“No están sacando petróleo, lo están guardando para cuando el precio esté mejor”

Lo dijo Jorge Ávila, secretario general del Sindicato de Petroleros Privados. Advirtió sobre la violencia social y la franja de padres e hijos sin empleo en Comodoro Rivadavia.

10 SEP 2017 - 20:36 | Actualizado 30 SEP 2022 - 15:19

Por Ismael Tebes / @IsmaelTebes

-¿Cómo es la situación sabiendo que con Tecpetrol es difícil de resolver?

-La empresa plantea más conflicto en la región. Si uno mira el caos social que tiene Comodoro Rivadavia y el grado de violencia, comprueba que hay un montón de chicos jóvenes de entre 18 y 22 años que están en su casa porque no encuentran empleo. En la medida que avanza la crisis, ya lo padres tampoco tienen empleo y esto genera desencanto. Eso le planteamos al sector político, salimos con un mensaje claro a las operadoras para que por lo menos, la mínima inversión para sostener el empleo hay que hacerla.

-¿Los despidos son hoy la única salida?

-Ojalá pudiéramos conseguir el precio del gas que tienen Neuquén o un valor de barril del Blem que tiene Neuquén. O que se pudieran subsidiar. Si estuviera así seguramente no estaríamos en esta discusión o no sería una situación tan grave como la que vivimos en la Cuenca. Se hizo la reunión del Directorio de YPF y lo que único que se anunció fue desinversión. No hay inversión de nada. Se ratificaron los 200 millones de pesos que se le sacarán al petróleo para ponerlos en los molinos eólicos. No es que se trajo ese monto para apostar a un nuevo proyecto. Eso hace que a partir de ahora peligran licitaciones y que las Pymes de la región no puedan pagar. Todo esto lo está haciendo YPF. La visita del Directorio fue nada agradable.

-¿No tuvieron la posibilidad de dialogar con las autoridades de YPF?

-No. Tienen el teléfono cerrado con nuestro sindicato. Ningún directivo nacional habla con nosotros desde hace varios días, quizás por esto mismo. No nos vamos a callar la boca y diremos siempre lo que pensamos. Y no hablo de Gutiérrez sino de Domingo Rocchio o Marcelo Aldecco. Viven en Buenos Aires y se ve claramente que no sirven como interlocutores ya que no pudieron ni siquiera acercar las partes para ver cómo podíamos hacer en la región para pacificar. Dejaron otra vez el mensaje de más telegramas de despido y hay que salir ahora a revertir la situación. Íbamos a hacerlo con acuerdos pero esta reunión de Directorio en general fue perjudicial para la ciudad.

-¿Vaca Muerta sigue siendo el principal objetivo de las empresas en detrimento del Golfo San Jorge?

-No ratifican, dicen que es el único lugar en el que se puede invertir en Argentina. Ahí irá toda la inversión.

-¿Eso es muy malo para la actividad en la región?

-Es muy malo para Chubut y la Cuenca. El 31 de diciembre termina el acuerdo del gas. Y si éste no se consigue a un precio para sustentar la Cuenca, Pan American Energy podría “bajar” diez equipos y se hará insostenible la situación. Nos pusieron en una situación tensa porque vienen los últimos embates para adoctrinar con los despidos. Plantean que “si hay que echar, se echa” como la única manera de sobrevivir.

-¿Cómo se observa el futuro del petróleo?

-La industria tiene futuro asegurado. De hecho, hoy no están sacando petróleo, sino que lo están guardando para extraerlo cuando el precio esté mejor. Hoy la industria pone la plata en otro lado y como sabe que dentro de dos o tres años tendremos que sacar nuevamente recursos volverán a hacer lo que hacen siempre: anunciar inversiones y tomar gente. Tenemos en esa circunstancia que tener memoria. No nos tenemos que olvidar lo que está pasando hoy.

-¿Cuál es el principal desafío del gremio?

-Hacerle entender al Gobierno que no somos enemigos. Acá hay cosas que las negociaron las empresas con los trabajadores y no con el sindicato. No somos el problema. Lo demostramos firmándoles una adenda, pidiéndole achicamiento de salarios o yendo al régimen de ocho horas. ¿Qué más se le puede pedir a los trabajadores? Gratis no podemos trabajar. Deberían mirar las políticas que están ejecutando porque es el principal factor de que nos encontremos solos ante un libre mercado y casi sin ayuda externa. No hay responsabilidad sindical. El sindicato hizo lo que pudo y en estos dos años mantuvo cerca de dos mil puestos de trabajo que son los que la industria siempre quiso sacarse de encima.

-¿Cuál es el mensaje para los trabajadores?

-Ya tenemos un plan de lucha. Dependemos de lo que pase en la audiencia del miércoles y el jueves a la mañana, el Sindicato no tendrá marcha atrás. Hemos agotado todas las instancias. Se nos acusa hasta por haber aceptado estos cinco días adicionales, cuando este nuevo plazo abrió la posibilidad de arreglar o terminar este conflicto. Los tiempos se agotan; hemos puesto todo, más no nos pueden pedir. Nos gustaría que hablen con los trabajadores que hacen ocho horas, que cobraban 20 o 30 mil pesos y hoy perciben 10 o 12 y verán dónde quedó el salario. La prioridad es defender ese poco salario porque es trabajo, dignidad y la posibilidad de que esto mejore y que recuperemos el empleo. Mal que nos pese, no se puede pedir nada más a los trabajadores. Caímos en la trampa de un conflicto, con los mismos que hasta hace poco paraban por “cualquier cosa”. Y hoy ya no paran, esperando que otros lo hagan y especulando con eso. Dirigimos los conflictos, no lo hacemos desde afuera. Cuando haya que hacerlo lo haremos. No le tenemos miedo ni a este Gobierno ni a nadie. Sólo tengo miedo a mis trabajadores.

