López, a juicio por los bolsos con 9 millones de dólares

En la madrugada del 14 de junio de 2016 López fue descubierto ingresando a un convento de General Rodríguez casi 9 millones de dólares, 150 mil euros y una carabina.

López irá a juicio junto a su esposa, María Amalia Díaz, acusado por el delito de enriquecimiento ilícito.
28 SEP 2017 - 20:50 | Actualizado

El juez federal Daniel Rafecas envió ayer a juicio oral y público al exsecretario de Obras Públicas, José López, tras haber sido detenido intentando ocultar casi 9 millones de dólares en un convento en la localidad de General Rodríguez el 16 de junio del año pasado.

López irá a juicio junto a su esposa, María Amalia Díaz, acusado por el delito de enriquecimiento ilícito, mientras que Rafecas también remitió a juicio a la monja María Inés Aparicio y a cuatro empresarios por presunto “encubrimiento”.

Fuentes judiciales informaron a NA que el Juzgado rechazó los planteos de nulidad hechos por las defensas, dio por cerrada la etapa de instrucción y envió el expediente a un tribunal oral para que finalmente se realice el juicio.

En la madrugada del 14 de junio de 2016 López fue descubierto ingresando a un convento de General Rodríguez, a raíz del llamado de un vecino al sistema 911, luego de que viera al hombre arrojar bolsos por sobre el enrejado del monasterio: el exfuncionario llevaba casi 9 millones de dólares, 150 mi euros y una carabina. Tras el análisis de los llamados telefónicos se detectó que la noche anterior habían pactado la visita del exsecretario al lugar, a través de conversaciones de una de las monjas con él y con su esposa. Por ese hecho es que también van a juicio la esposa de López y la monja Celia Inés Aparicio por presunto encubrimiento.

Pero López también va a juicio por ser considerado el verdadero propietario junto a su esposa de la casa de Dique Luján en Tigre, una propiedad valuada en 680 mil dólares. De la vivienda figuraba como propietario hasta 2010 el contador Andrés Galera y desde entonces en adelante el empresario de la obra pública Eduardo Gutierrez: para la Justicia, sin embargo, eran los testaferros, puesto que López y su esposa le introdujeron reformas a la propiedad y pidieron que se hicieran a su gusto, sumado a que en apariencia es idéntica a otros bienes que posee el matrimonio.

López irá a juicio junto a su esposa, María Amalia Díaz, acusado por el delito de enriquecimiento ilícito.
28 SEP 2017 - 20:50

El juez federal Daniel Rafecas envió ayer a juicio oral y público al exsecretario de Obras Públicas, José López, tras haber sido detenido intentando ocultar casi 9 millones de dólares en un convento en la localidad de General Rodríguez el 16 de junio del año pasado.

López irá a juicio junto a su esposa, María Amalia Díaz, acusado por el delito de enriquecimiento ilícito, mientras que Rafecas también remitió a juicio a la monja María Inés Aparicio y a cuatro empresarios por presunto “encubrimiento”.

Fuentes judiciales informaron a NA que el Juzgado rechazó los planteos de nulidad hechos por las defensas, dio por cerrada la etapa de instrucción y envió el expediente a un tribunal oral para que finalmente se realice el juicio.

En la madrugada del 14 de junio de 2016 López fue descubierto ingresando a un convento de General Rodríguez, a raíz del llamado de un vecino al sistema 911, luego de que viera al hombre arrojar bolsos por sobre el enrejado del monasterio: el exfuncionario llevaba casi 9 millones de dólares, 150 mi euros y una carabina. Tras el análisis de los llamados telefónicos se detectó que la noche anterior habían pactado la visita del exsecretario al lugar, a través de conversaciones de una de las monjas con él y con su esposa. Por ese hecho es que también van a juicio la esposa de López y la monja Celia Inés Aparicio por presunto encubrimiento.

Pero López también va a juicio por ser considerado el verdadero propietario junto a su esposa de la casa de Dique Luján en Tigre, una propiedad valuada en 680 mil dólares. De la vivienda figuraba como propietario hasta 2010 el contador Andrés Galera y desde entonces en adelante el empresario de la obra pública Eduardo Gutierrez: para la Justicia, sin embargo, eran los testaferros, puesto que López y su esposa le introdujeron reformas a la propiedad y pidieron que se hicieran a su gusto, sumado a que en apariencia es idéntica a otros bienes que posee el matrimonio.


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