Editorial / Mañana, todos juntos a trabajar para solucionar los problemas de Chubut

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Se vota y habrá ganadores y perdedores, pero mañana la situación de la provincia será la misma.
21 OCT 2017 - 20:34 | Actualizado

Gane quien gane hoy, mañana comienza una nueva etapa política en Chubut. Pero los problemas seguirán siendo los mismos y la urgencia por resolverlos seguirá latente. El resultado de las elecciones, en todo caso, podría variar la forma en que se abordarán esas dificultades que viene teniendo la Provincia.

Mañana seguirá habiendo desocupación récord en la zona del Valle y la tasa actual seguirá siendo la más alta de los últimos años en la zona industrial de Comodoro Rivadavia. Los 4.700 empleos en blanco que se perdieron en toda la provincia en los últimos veinte meses no se recuperarán mágicamente. La crisis del sector petrolero en el sur y la de la industria textil en Trelew seguirá doliendo y preocupando. Y las dificultades para juntar el dinero para pagarles a las decenas de miles de empleados públicos no decrecerán.

Las elecciones de medio término no solucionan problemas pero les marcan la cancha a todos los actores políticos para que esas soluciones lleguen de una u otra forma. El voto es una fotografía del inconsciente colectivo. Dice más de lo que expresan los resultados por sí mismos. Y da una idea de lo que la gente quiere. O, no menos importante: de lo que no quiere.

Escenario 1

Si el oficialismo logra imponer a su candidato, los próximos dos años serán iguales o más difíciles en términos económicos que los últimos dos. Pero el Gobierno provincial logrará mantenerse con cierta firmeza en un tablero político nacional en donde casi todo quedará teñido de amarillo Cambiemos.

Además, deberá seguir negociando como hasta ahora la bajada de obras y no podrá evitar seguir pidiendo asistencia financiera para tratar de equilibrar las cuentas públicas. Pero tendrá de su lado el respaldo popular y la obligación de llevar con criterio las riendas de la Provincia hasta 2019 si es que quiere renovar el poder en el próximo turno electoral.

Un buen resultado electoral sería, también, el mejor reconocimiento que el dasnevismo como fuerza política debería hacerle al enorme esfuerzo personal que viene haciendo el gobernador Mario Das Neves por seguir liderando el proyecto, a pesar de los pesares.

Para el candidato Mariano Arcioni el desafío es doble. No sólo pone en juego su figura en nombre del proyecto sino que también arriesga su investidura de vicegobernador, actualmente con responsabilidades ampliadas debido a las cuestiones de salud del gobernador.

Lo que ocurra con Arcioni será determinante para su futuro como dirigente. En la corta carrera que lleva como político le tocó asumir responsabilidades ejecutivas y electorales que otros vices nunca tuvieron. La prueba es difícil pero la recompensa, atractiva.

Escenario 2

Si, por el contrario, este domingo se termina imponiendo el “cambio” en Chubut, habrá que prepararse para un largo tiempo de doble comando. Es difícil imaginar al Gobierno nacional –y sobre todo, a Mauricio Macri- dejando caer en desgracia a Das Neves. No lo hizo ni siquiera con Alicia Kirchner en Santa Cruz. Pero sí es esperable que la Casa Rosada decida preparar el terreno para 2019 y, entonces, las presencias de funcionarios nacionales se multiplicarán y las pequeñas alianzas con algunos intendentes de ciudades importantes se fortalecerán sin pasar por Fontana 50.

El escenario en ese caso será inédito porque la ciudadanía asistirá a un reacomodamiento de fichas importante. Después de catorce años, el radicalismo de Chubut que supo ser una maquinita electoral imbatible entre 1991 y 2003, volverá a jugar en primera. En otros distritos el PRO es un aliado dominante en Cambiemos, pero en Chubut está más que claro que la UCR es una pieza fundamental de la alianza.

Después de muchos años el radicalismo encontró en Gustavo Menna a un dirigente que suma más de lo que divide. La de hoy será un prueba fundamental para saber si el voto radical que parecía extinguido en las urnas en las últimas seis elecciones antes de las PASO ha dejado de ser un elemento vergonzante para empezar a ser una opción válida.

Escenario 3

A priori, estos dos primeros escenarios parecen tener más probabilidades de concretarse. Pero no son los únicos. Hay un tercer esquema de reparto de poder que incluye, en mayor o menor medida, una participación más activa del peronismo en los próximos años. No por nada es la fuerza que en sus distintas variantes ha gobernado la provincia durante catorce de los últimos diecisiete años.

Inmerso en una zaranda que dejará en el camino a muchos dirigentes y alumbrará a otros que vienen pidiendo pista, la posibilidad de que el FpV-PJ logre sumar hoy todos los votos que sacó de manera dispersa en las PASO de agosto es bastante improbable. Sin embargo, nunca hay que subestimar al voto peronista, que aún dividido en diversas fuerzas sigue representando al 70% del electorado chubutense.

Ricardo Fueyo es una persona respetada y llega con chances para ocupar una de las dos bancas que se renuevan hoy, pero ha debido lidiar en estos últimos meses con problemas partidarios que lo exceden y que no le han jugado para nada a favor a su candidatura.

Tal vez, los resultados de este domingo terminen por derribar las barreras que levantaron en su momento muchos dirigentes peronistas para cuidar sus quintitas y el peronismo termine iniciando un proceso de unificación y normalización que será imprescindible para evitar otra dura derrota en 2019.

Es difícil imaginar un escenario político en el que se definen aspectos centrales para Chubut sin la presencia del peronismo. Pero el resurgimiento del PJ no se dará sin renovación. Eso es más que seguro.

