Mario Rodríguez, el titán del maratón Tres Ciudades

El atleta comodorense Mario Rodríguez fue el hombre de la emoción y el sacrificio en el Maratón Tres Ciudades.

07 NOV 2017 - 20:49 | Actualizado

Finalizó segundo, y fue el único que acompañó a Joaquín Arbe en los primeros dos tercios de la carrera. Marcó un tiempo de 2h41’ que toma valor después de dos años de ausencia en los circuitos maratónicos. Además, se recuperaba recientemente de una grave lesión en el talón.

Nada más cruzar la meta, entre lágrimas, Mario se fundió en un abrazo con su entrenador, y en diálogo con la prensa contó: “Es muy emocionante para mí, se me cruzan muchas cosas. Este señor (su entrenador) es mi amigo y yo confié en él. En estos cuatro meses él me entrenó y yo hoy estoy corriendo gracias a él. Hace dos años me habían dicho que no podía correr más porque tenía desgarrado el tendón de Aquiles. Él me puso a correr de nuevo”.

Lidiando paso a paso con su lesión recién curada, no fue fácil para él seguirle el ritmo al pentacampeón Joaquín Arbe: “Me costó mucho después del kilómetro 25. No le quería fallar a mi entrenador, quería llegar como sea. Me venía contracturando, venía pensando en el tendón y me empezó a doler, pero era todo de la cabeza. Corrí con Lucas Grosso, que es un alumno mío, y salimos a respetar parciales de 3:35 hasta donde lleguemos. Lo que pasa es que Joaquín venía regulando la carrera, a él le sobró; no es que nosotros lo alcanzamos, él nos esperó. Él me venía esperando y en un momento cuando yo no daba más le dije que siga, que hiciera su carrera”.#

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07 NOV 2017 - 20:49

Finalizó segundo, y fue el único que acompañó a Joaquín Arbe en los primeros dos tercios de la carrera. Marcó un tiempo de 2h41’ que toma valor después de dos años de ausencia en los circuitos maratónicos. Además, se recuperaba recientemente de una grave lesión en el talón.

Nada más cruzar la meta, entre lágrimas, Mario se fundió en un abrazo con su entrenador, y en diálogo con la prensa contó: “Es muy emocionante para mí, se me cruzan muchas cosas. Este señor (su entrenador) es mi amigo y yo confié en él. En estos cuatro meses él me entrenó y yo hoy estoy corriendo gracias a él. Hace dos años me habían dicho que no podía correr más porque tenía desgarrado el tendón de Aquiles. Él me puso a correr de nuevo”.

Lidiando paso a paso con su lesión recién curada, no fue fácil para él seguirle el ritmo al pentacampeón Joaquín Arbe: “Me costó mucho después del kilómetro 25. No le quería fallar a mi entrenador, quería llegar como sea. Me venía contracturando, venía pensando en el tendón y me empezó a doler, pero era todo de la cabeza. Corrí con Lucas Grosso, que es un alumno mío, y salimos a respetar parciales de 3:35 hasta donde lleguemos. Lo que pasa es que Joaquín venía regulando la carrera, a él le sobró; no es que nosotros lo alcanzamos, él nos esperó. Él me venía esperando y en un momento cuando yo no daba más le dije que siga, que hiciera su carrera”.#


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