Cataluña, entre la huelga y una "mediación internacional"

Tras el triunfo del Sí en el referéndum unilateral de secesión celebrado ayer -desautorizado por el gobierno nacional-, Cataluña debate hoy sobre cómo llevar a cabo un "paro" convocado para mañana en rechazo de la represión sufrida por los independentistas, y busca descomprimir la situación con el llamado a una "mediación internacional".

02 OCT 2017 - 9:10 | Actualizado


Luego de la tensa jornada electoral, en la que la Guardia Civil reprimió a votantes bajo el argumento de que se trataba de una actividad ilegal, tanto el gobierno de Mariano Rajoy como el líder separatista Carles Puigdemont realizaron los pasos que consideran necesarios para reposicionarse en medio de la crisis.

Puigdemont pidió hoy "una mediación internacional" ante la violación de los derechos fundamentales y libertades de los catalanes, y la retirada de territorio catalán de todas las fuerzas policiales responsables de la represión. 

"El momento aconseja mediación, y la mediación requiere la presencia de un tercero, y tiene que ser un actor internacional, para que sea eficaz", afirmó Puigdemont en conferencia de prensa tras una reunión del Ejecutivo regional, que decidió crear una comisión de investigación para apoyar a las "víctimas de la represión policial" del Estado español.

Mientras el jefe separatista hacía la evaluación política del día después del polémico referéndum, al mediodía (hora local) frente a los centros de trabajo, especialmente en las instituciones públicas como los ayuntamientos, con Barcelona a la cabeza, se llevaron a cabo concentraciones en rechazo a la represión policial. 

En medio del nuevo escenario, la Comisión Europea (CE) llamó hoy a dialogar a todos los actores en el conflicto catalán, subrayó que "la violencia nunca puede ser un instrumento en política" y destacó que el referéndum de ayer en Cataluña no fue legal según la Constitución española.

"La Comisión cree que son tiempos para unidad y estabilidad, no división y fragmentación. Llamamos a todos los actores relevantes que pasen de la confrontación al diálogo. La violencia no puede ser un instrumento en política", declaró el portavoz jefe de la CE, Margaritis Schinas, en la rueda de prensa diaria de la institución.

Rajoy se reunirá esta tarde con el líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, y el liberal Albert Rivera, quienes respaldan la defensa de la Constitución frente al desafío de los secesionistas, para analizar el escenario político posterior al referéndum, celebrado pese a que estaba prohibido por la Justicia. 

Mientras Sánchez censuró la represión policial y pidió "diálogo" al gobierno central, Rivera reclamó a Rajoy que aplique el polémico artículo 155 de la Constitución, que permite "intervenir" el autogobierno de Cataluña, ante la convicción de que Puigdemont, declarará la independencia de forma unilateral. 

Lejos de rebajar la tensión, la consulta secesionista y la repuesta del Estado central en su intento por impedirla abrió la puerta a una mayor confrontación política entre Cataluña y España. 

La apuesta de los independentistas es realizar mañana un "Paro de País" que incluya también a la patronal, lo que les impide hablar de una huelga general en sentido estricto porque, además, no respetaría los plazos legales de convocatoria. 

Detrás de la medida, está la llamada "Mesa para la Democracia", una plataforma en la que están presentes los principales sindicatos catalanes y las organizaciones más implicadas en la lucha por la secesión, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural.

Jordi Cuixat, presidente de Òmnium, dijo hoy que la convocatoria busca "dar una respuesta cívica y unitaria pero contundente" a la violencia policial que tuvo lugar durante la jornada del referéndum, que dejó 893 heridos, según el último balance de los Servicios de Emergencias Médicas (SEM) de Cataluña. Cuatro de esos heridos todavía siguen hospitalizados. 

Por su parte, los líderes de los sindicatos mayoritarios, las Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) en Cataluña, Javier Pacheco y Camil Ros, respectivamente, llamaron hoy a la sociedad catalana a participar del "paro general", aunque de manera "pactada" con los centros de trabajo como respuesta a la "violencia" ejercida por las fuerzas de seguridad españolas.

