Macri homenajeó en Nueva York a los argentinos asesinados por Saipov

El presidente Mauricio Macri encabezó hoy en Nueva York un homenaje a los cinco argentinos fallecidos en el ataque que tuvo lugar el martes, e indicó que “el terrorismo no distingue ni límites, ni países, ni nacionalidades” y llamó a la “unión” y a reafirmar “nuestro compromiso por la paz”.

06 NOV 2017 - 10:05 | Actualizado


En el mismo lugar donde los cinco rosarinos perdieron la vida mientras paseaban en bicicleta en el sur de Manhattan, el presidente argentino dijo que “el ataque cobarde” llevado adelante por un hombre al volante de un vehículo, “nos tiene que unir más y reconfirmar nuestra convicción por la paz, nuestro compromiso por la paz”. 

Debemos “continuar nuestras vidas porque lo que quiere esta gente es que nos paralicemos, que no sigamos adelante, y nosotros les vamos a mostrar desde el amor y el hacer que hay otra forma de encarar la vida”, agregó el primer mandatario, a quien acompañó en el acto el alcalde de Nueva York y la primera dama de la ciudad, Bill de Blasio y Chirlane McCray, y la primera dama argentina, Juliana Awada.

Guillermo Banchini, uno de los sobrevivientes, y Mariana, la mujer de Martín Marro, el argentino que aún permanece internado y que vive en Boston, estuvieron también junto al jefe de Estado notablemente conmovidos. 

En una tarde nublada del otoño boreal, Macri recordó “el culto a la amistad” de los argentinos, el cual estuvo fielmente representado por los rosarinos que llegaron a la Gran Manzana con el objetivo de celebrar los 30 años de graduación del colegio secundario en su ciudad natal.

“Esta agresión permanente que vivimos en el siglo XXI no puede ser abordada con herramientas del siglo XX. Tenemos que realmente poner inteligencia, trabajo con cada día mayor coordinación en todos los países porque el terrorismo no distingue ni limites, ni países, ni nacionalidades”, advirtió Macri desde el atril apoyado sobre la misma bicisenda que el martes fue escenario del primer atentado en Nueva York desde el perpetrado contra el World Trade Center en septiembre de 2001. 

Allí, el largo camino de dos carriles que bordea el río Hudson perdió su habitual tranquilidad cuando un hombre se subió a la bicisenda, en una de las pocas partes en la que no está protegida por bloques de hormigón y postes, y con un vehículo alquilado comenzó a recorrer el tramo para acabar con la vida de ocho personas.

Un ataque a toda la humanidad.

“Seamos claros, esto no fue sólo un ataque a ocho individuos, a la ciudad de Nueva York, a los Estados Unidos. Fue un ataque a toda la humanidad”, dijo De Blasio al dar inicio al homenaje, y agregó entonces que “no importa el hemisferio que llamen su casa, no importa qué nacionalidad, sentimos el dolor común”.

Por último, pasando a un claro español en muestra de respeto a las víctimas, De Blasio sostuvo: “Nos unimos al presidente Macri y al todo el pueblo en duelo por los cinco argentinos muertos en el ataque terrorista del martes. Recordamos y oramos por todas las víctimas y sus familias”. 

“La gente de todo el mundo es y siempre será bienvenida en nuestra ciudad”, dijo el alcalde para dar lugar a las palabras del jefe de Estado argentino, que culminarían con la colocación de dos ramos de flores blancas sobre el cantero ubicado en el mismo lugar donde Hernán Mendoza, Diego Angelini, Alejandro Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi perdieron la vida.

Había leyendas en blanco junto a las flores: "Te amamos mucho! Tus chicas de toda la vida", y "Picho, tu familia te ama", escritas días antes por los familiares de las víctimas, que lograron que ellos también estuvieran allí presentes para recordar a sus seres queridos. 

Parados de frente, uno al lado del otro, Macri, De Blasio y las primeras damas guardaron un momento de silencio que sería roto para abrazar a Guillermo Banchini y a la esposa de Martín Marro, que se estrecharía larga y profundamente en los brazos de los padres de Banchini, el único sobreviviente que permanece en Nueva York, recuperándose por las heridas recibidas en el atentado. 

Flores, carteles rindiendo homenajes, velas y otros objetos fueron colocados también a lo largo del recorrido por el que circuló a gran velocidad el atacante hasta llegar a la esquina de las calles Chambers y West, en el sur de la isla, donde un ómnibus escolar lo sorprendió y chocó de lleno, frenando de golpe al vehículo.

Ahí mismo, un poste con señales peatonales antes de cruzar la esquina, se convirtió en uno de los puntos donde la gente recuerda a las víctimas. 
Una montaña de flores, una camiseta de fútbol albiceleste, banderas de Argentina junto con otras estadounidenses, fotos de las fallecidos y mensajes, muestran la solidaridad y congoja de locales y turistas que siguen sorprendidos y conmocionados por lo ocurrido. 

