Desaparecidos: Astiz dijo que nunca va a “pedir perdón”

Reclamó que lo “juzgue un tribunal militar” si quieren que explique su actuación durante la dictadura, al pronunciar sus últimas palabras en el proceso por crímenes de la dictadura.

Alfredo Astiz dijo que obedeció órdenes y que no pedirá perdón.
04 OCT 2017 - 20:48 | Actualizado

El represor Alfredo Astiz advirtió ayer que “nunca” va a “pedir perdón por defender” a la “patria” y reclamó que lo “juzgue un tribunal militar” si quieren que explique su actuación durante la dictadura, al pronunciar sus últimas palabras en el proceso por los crímenes cometidos en la ESMA. Astiz aseguró que fue juzgado “tres veces” por el crimen de la joven sueca Dagmar Hagelin y desconoció los delitos por los cuales está acusado, así como aquellos por los que ya fue condenado, al denominarlos “supuestos hechos ocurridos en la Escuela de Mecánica de la Armada”.

El represor, quien cumple la pena de prisión perpetua, efectuó una prolongada y errática exposición en la que habló de “terrorismo judicial” y asoció a los hechos que involucran a los mapuches con hechos subversivos, en el marco de “una guerra sin tiempo”.

“Me encuentro preparado para recibir una condena”, sostuvo el excapitán de la ESMA, quien habló en tercer término ante el Tribunal Oral Federal 5 (TOF5) que lo juzga, al que catalogó como “ilegítimo tribunal” a cargo de un “ilegítimo juicio”.

A su vez, reivindicó el principio de “obediencia debida” en las Fuerzas Armadas, a la vez que fustigó al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y al exmiembro de ese tribunal Eugenio Zafaroni.

En su alegato final, lo precedió el también acusado Ricardo Cavallo, quien realizó una defensa “técnica” de los hechos que se le imputan y dijo ser “inocente”, al tiempo que aseguró haber llegado a juicio con una “falta de mérito en el caso Hagelin”, también ventilado en este proceso.

El primero en hablar fue el oficial médico Rogelio José Martínez Pizarro, quien aseguró no haber participado “en ninguno de los partos de la ESMA” ni haber pertenecido al Grupo de Tareas GT.3.2 que actuó en ese centro de detención.

El dermatologo negó los cargos y destacó la “honorabilidad y valentía” de la sobreviviente de la ESMA Sara Osatinsky, de quien dijo que se rectificó cuando lo involucró en aquellos hechos. Antes de las palabras de los acusados, el Tribunal Oral Federal dispuso en horas del mediodía desalojar de la sala de audiencias a todos los menores de 18 años que colmaban el recinto.

Alfredo Astiz dijo que obedeció órdenes y que no pedirá perdón.
04 OCT 2017 - 20:48

El represor Alfredo Astiz advirtió ayer que “nunca” va a “pedir perdón por defender” a la “patria” y reclamó que lo “juzgue un tribunal militar” si quieren que explique su actuación durante la dictadura, al pronunciar sus últimas palabras en el proceso por los crímenes cometidos en la ESMA. Astiz aseguró que fue juzgado “tres veces” por el crimen de la joven sueca Dagmar Hagelin y desconoció los delitos por los cuales está acusado, así como aquellos por los que ya fue condenado, al denominarlos “supuestos hechos ocurridos en la Escuela de Mecánica de la Armada”.

El represor, quien cumple la pena de prisión perpetua, efectuó una prolongada y errática exposición en la que habló de “terrorismo judicial” y asoció a los hechos que involucran a los mapuches con hechos subversivos, en el marco de “una guerra sin tiempo”.

“Me encuentro preparado para recibir una condena”, sostuvo el excapitán de la ESMA, quien habló en tercer término ante el Tribunal Oral Federal 5 (TOF5) que lo juzga, al que catalogó como “ilegítimo tribunal” a cargo de un “ilegítimo juicio”.

A su vez, reivindicó el principio de “obediencia debida” en las Fuerzas Armadas, a la vez que fustigó al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y al exmiembro de ese tribunal Eugenio Zafaroni.

En su alegato final, lo precedió el también acusado Ricardo Cavallo, quien realizó una defensa “técnica” de los hechos que se le imputan y dijo ser “inocente”, al tiempo que aseguró haber llegado a juicio con una “falta de mérito en el caso Hagelin”, también ventilado en este proceso.

El primero en hablar fue el oficial médico Rogelio José Martínez Pizarro, quien aseguró no haber participado “en ninguno de los partos de la ESMA” ni haber pertenecido al Grupo de Tareas GT.3.2 que actuó en ese centro de detención.

El dermatologo negó los cargos y destacó la “honorabilidad y valentía” de la sobreviviente de la ESMA Sara Osatinsky, de quien dijo que se rectificó cuando lo involucró en aquellos hechos. Antes de las palabras de los acusados, el Tribunal Oral Federal dispuso en horas del mediodía desalojar de la sala de audiencias a todos los menores de 18 años que colmaban el recinto.


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