en dos presentaciones, y mostró cosas típicas de centrodelantero, como en las definiciones frente a Fiorentina y Roma, y con eso sedujo a Sampaoli, quien lo pondrá arriba y relegará a Sergio Agüero al banco de suplentes.

La pulseada entre ambos partió con cierta paridad, sobre todo teniendo en cuenta que el punta de Manchester City de Inglaterra regresó a esta posición en la actual temporada, pero el último fin de semana inclinó la balanza para el lado de Icardi.

El mejor ejemplo se observó en la práctica inicial y en las otras, en las que Sampaoli lo paró en el mismo equipo que Messi y Dybala, con la idea de empezar a asociarlos y a que se entiendan dentro del campo, pensando en el poco tiempo de trabajo en los días previos a la jornada frente a Uruguay.

"Quiero armar un ataque que se entienda desde lo colectivo, independientemente de los nombres", aseguró en la conferencia brindada en la previa aunque en la acción siempre se los vio a los tres juntos y a Sergio Agüero relegado al equipo suplente.

En cada práctica, Icardi se mostró activo, con ganas de charlar y de acercarse a sus compañeros de ataque, a tal punto que el martes primero se puso al lado de Messi e intercambiaron conceptos de juego mientras esperaron por ingresar a los trabajos con pelota. Posteriormente, cuando salieron del mismo, tomó una pelota, se puso a hacer 'jueguitos' y se acomodó pegado a Dybala, con quien también hicieron gestos e indicaciones de los lugares por los que debían atacar para lastimar a la defensa rival.

Sin dudas, la química afuera de la cancha se va logrando poco a poco y entrenamiento a entrenamiento, dejando de detrás el escenario que lo vetó por cuatro años a Icardi.

La gran pregunta es: ¿qué le puede brindar el punta al triángulo ofensivo? La respuesta la sabe más que nadie el propio director técnico, aunque a simple vista se puede pensar en la lucha aérea contra los defensores centrales charrúas, en el pivoteo para que Messi reciba la pelota de frente al arco, resolución en una habilitación y la falta de necesidad de constante contacto con el balón, ya que se mueve siempre en los últimos metros de la cancha.

Además, Icardi, con sus 24 años, marca un poco el recambio que se vendrá en el conjunto nacional, a diferencia de Agüero, de 29, que ya carga en sus hombros con las frustraciones de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

Dybala reconoció en mayo pasado que el punta puede darle "una mano" al seleccionado, en uno de los primeros guiños que recibió desde el grupo, y dejó en claro su deseo de compartir el sector ofensivo junto con él.

Lo cierto es que Sampaoli buscó la química en las charlas de la gira de mitad de año, en las citas individuales que realizó por Europa y en los entrenamientos de los últimos días. Sin embargo, a la hora de la verdad se verá si los siete goles que convirtió el tridente (Messi e Icardi 2; Dybala 3), con un fútbol de alto vuelo, el último fin de semana con sus respectivos clubes tienen correlato con la camiseta de Argentina o por el momento representan simplemente un deseo.


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