Un terremoto de 7,1 grados sacudió la capital de México y dejó al menos 224 muertos

El terremoto de magnitud 7 acudió la zona central del país azteca y provocó la destrucción de decenas de edificios, colapsando los servicios de emergencia que buscaban rescatar personas atrapadas entre escombros.

19 SEP 2017 - 16:35 | Actualizado

La nueva cifra de muertos fue confirmada esta madrugada por el secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio, quien en una entrevista a Televisa citada por EFE precisó que hay 117 víctimas mortales en Ciudad de México, 39 en el estado de Puebla, 55 en Morelos, 12 en el Estado de México y uno en Guerrero. Sin embargo, otros reportes hablan de tres muertos en Guerrero.

El funcionario también indicó que se tienen registrados 45 edificios que colapsaron total o parcialmente, en seis de los cuales se considera que hay personas atrapadas.

Poco antes, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, estableció como prioridad el rescate de personas atrapadas en los derrumbes y la atención a los heridos por el terremoto.

"La prioridad en este momento es continuar el rescate de quienes aún se encuentran atrapados y dar atención médica a los heridos", declaró Peña Nieto en un mensaje en cadena nacional tras un recorrido por algunos puntos de Ciudad de México.

Uno de los edificios colapsados es el Colegio Enrique Rebsamen, en donde al menos 20 niños y dos adultos murieron y otras 38 personas están desaparecidas por el derrumbe del establecimiento escolar, ubicado en el sur de Ciudad de México.

El presidente mexicano Enrique Peña Nieto se hizo presente en el lugar junto al jefe del Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, antes de hablar en cadena nacional, y aclaró que son 30 menores y ocho adultos los que están desaparecidos, según despacho de EFE.

Peña Nieto informó también que más de 500 miembros del Ejército y de la Secretaría de Marina, así como 200 de Protección Civil, tratan de encontrar sobrevivientes entre las ruinas donde 14 niños ya fueron sacados con vida de los escombros.

Ante la magnitud de la catástrofe, el Gobierno mexicano ordenó tanto a hospitales públicos como privados recibir a los heridos, así como la gratuidad de los servicios de transporte públicos, en tanto, la Secretaría de la Defensa Nacional informó del despliegue, de forma preliminar, de 3.677 efectivos, 15 binomios caninos (perros entrenados para rescate), ocho helicópteros y seis equipos de maquinaria pesada, consignó el diario mexicano La Jornada.

El movimiento telúrico también causó numerosos cortes en el servicio eléctrico, afectando a 3,8 millones de personas, fugas de gas e interrumpió el servicio de telefonía.

Las actividades escolares fueron suspendidas hasta nuevo aviso en la Ciudad de México y en los estados de México, Guerrero Hidalgo, Morelos, Puebla, Veracruz y Tlaxcala.

El sismo, que causó numerosas escenas de pánico, coincidió con el 32 aniversario del poderoso terremoto que provocó miles de muertos en 1985 y apenas dos horas después de un simulacro de un movimiento telúrico en todo el país.

También ocurrió solo unos días después de que el 7 de septiembre otro poderoso terremoto, de 8,2 grados de magnitud, el más fuerte desde 1932, dejó 98 muertos en el sur del país; 78 en Oaxaca, 16 en Chiapas y 4 en Tabasco.

En la ciudad de México, donde hay más de 30 edificios colapsados y decenas de casas y edificios resultaron afectados en diferentes niveles, la solidaridad ciudadana se mostró cuando cientos de personas se organizaron para tratar de rescatar a personas atrapadas en los inmuebles caídos.

El movimiento telúrico generó pánico entre los habitantes de esta ciudad que aún no se reponían del temblor del 7 de septiembre pasado y que les recordó de inmediato el que se registró exactamente hace 32 años, cuando un sismo de 8.1 grados dejó miles de muertos y cambio el rostro de la ciudad.

La delegación Cuauhtémoc, uno de los principales centros de negocios de esta capital y donde se localiza el centro histórico, fue la zona con el mayor número de inmuebles afectados y donde miles de personas consternadas observaban como los cuerpos de rescate trabajan retirando escombros.

El delegado de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, aseguró que ese distrito fue el más afectado con 26 edificios dañados, algunos desplomados, otros con deterioros en sus estructura por lo que tuvieron que ser desalojados, mientras que se habilitaron cinco albergues para atender a las personas que se quedaron sin vivienda.