Tras una concentración en la plaza Universitat, de la que participan también los estudiantes, los convocantes del paro perfilarán los detalles para llevar a cabo la medida de fuerza de mañana. 

La vocera de CCOO, Dolors Llobet, anticipó a la prensa que la acción "es más que una huelga general, porque una huelga general se refiere al ámbito laboral" y lo que se pretende es "paralizar Cataluña". 

Se da la paradoja de que los sindicatos alternativos CGT, COS y IAC (Intersindical Alternativa de Catalunya) ya habían convocado la semana pasada una huelga general para el martes 3, por lo que existe cobertura legal para todos los trabajadores. 

En este contexto, el gobierno catalán analiza y mide los pasos a seguir en los próximos días dentro del plan para declarar la secesión de Cataluña, tras dar por válidos los resultados del referéndum unilateral, en el que el 90% de los votantes se pronunció a favor de independizarse de España, pese a que votó un 42% del padrón electoral. 

Si no hay una propuesta concreta de diálogo por parte del Estado español "habrá que avanzar", sostuvo Jordi Sánchez, líder de la ANC, quien confía en que el presidente catalán en los próximos días trasladará los resultados del referéndum al parlamento regional para que se aplique la ley -suspendida por la Justicia española- que habilita a Cataluña a declarar la secesión en 48 horas. 

A la espera de que el gobierno catalán dé más detalles sobre lo que hará, Marta Pascual, la coordinadora del PDECat, el partido de Puigdemont, afirmó hoy que "el referéndum tiene que tener consecuencias" y "los catalanes ya no solo tienen el derecho de decidir su futuro, sino que ahora se han ganado el derecho a ser un estado independiente".

En declaraciones al canal catalán TV3, Pascual criticó la violencia policial de ayer en duros términos: "Yo no viví el franquismo, pero creo que la única diferencia es que en aquella época las imágenes se veían en blanco y negro y ahora, en color", dijo. 

En tanto, el ministro del Interior español, Juan Igancio Zoido, volvió a defender la actuación policial en Cataluña, aunque admitió que "no es agradable" ver a personas heridas en las calles. "Lamento los heridos de uno y otro lado", aseguró en declaraciones a la televisión pública.

02 OCT 2017 - 9:10


Luego de la tensa jornada electoral, en la que la Guardia Civil reprimió a votantes bajo el argumento de que se trataba de una actividad ilegal, tanto el gobierno de Mariano Rajoy como el líder separatista Carles Puigdemont realizaron los pasos que consideran necesarios para reposicionarse en medio de la crisis.

Puigdemont pidió hoy "una mediación internacional" ante la violación de los derechos fundamentales y libertades de los catalanes, y la retirada de territorio catalán de todas las fuerzas policiales responsables de la represión. 

"El momento aconseja mediación, y la mediación requiere la presencia de un tercero, y tiene que ser un actor internacional, para que sea eficaz", afirmó Puigdemont en conferencia de prensa tras una reunión del Ejecutivo regional, que decidió crear una comisión de investigación para apoyar a las "víctimas de la represión policial" del Estado español.

Mientras el jefe separatista hacía la evaluación política del día después del polémico referéndum, al mediodía (hora local) frente a los centros de trabajo, especialmente en las instituciones públicas como los ayuntamientos, con Barcelona a la cabeza, se llevaron a cabo concentraciones en rechazo a la represión policial. 

En medio del nuevo escenario, la Comisión Europea (CE) llamó hoy a dialogar a todos los actores en el conflicto catalán, subrayó que "la violencia nunca puede ser un instrumento en política" y destacó que el referéndum de ayer en Cataluña no fue legal según la Constitución española.

"La Comisión cree que son tiempos para unidad y estabilidad, no división y fragmentación. Llamamos a todos los actores relevantes que pasen de la confrontación al diálogo. La violencia no puede ser un instrumento en política", declaró el portavoz jefe de la CE, Margaritis Schinas, en la rueda de prensa diaria de la institución.

