Fuentes judiciales informaron a NA que el operativo fue dispuesto por el magistrado en el edificio ubicado en el cruce de Reconquista y Perón, a raíz de que la entidad bancaria demoró en la entrega de información requerida.
El hijo de la expresidenta Cristina Kirchner se encuentra procesado en el expediente judicial en el que se investiga la presunta comisión del delito de lavado de dinero a través del alquiler de habitaciones de hoteles para así recibir retorno de fondos de parte de empresas constructoras beneficiadas con obras públicas.
Bonadio dispuso el allanamiento por la apertura de cuentas bancarias de la familia Kirchner en esa entidad crediticia en febrero de 2016 y también buscó determinar si hubo movimientos en las cuentas y si se compraron dólares, entre otros puntos.
En la causa, tanto la expresidenta como su hijo son considerados “jefes” de una asociación ilícita dedicada a actividades de lavado de dinero, por medio de complejos habitacionales que le alquilaron a los empresarios Lázaro Báez y Cristobal López. Ambos empresarios fueron beneficiados con gran cantidad de licitaciones durante el kirchnerismo y por ello también fueron procesados por Bonadio, aunque está pendiente que el expediente se acumule en el Juzgado de Julián Ercolini, puesto que éste tiene la causa por fraude con la obra pública.
Fuentes judiciales informaron a NA que el operativo fue dispuesto por el magistrado en el edificio ubicado en el cruce de Reconquista y Perón, a raíz de que la entidad bancaria demoró en la entrega de información requerida.
El hijo de la expresidenta Cristina Kirchner se encuentra procesado en el expediente judicial en el que se investiga la presunta comisión del delito de lavado de dinero a través del alquiler de habitaciones de hoteles para así recibir retorno de fondos de parte de empresas constructoras beneficiadas con obras públicas.
Bonadio dispuso el allanamiento por la apertura de cuentas bancarias de la familia Kirchner en esa entidad crediticia en febrero de 2016 y también buscó determinar si hubo movimientos en las cuentas y si se compraron dólares, entre otros puntos.
En la causa, tanto la expresidenta como su hijo son considerados “jefes” de una asociación ilícita dedicada a actividades de lavado de dinero, por medio de complejos habitacionales que le alquilaron a los empresarios Lázaro Báez y Cristobal López. Ambos empresarios fueron beneficiados con gran cantidad de licitaciones durante el kirchnerismo y por ello también fueron procesados por Bonadio, aunque está pendiente que el expediente se acumule en el Juzgado de Julián Ercolini, puesto que éste tiene la causa por fraude con la obra pública.