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Se vota y habrá ganadores y perdedores, pero mañana la situación de la provincia será la misma.
21 OCT 2017 - 20:34

Gane quien gane hoy, mañana comienza una nueva etapa política en Chubut. Pero los problemas seguirán siendo los mismos y la urgencia por resolverlos seguirá latente. El resultado de las elecciones, en todo caso, podría variar la forma en que se abordarán esas dificultades que viene teniendo la Provincia.

Mañana seguirá habiendo desocupación récord en la zona del Valle y la tasa actual seguirá siendo la más alta de los últimos años en la zona industrial de Comodoro Rivadavia. Los 4.700 empleos en blanco que se perdieron en toda la provincia en los últimos veinte meses no se recuperarán mágicamente. La crisis del sector petrolero en el sur y la de la industria textil en Trelew seguirá doliendo y preocupando. Y las dificultades para juntar el dinero para pagarles a las decenas de miles de empleados públicos no decrecerán.

Las elecciones de medio término no solucionan problemas pero les marcan la cancha a todos los actores políticos para que esas soluciones lleguen de una u otra forma. El voto es una fotografía del inconsciente colectivo. Dice más de lo que expresan los resultados por sí mismos. Y da una idea de lo que la gente quiere. O, no menos importante: de lo que no quiere.

Escenario 1

Si el oficialismo logra imponer a su candidato, los próximos dos años serán iguales o más difíciles en términos económicos que los últimos dos. Pero el Gobierno provincial logrará mantenerse con cierta firmeza en un tablero político nacional en donde casi todo quedará teñido de amarillo Cambiemos.

Además, deberá seguir negociando como hasta ahora la bajada de obras y no podrá evitar seguir pidiendo asistencia financiera para tratar de equilibrar las cuentas públicas. Pero tendrá de su lado el respaldo popular y la obligación de llevar con criterio las riendas de la Provincia hasta 2019 si es que quiere renovar el poder en el próximo turno electoral.

Un buen resultado electoral sería, también, el mejor reconocimiento que el dasnevismo como fuerza política debería hacerle al enorme esfuerzo personal que viene haciendo el gobernador Mario Das Neves por seguir liderando el proyecto, a pesar de los pesares.

Para el candidato Mariano Arcioni el desafío es doble. No sólo pone en juego su figura en nombre del proyecto sino que también arriesga su investidura de vicegobernador, actualmente con responsabilidades ampliadas debido a las cuestiones de salud del gobernador.

Lo que ocurra con Arcioni será determinante para su futuro como dirigente. En la corta carrera que lleva como político le tocó asumir responsabilidades ejecutivas y electorales que otros vices nunca tuvieron. La prueba es difícil pero la recompensa, atractiva.

Escenario 2

Si, por el contrario, este domingo se termina imponiendo el “cambio” en Chubut, habrá que prepararse para un largo tiempo de doble comando. Es difícil imaginar al Gobierno nacional –y sobre todo, a Mauricio Macri- dejando caer en desgracia a Das Neves. No lo hizo ni siquiera con Alicia Kirchner en Santa Cruz. Pero sí es esperable que la Casa Rosada decida preparar el terreno para 2019 y, entonces, las presencias de funcionarios nacionales se multiplicarán y las pequeñas alianzas con algunos intendentes de ciudades importantes se fortalecerán sin pasar por Fontana 50.

El escenario en ese caso será inédito porque la ciudadanía asistirá a un reacomodamiento de fichas importante. Después de catorce años, el radicalismo de Chubut que supo ser una maquinita electoral imbatible entre 1991 y 2003, volverá a jugar en primera. En otros distritos el PRO es un aliado dominante en Cambiemos, pero en Chubut está más que claro que la UCR es una pieza fundamental de la alianza.

Después de muchos años el radicalismo encontró en Gustavo Menna a un dirigente que suma más de lo que divide. La de hoy será un prueba fundamental para saber si el voto radical que parecía extinguido en las urnas en las últimas seis elecciones antes de las PASO ha dejado de ser un elemento vergonzante para empezar a ser una opción válida.

Escenario 3

A priori, estos dos primeros escenarios parecen tener más probabilidades de concretarse. Pero no son los únicos. Hay un tercer esquema de reparto de poder que incluye, en mayor o menor medida, una participación más activa del peronismo en los próximos años. No por nada es la fuerza que en sus distintas variantes ha gobernado la provincia durante catorce de los últimos diecisiete años.

Inmerso en una zaranda que dejará en el camino a muchos dirigentes y alumbrará a otros que vienen pidiendo pista, la posibilidad de que el FpV-PJ logre sumar hoy todos los votos que sacó de manera dispersa en las PASO de agosto es bastante improbable. Sin embargo, nunca hay que subestimar al voto peronista, que aún dividido en diversas fuerzas sigue representando al 70% del electorado chubutense.

Ricardo Fueyo es una persona respetada y llega con chances para ocupar una de las dos bancas que se renuevan hoy, pero ha debido lidiar en estos últimos meses con problemas partidarios que lo exceden y que no le han jugado para nada a favor a su candidatura.

Tal vez, los resultados de este domingo terminen por derribar las barreras que levantaron en su momento muchos dirigentes peronistas para cuidar sus quintitas y el peronismo termine iniciando un proceso de unificación y normalización que será imprescindible para evitar otra dura derrota en 2019.

Es difícil imaginar un escenario político en el que se definen aspectos centrales para Chubut sin la presencia del peronismo. Pero el resurgimiento del PJ no se dará sin renovación. Eso es más que seguro.


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