“No pueden quebrarnos y somos más fuertes que su odio. Descansen en paz y amor para todos”, rezaba la carta dejada sobre uno de los tantos altares improvisados en la bicisenda, resumiendo el sentimiento de toda una ciudad. 

06 NOV 2017 - 10:05


En el mismo lugar donde los cinco rosarinos perdieron la vida mientras paseaban en bicicleta en el sur de Manhattan, el presidente argentino dijo que “el ataque cobarde” llevado adelante por un hombre al volante de un vehículo, “nos tiene que unir más y reconfirmar nuestra convicción por la paz, nuestro compromiso por la paz”. 

Debemos “continuar nuestras vidas porque lo que quiere esta gente es que nos paralicemos, que no sigamos adelante, y nosotros les vamos a mostrar desde el amor y el hacer que hay otra forma de encarar la vida”, agregó el primer mandatario, a quien acompañó en el acto el alcalde de Nueva York y la primera dama de la ciudad, Bill de Blasio y Chirlane McCray, y la primera dama argentina, Juliana Awada.

Guillermo Banchini, uno de los sobrevivientes, y Mariana, la mujer de Martín Marro, el argentino que aún permanece internado y que vive en Boston, estuvieron también junto al jefe de Estado notablemente conmovidos. 

En una tarde nublada del otoño boreal, Macri recordó “el culto a la amistad” de los argentinos, el cual estuvo fielmente representado por los rosarinos que llegaron a la Gran Manzana con el objetivo de celebrar los 30 años de graduación del colegio secundario en su ciudad natal.

“Esta agresión permanente que vivimos en el siglo XXI no puede ser abordada con herramientas del siglo XX. Tenemos que realmente poner inteligencia, trabajo con cada día mayor coordinación en todos los países porque el terrorismo no distingue ni limites, ni países, ni nacionalidades”, advirtió Macri desde el atril apoyado sobre la misma bicisenda que el martes fue escenario del primer atentado en Nueva York desde el perpetrado contra el World Trade Center en septiembre de 2001. 

Allí, el largo camino de dos carriles que bordea el río Hudson perdió su habitual tranquilidad cuando un hombre se subió a la bicisenda, en una de las pocas partes en la que no está protegida por bloques de hormigón y postes, y con un vehículo alquilado comenzó a recorrer el tramo para acabar con la vida de ocho personas.

Un ataque a toda la humanidad.

“Seamos claros, esto no fue sólo un ataque a ocho individuos, a la ciudad de Nueva York, a los Estados Unidos. Fue un ataque a toda la humanidad”, dijo De Blasio al dar inicio al homenaje, y agregó entonces que “no importa el hemisferio que llamen su casa, no importa qué nacionalidad, sentimos el dolor común”.

Por último, pasando a un claro español en muestra de respeto a las víctimas, De Blasio sostuvo: “Nos unimos al presidente Macri y al todo el pueblo en duelo por los cinco argentinos muertos en el ataque terrorista del martes. Recordamos y oramos por todas las víctimas y sus familias”. 

“La gente de todo el mundo es y siempre será bienvenida en nuestra ciudad”, dijo el alcalde para dar lugar a las palabras del jefe de Estado argentino, que culminarían con la colocación de dos ramos de flores blancas sobre el cantero ubicado en el mismo lugar donde Hernán Mendoza, Diego Angelini, Alejandro Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi perdieron la vida.

Había leyendas en blanco junto a las flores: "Te amamos mucho! Tus chicas de toda la vida", y "Picho, tu familia te ama", escritas días antes por los familiares de las víctimas, que lograron que ellos también estuvieran allí presentes para recordar a sus seres queridos. 

Parados de frente, uno al lado del otro, Macri, De Blasio y las primeras damas guardaron un momento de silencio que sería roto para abrazar a Guillermo Banchini y a la esposa de Martín Marro, que se estrecharía larga y profundamente en los brazos de los padres de Banchini, el único sobreviviente que permanece en Nueva York, recuperándose por las heridas recibidas en el atentado. 

Flores, carteles rindiendo homenajes, velas y otros objetos fueron colocados también a lo largo del recorrido por el que circuló a gran velocidad el atacante hasta llegar a la esquina de las calles Chambers y West, en el sur de la isla, donde un ómnibus escolar lo sorprendió y chocó de lleno, frenando de golpe al vehículo.

Ahí mismo, un poste con señales peatonales antes de cruzar la esquina, se convirtió en uno de los puntos donde la gente recuerda a las víctimas. 
Una montaña de flores, una camiseta de fútbol albiceleste, banderas de Argentina junto con otras estadounidenses, fotos de las fallecidos y mensajes, muestran la solidaridad y congoja de locales y turistas que siguen sorprendidos y conmocionados por lo ocurrido. 

“No pueden quebrarnos y somos más fuertes que su odio. Descansen en paz y amor para todos”, rezaba la carta dejada sobre uno de los tantos altares improvisados en la bicisenda, resumiendo el sentimiento de toda una ciudad. 


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