“El Dislocador”: un teatro propio con el sueño de hacer “otro arte” en Comodoro
Un escenario de fondo, un espacio cálido y abrazador, una usina generadora de ideas. En pleno centro de la ciudad quizás en donde el comercio parece ser la única actividad rentable, Ramiro Aibar levantó un espacio propio para dejar volar la inspiración. Desde abril del 2.016, “El Dislocador” nació como Escuela de Teatro pero unos meses después abrió el espectro para espectáculos al estilo café concert capitalino.
“La idea es que los artistas y el público generen un clima intimista, se pueda saludar, charlar o felicitar por la obra o el recital. Pensamos en éste espacio como una manera distinta de hacer arte. Es difícil pero no imposible”, cuenta el ideólogo de éste espacio que tiene capacidad para 50 a 60 personas.
“Multiorquesta”
Nacido en el Rincón del Diablo; escritor, director, actor, multiorquesta del escenario Ramiro se define como autoreferencial; artista vocacional y por decisión propia. Vivió en Capital para estudiar y terminó recorriendo el mundo, haciendo cursos en Estados Unidos, Alemania y otros países europeos donde el under propone un universo diferente al de Argentina. “Hicimos teatro en El Sótano que es un subsuelo céntrico y vimos siempre lugares no convencionales. En los grandes teatros como el Español, realizar un evento de éste tipo, significa mover una cantidad importante de público. Hay que meter más de cien personas y la verdad es un número complicado. Mi intención es brindarle un espacio a las personas que quieren mostrar lo que están haciendo, que tiene alguna idea o proyecto”.
“Nada azaroso”
En “El Dislocador”, un nombre nada azaroso, ya que responde al estímulo mismo mediante el lenguaje gestual, los viernes y sábados desfilan bandas de diversos géneros, shows teatrales y clases de actuación. Todo se desenvuelve en un espacio iluminado, de sonido en justa medida y de base local. “La agenda es de la ciudad y tenemos cubierto ya hasta el mes de enero. Igualmente hemos traído obras de teatro sobre todo unipersonales al estilo Buenos Aires donde un actor interactúa y es capaz de componer numerosos personajes”.
Cosas interesantes
“Hay cosas interesantes –acota Aibar- que se están haciendo, por eso mi idea es crear una escuela de teatro, donde se pueda proyectar la idea con técnicas y ofrecer un espacio para que empiecen a mostrar sus proyectos y así descubrir genios hechos en la ciudad, puro talento local”. Ya pasaron Pablo Micozzi; el italiano Giampaolo Sama; el multifacético Eduardo Calvo y dos actores del calibre de Roly Serrano y Fabio Alberti. En cuanto a bandas, el “arranque” de la grilla incluyó a Titín Naves y “Alakrán” Márquez, dos ex Vicios, ahora con proyectos independientes. Y hay más nombres, preferentemente del blues y el jazz o bandas tributos, géneros muy receptivos como Camaleones Vintage, Cuerpos Celestes, Los Suricatos, Solarium, La Sonora de Llegar; The Globetrotters y Wok Jazz Band entre otros. Nada mal para comenzar a sembrar una semilla, que germine y trascienda más allá de los nombres y las épocas, abriendo el espectro desde el heavy hasta el rock experimental; del stánd up a los clásicos.
Ámbito económico
“Respecto al ámbito económico cuesta aunque de alguna manera las clases ayudan, tengo diez alumnos por cada curso. Por otro lado cuando hay bandas, la venta de bebidas también ayudan. Hace un año y medio que estamos con éste emprendimiento, donde hemos conocidos personas que quieren ver teatro “copado” y escuchar una buena banda, le recomendamos que vengan”. Ramiro destaca la labor de su hermano Marcelo, sonidista, quien es el responsable del complejo armado de bandas y grupos que en muchos casos, eligieron el lugar para realizar grabaciones en vivo. “Mi principal objetivo es realizar una temporada teatral, para que por tres meses esté una obra en cartel, proyecto que estoy puliendo para que exista la cartelera teatral y que las bandas puedan venir y grabar sus recitales. Quiero que haya más oferta teatral y acompañar a las personas con inquietud, como quizás no tuve cuando empecé con esto”.
Costos
Claramente, invertir en el arte no es algo que abunde. Los costos deben afrontarse y por eso, el trabajo debe ser la pata anexa al romanticismo original para generar atracción y el ida y vuelta tan necesario con el público. Una especie de “devolución” que permita sostener un teatro propio, las ideas y nuevas tendencias también en lo artístico.