Diversas avenidas quedaron bloqueadas por los edificios caídos, lo que generó caos de tránsito por varias horas en diversos puntos de la ciudad, a lo que se sumó el corte de energía eléctrica en varias zonas y el colapso de las líneas telefónicas, que poco a poco se fueron restableciendo.

Aunque la alarma sísmica, que anuncia segundos antes la llegada de un terremoto, operó de manera oportuna, muchas personas permanecieron en sus edificios por lo que se desconoce el número de personas atrapadas y sólo se han reportado 38 personas fallecidas en esta capital, así como varias rescatadas.

Los cuerpos de protección civil y seguridad entraron en operación de inmediato, junto con las miles de personas que de manera voluntaria comenzaron a remover los escombros de varios edificios en busca de sobrevivientes.

Al mismo tiempo, otros grupos de personas apoyaban con alimentos y agua para las personas que trabajan junto con los cuerpos de rescate y solicitaban ayuda a través de los medios de comunicación.

El caos de tránsito y la falta de transporte llevó a que miles de mexicanos tuvieran que caminar por varias horas de sus lugares de trabajo hasta sus domicilios, mientras que las autoridades anunciaban la gratuidad de todos los transportes y de los hospitales.

Al mismo tiempo se solicitó usar al mínimo las líneas telefónicas y la electricidad, a fin de evitar colapsarlas e invitaron a las personas a permanecer en sus sus domicilios, en caso que no presentaran fallas estructurales, para evitar obstaculizar el trabajo de los cuerpos de rescate.

Los recuerdos del sismo del 19 de septiembre de 1985, que también destruyó decenas de edificios y provocó la muerte de unas 10.000 personas, de inmediato estuvieron presentes entre las personas que lo vivieron.

Historias como las de 1985 ocurrieron en zonas como la colonia Obrera donde una fabrica textil se derrumbó con al menos 14 operarios adentro por lo que los rescatistas trabajaban de manera ininterrumpida para salvarlos.

Las tareas de remoción de escombros continuaban esta noche con cientos de voluntarios que en forma solidaria colaboraban en las tareas.

Las actividades escolares fueron "suspendidas hasta nuevo aviso", al igual que la sesión bursátil, para "salvaguardar la seguridad del personal y de las instalaciones", informaron las autoridades.

El sismo en la capital se sintió con más fuerza que el registrado el 7 de septiembre, de magnitud de 8.2 en la escala de Richter, dado que el epicentro fue más cercano. Ese terremoto dejó 98 muertos.

Desde México, Miguel Ángel López

19 SEP 2017 - 16:35

La nueva cifra de muertos fue confirmada esta madrugada por el secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio, quien en una entrevista a Televisa citada por EFE precisó que hay 117 víctimas mortales en Ciudad de México, 39 en el estado de Puebla, 55 en Morelos, 12 en el Estado de México y uno en Guerrero. Sin embargo, otros reportes hablan de tres muertos en Guerrero.

El funcionario también indicó que se tienen registrados 45 edificios que colapsaron total o parcialmente, en seis de los cuales se considera que hay personas atrapadas.

Poco antes, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, estableció como prioridad el rescate de personas atrapadas en los derrumbes y la atención a los heridos por el terremoto.

"La prioridad en este momento es continuar el rescate de quienes aún se encuentran atrapados y dar atención médica a los heridos", declaró Peña Nieto en un mensaje en cadena nacional tras un recorrido por algunos puntos de Ciudad de México.

Uno de los edificios colapsados es el Colegio Enrique Rebsamen, en donde al menos 20 niños y dos adultos murieron y otras 38 personas están desaparecidas por el derrumbe del establecimiento escolar, ubicado en el sur de Ciudad de México.

El presidente mexicano Enrique Peña Nieto se hizo presente en el lugar junto al jefe del Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, antes de hablar en cadena nacional, y aclaró que son 30 menores y ocho adultos los que están desaparecidos, según despacho de EFE.

Peña Nieto informó también que más de 500 miembros del Ejército y de la Secretaría de Marina, así como 200 de Protección Civil, tratan de encontrar sobrevivientes entre las ruinas donde 14 niños ya fueron sacados con vida de los escombros.

Ante la magnitud de la catástrofe, el Gobierno mexicano ordenó tanto a hospitales públicos como privados recibir a los heridos, así como la gratuidad de los servicios de transporte públicos, en tanto, la Secretaría de la Defensa Nacional informó del despliegue, de forma preliminar, de 3.677 efectivos, 15 binomios caninos (perros entrenados para rescate), ocho helicópteros y seis equipos de maquinaria pesada, consignó el diario mexicano La Jornada.