Rajoy se reunirá esta tarde con el líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, y el liberal Albert Rivera, quienes respaldan la defensa de la Constitución frente al desafío de los secesionistas, para analizar el escenario político posterior al referéndum, celebrado pese a que estaba prohibido por la Justicia. 

Mientras Sánchez censuró la represión policial y pidió "diálogo" al gobierno central, Rivera reclamó a Rajoy que aplique el polémico artículo 155 de la Constitución, que permite "intervenir" el autogobierno de Cataluña, ante la convicción de que Puigdemont, declarará la independencia de forma unilateral. 

Lejos de rebajar la tensión, la consulta secesionista y la repuesta del Estado central en su intento por impedirla abrió la puerta a una mayor confrontación política entre Cataluña y España. 

La apuesta de los independentistas es realizar mañana un "Paro de País" que incluya también a la patronal, lo que les impide hablar de una huelga general en sentido estricto porque, además, no respetaría los plazos legales de convocatoria. 

Detrás de la medida, está la llamada "Mesa para la Democracia", una plataforma en la que están presentes los principales sindicatos catalanes y las organizaciones más implicadas en la lucha por la secesión, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural.

Jordi Cuixat, presidente de Òmnium, dijo hoy que la convocatoria busca "dar una respuesta cívica y unitaria pero contundente" a la violencia policial que tuvo lugar durante la jornada del referéndum, que dejó 893 heridos, según el último balance de los Servicios de Emergencias Médicas (SEM) de Cataluña. Cuatro de esos heridos todavía siguen hospitalizados. 

Por su parte, los líderes de los sindicatos mayoritarios, las Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) en Cataluña, Javier Pacheco y Camil Ros, respectivamente, llamaron hoy a la sociedad catalana a participar del "paro general", aunque de manera "pactada" con los centros de trabajo como respuesta a la "violencia" ejercida por las fuerzas de seguridad españolas.

Tras una concentración en la plaza Universitat, de la que participan también los estudiantes, los convocantes del paro perfilarán los detalles para llevar a cabo la medida de fuerza de mañana. 

La vocera de CCOO, Dolors Llobet, anticipó a la prensa que la acción "es más que una huelga general, porque una huelga general se refiere al ámbito laboral" y lo que se pretende es "paralizar Cataluña". 

Se da la paradoja de que los sindicatos alternativos CGT, COS y IAC (Intersindical Alternativa de Catalunya) ya habían convocado la semana pasada una huelga general para el martes 3, por lo que existe cobertura legal para todos los trabajadores. 

En este contexto, el gobierno catalán analiza y mide los pasos a seguir en los próximos días dentro del plan para declarar la secesión de Cataluña, tras dar por válidos los resultados del referéndum unilateral, en el que el 90% de los votantes se pronunció a favor de independizarse de España, pese a que votó un 42% del padrón electoral. 

Si no hay una propuesta concreta de diálogo por parte del Estado español "habrá que avanzar", sostuvo Jordi Sánchez, líder de la ANC, quien confía en que el presidente catalán en los próximos días trasladará los resultados del referéndum al parlamento regional para que se aplique la ley -suspendida por la Justicia española- que habilita a Cataluña a declarar la secesión en 48 horas. 

A la espera de que el gobierno catalán dé más detalles sobre lo que hará, Marta Pascual, la coordinadora del PDECat, el partido de Puigdemont, afirmó hoy que "el referéndum tiene que tener consecuencias" y "los catalanes ya no solo tienen el derecho de decidir su futuro, sino que ahora se han ganado el derecho a ser un estado independiente".

En declaraciones al canal catalán TV3, Pascual criticó la violencia policial de ayer en duros términos: "Yo no viví el franquismo, pero creo que la única diferencia es que en aquella época las imágenes se veían en blanco y negro y ahora, en color", dijo. 

En tanto, el ministro del Interior español, Juan Igancio Zoido, volvió a defender la actuación policial en Cataluña, aunque admitió que "no es agradable" ver a personas heridas en las calles. "Lamento los heridos de uno y otro lado", aseguró en declaraciones a la televisión pública.


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