Para finalizar expresó “actuando en Capital a la gorra a veces no nos alcanzaba ni para una pizza. Construímos éste espacio con la compañía de la familia y entendiendo que queremos devolver algo de lo que se nos dio. Buscamos demostrar que se puede; que la ciudad tiene mercado y que los artistas necesitan siempre un escenario para mostrarse. La idea es que adopten éste espacio como propio. Quedan todos invitados”, concluyó.
“La idea es que los artistas y el público generen un clima intimista, se pueda saludar, charlar o felicitar por la obra o el recital. Pensamos en éste espacio como una manera distinta de hacer arte. Es difícil pero no imposible”, cuenta el ideólogo de éste espacio que tiene capacidad para 50 a 60 personas.
“Multiorquesta”
Nacido en el Rincón del Diablo; escritor, director, actor, multiorquesta del escenario Ramiro se define como autoreferencial; artista vocacional y por decisión propia. Vivió en Capital para estudiar y terminó recorriendo el mundo, haciendo cursos en Estados Unidos, Alemania y otros países europeos donde el under propone un universo diferente al de Argentina. “Hicimos teatro en El Sótano que es un subsuelo céntrico y vimos siempre lugares no convencionales. En los grandes teatros como el Español, realizar un evento de éste tipo, significa mover una cantidad importante de público. Hay que meter más de cien personas y la verdad es un número complicado. Mi intención es brindarle un espacio a las personas que quieren mostrar lo que están haciendo, que tiene alguna idea o proyecto”.
“Nada azaroso”
En “El Dislocador”, un nombre nada azaroso, ya que responde al estímulo mismo mediante el lenguaje gestual, los viernes y sábados desfilan bandas de diversos géneros, shows teatrales y clases de actuación. Todo se desenvuelve en un espacio iluminado, de sonido en justa medida y de base local. “La agenda es de la ciudad y tenemos cubierto ya hasta el mes de enero. Igualmente hemos traído obras de teatro sobre todo unipersonales al estilo Buenos Aires donde un actor interactúa y es capaz de componer numerosos personajes”.
Cosas interesantes
“Hay cosas interesantes –acota Aibar- que se están haciendo, por eso mi idea es crear una escuela de teatro, donde se pueda proyectar la idea con técnicas y ofrecer un espacio para que empiecen a mostrar sus proyectos y así descubrir genios hechos en la ciudad, puro talento local”. Ya pasaron Pablo Micozzi; el italiano Giampaolo Sama; el multifacético Eduardo Calvo y dos actores del calibre de Roly Serrano y Fabio Alberti. En cuanto a bandas, el “arranque” de la grilla incluyó a Titín Naves y “Alakrán” Márquez, dos ex Vicios, ahora con proyectos independientes. Y hay más nombres, preferentemente del blues y el jazz o bandas tributos, géneros muy receptivos como Camaleones Vintage, Cuerpos Celestes, Los Suricatos, Solarium, La Sonora de Llegar; The Globetrotters y Wok Jazz Band entre otros. Nada mal para comenzar a sembrar una semilla, que germine y trascienda más allá de los nombres y las épocas, abriendo el espectro desde el heavy hasta el rock experimental; del stánd up a los clásicos.
Ámbito económico
“Respecto al ámbito económico cuesta aunque de alguna manera las clases ayudan, tengo diez alumnos por cada curso. Por otro lado cuando hay bandas, la venta de bebidas también ayudan. Hace un año y medio que estamos con éste emprendimiento, donde hemos conocidos personas que quieren ver teatro “copado” y escuchar una buena banda, le recomendamos que vengan”. Ramiro destaca la labor de su hermano Marcelo, sonidista, quien es el responsable del complejo armado de bandas y grupos que en muchos casos, eligieron el lugar para realizar grabaciones en vivo. “Mi principal objetivo es realizar una temporada teatral, para que por tres meses esté una obra en cartel, proyecto que estoy puliendo para que exista la cartelera teatral y que las bandas puedan venir y grabar sus recitales. Quiero que haya más oferta teatral y acompañar a las personas con inquietud, como quizás no tuve cuando empecé con esto”.
Costos
Claramente, invertir en el arte no es algo que abunde. Los costos deben afrontarse y por eso, el trabajo debe ser la pata anexa al romanticismo original para generar atracción y el ida y vuelta tan necesario con el público. Una especie de “devolución” que permita sostener un teatro propio, las ideas y nuevas tendencias también en lo artístico.
Para finalizar expresó “actuando en Capital a la gorra a veces no nos alcanzaba ni para una pizza. Construímos éste espacio con la compañía de la familia y entendiendo que queremos devolver algo de lo que se nos dio. Buscamos demostrar que se puede; que la ciudad tiene mercado y que los artistas necesitan siempre un escenario para mostrarse. La idea es que adopten éste espacio como propio. Quedan todos invitados”, concluyó.