Luenzo: “Comodoro dejó de ser la Capital del Petróleo y pasó a ser la Capital de la Desorientación”

El legislador dasnevista cuestionó la llegada de obras públicas que Chubut no pidió y planteó al Ejecutivo Nacional como la suma del poder total. “No estamos en el presupuesto, con el poder simbólico que representa no estar”, advirtió, planteando el desinterés de la Casa Rosada por la Patagonia.

24 SEP 2017 - 21:07 | Actualizado

Por Ismael Tebes.

-¿El agua y la obra pública son discusiones históricas sin efecto en las últimas gestiones?

-Estamos ante una situación crítica. Con una agenda de hace 30 años que habría que ordenar. Saber cuál es la región que queremos y cuáles son nuestras prioridades. No pueden darse las mismas discusiones de hace 30 años. Estamos sin agua, sin energía, no tenemos un futuro definido porque la matriz energética cambia y estamos ante el agotamiento obvio de un recurso que ha sido central en el desarrollo económico de la región. Es un momento histórico donde alguien tendría que organizar una agenda de cara al futuro y en serio. Mientras no tengamos una agenda regional en serio será muy difícil avanzar.

-¿Pasan las gestiones y el resultado siempre fue el mismo?

-Siempre se trabajó en función de una figura. De un “ismo”. Es el momento de trabajar por un desarrollo, a un concepto de región que no logramos definir claramente. Comodoro Rivadavia dejó de ser la Capital Nacional del Petróleo para ser la Capital de la Desorientación. No sabemos dónde vamos, sin tener perspectivas y paradigmas desconociendo los recursos que se cuentan. Tenemos que reconstruirnos como región y quien mejor la represente en 2019 o 2021 cuando tengamos la opción de elegir representantes deberá ser el emergente mejor posicionado con esa agenda. Si no avanzamos por estos temas y se siga priorizando los individualismos nunca saldremos de esta situación que se transformó en una actitud traumática de quienes habitamos la región de la Cuenca.

-¿Le preocupa la falta de presencia de Chubut en el Presupuesto 2018?

-No estamos y refleja el momento que vive Chubut desde lo institucional, una situación muy delicada. Estamos demasiado mirándonos el ombligo de las cosas que nos ocurren y no hemos logrado articular con Nación todo lo que hace falta para hacernos respetar. No puede ser que tengamos 1.700 millones de pesos para las bicisendas y solamente 3 millones para reparar la ruta 3, única vía de comunicación que tenemos en la Patagonia. No estamos en el presupuesto con el poder simbólico que representa no estar. Los patagónicos no somos considerados en lo que se entiende como desarrollo del país. ¿Qué quieren hacer con la Patagonia?. Uno asiste a una política de vaciamiento. Miremos lo que pasó con Tierra del Fuego y Santa Cruz. En Comodoro, hay más de diez mil despidos sumando la cadena de valor que tiene el esquema laboral de la ciudad. El efecto no es directo, se cierran negocios y nos afecta a todos.

-¿Se vuelve a hablar del Dique Los Monos con una discusión con Santa Cruz?

-Los mismos santacruceños se vieron sorprendidos cuando Marcos Peña lo anunció. Nos llegan obras que no pedimos y las que pedimos no llegan. Claramente no marcamos agenda, ni establecemos prioridades. Queremos instalar un tema que nos dividió con los santacruceños y nuevamente estaremos en un conflicto. Santa Cruz necesita agua porque no tiene y nosotros decimos que la obra tiene un impacto ambiental que nos afectará. ¿Quiénes deciden por nosotros? Se hizo una inversión extraordinaria en puertos, entre Comodoro y Puerto Madryn se destinaron 800 millones de pesos. Me pregunto dónde están las políticas activas que generen desarrollo en exportación y conviertan al puerto en una alternativa de diversificación. Es una política de obra pública pero no de desarrollo.

-¿Se utiliza esto como defensa electoral de Cambiemos?

-No tenemos que detenernos en eso. Hay que trabajar por afuera de los esquemas electorales y de la construcción de espacios políticos. Las obras que llegaron tal vez tengan que ver con algún anuncio electoral pero no las hemos discutido y no hemos pedido. Son bienvenidas pero las prioridades debemos marcarlas nosotros y no alguien que ejerce de interventor federal en la región y nadie conoce.

-¿Desde el Senado se hace difícil defender los intereses regionales?

-Es muy difícil. Antes la clase política se quejaba que el Congreso Nacional era una escribanía de Cristina. Hoy ni siquiera somos una escribanía. El Ejecutivo Nacional se siente mucho más cómodo manejándose con decretos como está pasando con las actividades productivas patagónicos o directamente no teniendo en cuenta el Congreso ni compartiendo una idea política como pasaba en la gestión anterior, que tampoco era bueno. Hoy el Congreso no existe y tienen escasa participación y sigue decidiendo muy poco en las cosas que nos interesan. El Ejecutivo concentró el poder y relegó desde la salud institucional el rol que debiera asumir el Senado como representante genuino de las provincias. Se ignora cualquier tema que se plantee.

-¿Se podría avanzar en una reforma laboral de impacto negativo?

-Seguramente en algún momento llegará a la Cámara Alta pero se está gestando la reforma con los dirigentes sindicales que en algunos casos, están muy cuestionados por su participación en espacios político-gremiales. La reforma se termina negociando en una mesa chica y desaparece el Congreso donde deberían discutirse éstas cosas. Las que llegarán, serán cosas ya definidas y esto no tiene que ocurrir. Hay un Poder Judicial totalmente sumiso a las decisiones políticas; un Congreso que no participa activamente y un Ejecutivo que es la suma del poder total. Estamos perdiendo esencia de república y es grave.