El movimiento telúrico también causó numerosos cortes en el servicio eléctrico, afectando a 3,8 millones de personas, fugas de gas e interrumpió el servicio de telefonía.

Las actividades escolares fueron suspendidas hasta nuevo aviso en la Ciudad de México y en los estados de México, Guerrero Hidalgo, Morelos, Puebla, Veracruz y Tlaxcala.

El sismo, que causó numerosas escenas de pánico, coincidió con el 32 aniversario del poderoso terremoto que provocó miles de muertos en 1985 y apenas dos horas después de un simulacro de un movimiento telúrico en todo el país.

También ocurrió solo unos días después de que el 7 de septiembre otro poderoso terremoto, de 8,2 grados de magnitud, el más fuerte desde 1932, dejó 98 muertos en el sur del país; 78 en Oaxaca, 16 en Chiapas y 4 en Tabasco.

En la ciudad de México, donde hay más de 30 edificios colapsados y decenas de casas y edificios resultaron afectados en diferentes niveles, la solidaridad ciudadana se mostró cuando cientos de personas se organizaron para tratar de rescatar a personas atrapadas en los inmuebles caídos.

El movimiento telúrico generó pánico entre los habitantes de esta ciudad que aún no se reponían del temblor del 7 de septiembre pasado y que les recordó de inmediato el que se registró exactamente hace 32 años, cuando un sismo de 8.1 grados dejó miles de muertos y cambio el rostro de la ciudad.

La delegación Cuauhtémoc, uno de los principales centros de negocios de esta capital y donde se localiza el centro histórico, fue la zona con el mayor número de inmuebles afectados y donde miles de personas consternadas observaban como los cuerpos de rescate trabajan retirando escombros.

El delegado de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, aseguró que ese distrito fue el más afectado con 26 edificios dañados, algunos desplomados, otros con deterioros en sus estructura por lo que tuvieron que ser desalojados, mientras que se habilitaron cinco albergues para atender a las personas que se quedaron sin vivienda.

Diversas avenidas quedaron bloqueadas por los edificios caídos, lo que generó caos de tránsito por varias horas en diversos puntos de la ciudad, a lo que se sumó el corte de energía eléctrica en varias zonas y el colapso de las líneas telefónicas, que poco a poco se fueron restableciendo.

Aunque la alarma sísmica, que anuncia segundos antes la llegada de un terremoto, operó de manera oportuna, muchas personas permanecieron en sus edificios por lo que se desconoce el número de personas atrapadas y sólo se han reportado 38 personas fallecidas en esta capital, así como varias rescatadas.

Los cuerpos de protección civil y seguridad entraron en operación de inmediato, junto con las miles de personas que de manera voluntaria comenzaron a remover los escombros de varios edificios en busca de sobrevivientes.

Al mismo tiempo, otros grupos de personas apoyaban con alimentos y agua para las personas que trabajan junto con los cuerpos de rescate y solicitaban ayuda a través de los medios de comunicación.

El caos de tránsito y la falta de transporte llevó a que miles de mexicanos tuvieran que caminar por varias horas de sus lugares de trabajo hasta sus domicilios, mientras que las autoridades anunciaban la gratuidad de todos los transportes y de los hospitales.

Al mismo tiempo se solicitó usar al mínimo las líneas telefónicas y la electricidad, a fin de evitar colapsarlas e invitaron a las personas a permanecer en sus sus domicilios, en caso que no presentaran fallas estructurales, para evitar obstaculizar el trabajo de los cuerpos de rescate.

Los recuerdos del sismo del 19 de septiembre de 1985, que también destruyó decenas de edificios y provocó la muerte de unas 10.000 personas, de inmediato estuvieron presentes entre las personas que lo vivieron.

Historias como las de 1985 ocurrieron en zonas como la colonia Obrera donde una fabrica textil se derrumbó con al menos 14 operarios adentro por lo que los rescatistas trabajaban de manera ininterrumpida para salvarlos.

Las tareas de remoción de escombros continuaban esta noche con cientos de voluntarios que en forma solidaria colaboraban en las tareas.

Las actividades escolares fueron "suspendidas hasta nuevo aviso", al igual que la sesión bursátil, para "salvaguardar la seguridad del personal y de las instalaciones", informaron las autoridades.

El sismo en la capital se sintió con más fuerza que el registrado el 7 de septiembre, de magnitud de 8.2 en la escala de Richter, dado que el epicentro fue más cercano. Ese terremoto dejó 98 muertos.

Desde México, Miguel Ángel López


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