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10 SEP 2017 - 20:36

Por Ismael Tebes / @IsmaelTebes

-¿Cómo es la situación sabiendo que con Tecpetrol es difícil de resolver?

-La empresa plantea más conflicto en la región. Si uno mira el caos social que tiene Comodoro Rivadavia y el grado de violencia, comprueba que hay un montón de chicos jóvenes de entre 18 y 22 años que están en su casa porque no encuentran empleo. En la medida que avanza la crisis, ya lo padres tampoco tienen empleo y esto genera desencanto. Eso le planteamos al sector político, salimos con un mensaje claro a las operadoras para que por lo menos, la mínima inversión para sostener el empleo hay que hacerla.

-¿Los despidos son hoy la única salida?

-Ojalá pudiéramos conseguir el precio del gas que tienen Neuquén o un valor de barril del Blem que tiene Neuquén. O que se pudieran subsidiar. Si estuviera así seguramente no estaríamos en esta discusión o no sería una situación tan grave como la que vivimos en la Cuenca. Se hizo la reunión del Directorio de YPF y lo que único que se anunció fue desinversión. No hay inversión de nada. Se ratificaron los 200 millones de pesos que se le sacarán al petróleo para ponerlos en los molinos eólicos. No es que se trajo ese monto para apostar a un nuevo proyecto. Eso hace que a partir de ahora peligran licitaciones y que las Pymes de la región no puedan pagar. Todo esto lo está haciendo YPF. La visita del Directorio fue nada agradable.

-¿No tuvieron la posibilidad de dialogar con las autoridades de YPF?

-No. Tienen el teléfono cerrado con nuestro sindicato. Ningún directivo nacional habla con nosotros desde hace varios días, quizás por esto mismo. No nos vamos a callar la boca y diremos siempre lo que pensamos. Y no hablo de Gutiérrez sino de Domingo Rocchio o Marcelo Aldecco. Viven en Buenos Aires y se ve claramente que no sirven como interlocutores ya que no pudieron ni siquiera acercar las partes para ver cómo podíamos hacer en la región para pacificar. Dejaron otra vez el mensaje de más telegramas de despido y hay que salir ahora a revertir la situación. Íbamos a hacerlo con acuerdos pero esta reunión de Directorio en general fue perjudicial para la ciudad.

-¿Vaca Muerta sigue siendo el principal objetivo de las empresas en detrimento del Golfo San Jorge?

-No ratifican, dicen que es el único lugar en el que se puede invertir en Argentina. Ahí irá toda la inversión.

-¿Eso es muy malo para la actividad en la región?

-Es muy malo para Chubut y la Cuenca. El 31 de diciembre termina el acuerdo del gas. Y si éste no se consigue a un precio para sustentar la Cuenca, Pan American Energy podría “bajar” diez equipos y se hará insostenible la situación. Nos pusieron en una situación tensa porque vienen los últimos embates para adoctrinar con los despidos. Plantean que “si hay que echar, se echa” como la única manera de sobrevivir.

-¿Cómo se observa el futuro del petróleo?

-La industria tiene futuro asegurado. De hecho, hoy no están sacando petróleo, sino que lo están guardando para extraerlo cuando el precio esté mejor. Hoy la industria pone la plata en otro lado y como sabe que dentro de dos o tres años tendremos que sacar nuevamente recursos volverán a hacer lo que hacen siempre: anunciar inversiones y tomar gente. Tenemos en esa circunstancia que tener memoria. No nos tenemos que olvidar lo que está pasando hoy.

-¿Cuál es el principal desafío del gremio?

-Hacerle entender al Gobierno que no somos enemigos. Acá hay cosas que las negociaron las empresas con los trabajadores y no con el sindicato. No somos el problema. Lo demostramos firmándoles una adenda, pidiéndole achicamiento de salarios o yendo al régimen de ocho horas. ¿Qué más se le puede pedir a los trabajadores? Gratis no podemos trabajar. Deberían mirar las políticas que están ejecutando porque es el principal factor de que nos encontremos solos ante un libre mercado y casi sin ayuda externa. No hay responsabilidad sindical. El sindicato hizo lo que pudo y en estos dos años mantuvo cerca de dos mil puestos de trabajo que son los que la industria siempre quiso sacarse de encima.

-¿Cuál es el mensaje para los trabajadores?

-Ya tenemos un plan de lucha. Dependemos de lo que pase en la audiencia del miércoles y el jueves a la mañana, el Sindicato no tendrá marcha atrás. Hemos agotado todas las instancias. Se nos acusa hasta por haber aceptado estos cinco días adicionales, cuando este nuevo plazo abrió la posibilidad de arreglar o terminar este conflicto. Los tiempos se agotan; hemos puesto todo, más no nos pueden pedir. Nos gustaría que hablen con los trabajadores que hacen ocho horas, que cobraban 20 o 30 mil pesos y hoy perciben 10 o 12 y verán dónde quedó el salario. La prioridad es defender ese poco salario porque es trabajo, dignidad y la posibilidad de que esto mejore y que recuperemos el empleo. Mal que nos pese, no se puede pedir nada más a los trabajadores. Caímos en la trampa de un conflicto, con los mismos que hasta hace poco paraban por “cualquier cosa”. Y hoy ya no paran, esperando que otros lo hagan y especulando con eso. Dirigimos los conflictos, no lo hacemos desde afuera. Cuando haya que hacerlo lo haremos. No le tenemos miedo ni a este Gobierno ni a nadie. Sólo tengo miedo a mis trabajadores.


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