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24 SEP 2017 - 21:07

Por Ismael Tebes.

-¿El agua y la obra pública son discusiones históricas sin efecto en las últimas gestiones?

-Estamos ante una situación crítica. Con una agenda de hace 30 años que habría que ordenar. Saber cuál es la región que queremos y cuáles son nuestras prioridades. No pueden darse las mismas discusiones de hace 30 años. Estamos sin agua, sin energía, no tenemos un futuro definido porque la matriz energética cambia y estamos ante el agotamiento obvio de un recurso que ha sido central en el desarrollo económico de la región. Es un momento histórico donde alguien tendría que organizar una agenda de cara al futuro y en serio. Mientras no tengamos una agenda regional en serio será muy difícil avanzar.

-¿Pasan las gestiones y el resultado siempre fue el mismo?

-Siempre se trabajó en función de una figura. De un “ismo”. Es el momento de trabajar por un desarrollo, a un concepto de región que no logramos definir claramente. Comodoro Rivadavia dejó de ser la Capital Nacional del Petróleo para ser la Capital de la Desorientación. No sabemos dónde vamos, sin tener perspectivas y paradigmas desconociendo los recursos que se cuentan. Tenemos que reconstruirnos como región y quien mejor la represente en 2019 o 2021 cuando tengamos la opción de elegir representantes deberá ser el emergente mejor posicionado con esa agenda. Si no avanzamos por estos temas y se siga priorizando los individualismos nunca saldremos de esta situación que se transformó en una actitud traumática de quienes habitamos la región de la Cuenca.

-¿Le preocupa la falta de presencia de Chubut en el Presupuesto 2018?

-No estamos y refleja el momento que vive Chubut desde lo institucional, una situación muy delicada. Estamos demasiado mirándonos el ombligo de las cosas que nos ocurren y no hemos logrado articular con Nación todo lo que hace falta para hacernos respetar. No puede ser que tengamos 1.700 millones de pesos para las bicisendas y solamente 3 millones para reparar la ruta 3, única vía de comunicación que tenemos en la Patagonia. No estamos en el presupuesto con el poder simbólico que representa no estar. Los patagónicos no somos considerados en lo que se entiende como desarrollo del país. ¿Qué quieren hacer con la Patagonia?. Uno asiste a una política de vaciamiento. Miremos lo que pasó con Tierra del Fuego y Santa Cruz. En Comodoro, hay más de diez mil despidos sumando la cadena de valor que tiene el esquema laboral de la ciudad. El efecto no es directo, se cierran negocios y nos afecta a todos.

-¿Se vuelve a hablar del Dique Los Monos con una discusión con Santa Cruz?

-Los mismos santacruceños se vieron sorprendidos cuando Marcos Peña lo anunció. Nos llegan obras que no pedimos y las que pedimos no llegan. Claramente no marcamos agenda, ni establecemos prioridades. Queremos instalar un tema que nos dividió con los santacruceños y nuevamente estaremos en un conflicto. Santa Cruz necesita agua porque no tiene y nosotros decimos que la obra tiene un impacto ambiental que nos afectará. ¿Quiénes deciden por nosotros? Se hizo una inversión extraordinaria en puertos, entre Comodoro y Puerto Madryn se destinaron 800 millones de pesos. Me pregunto dónde están las políticas activas que generen desarrollo en exportación y conviertan al puerto en una alternativa de diversificación. Es una política de obra pública pero no de desarrollo.

-¿Se utiliza esto como defensa electoral de Cambiemos?

-No tenemos que detenernos en eso. Hay que trabajar por afuera de los esquemas electorales y de la construcción de espacios políticos. Las obras que llegaron tal vez tengan que ver con algún anuncio electoral pero no las hemos discutido y no hemos pedido. Son bienvenidas pero las prioridades debemos marcarlas nosotros y no alguien que ejerce de interventor federal en la región y nadie conoce.

-¿Desde el Senado se hace difícil defender los intereses regionales?

-Es muy difícil. Antes la clase política se quejaba que el Congreso Nacional era una escribanía de Cristina. Hoy ni siquiera somos una escribanía. El Ejecutivo Nacional se siente mucho más cómodo manejándose con decretos como está pasando con las actividades productivas patagónicos o directamente no teniendo en cuenta el Congreso ni compartiendo una idea política como pasaba en la gestión anterior, que tampoco era bueno. Hoy el Congreso no existe y tienen escasa participación y sigue decidiendo muy poco en las cosas que nos interesan. El Ejecutivo concentró el poder y relegó desde la salud institucional el rol que debiera asumir el Senado como representante genuino de las provincias. Se ignora cualquier tema que se plantee.

-¿Se podría avanzar en una reforma laboral de impacto negativo?

-Seguramente en algún momento llegará a la Cámara Alta pero se está gestando la reforma con los dirigentes sindicales que en algunos casos, están muy cuestionados por su participación en espacios político-gremiales. La reforma se termina negociando en una mesa chica y desaparece el Congreso donde deberían discutirse éstas cosas. Las que llegarán, serán cosas ya definidas y esto no tiene que ocurrir. Hay un Poder Judicial totalmente sumiso a las decisiones políticas; un Congreso que no participa activamente y un Ejecutivo que es la suma del poder total. Estamos perdiendo esencia de república y es grave.


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