Editorial / Un pacto fiscal impredecible y una tarea complicada: “refuncionalizar” al Estado

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El pacto entre nación y provincias aún genera debate en diez provincias
18 NOV 2017 - 20:20 | Actualizado

La firma del Acuerdo de Consenso Fiscal, el pomposo nombre que eligió el Gobierno nacional para denominar al compromiso asumido por 23 de los 24 gobernadores (San Luis quedó al margen), genera por ahora más dudas que certezas.

Si bien la mayoría de los gobernadores calificó como “satisfactorio” el consenso logrado, se abren una serie de interrogantes sobre el acuerdo: por ahora no se ha podido dimensionar con precisión el impacto fiscal que tendrá. Y tampoco es posible saber cómo afectará a Chubut en particular.

Tras participar el jueves pasado de la reunión y de la firma con el presidente Mauricio Macri, el gobernador Mariano Arcioni se mostró satisfecho pero ratificó lo que le había dicho un día antes en la Casa Rosada al ministro del Interior, Rogelio Frigerio: “Chubut está entre las provincias que dan más de lo que reciben.”

Dinero fresco

Arcioni firmó convencido que no había mucho margen para quedar afuera de las exigencias del Gobierno nacional, pero apuesta a recuperar fondos por varias vías. Fue el ministro de Economía de Chubut, Pablo Oca, quien dio más pistas de lo que se viene. Por ejemplo, que la provincia recuperará 1.300 millones de pesos este año y un equivalente en los años subsiguientes que iban a perderse si prosperaba el reclamo de la Provincia de Buenos Aires en la Corte Suprema por el Fondo del Conurbano Bonaerense.

También se evacuó el temor que había a una posible transferencia de la caja de jubilaciones provincial. “Ahora, la cobertura de los déficit de las cajas no transferidas no dependerá de ningún parámetro que tenga que ver con armonizar con el régimen nacional”, explicó el ministro.

Oca dio otro dato importante: en los próximos días habría una respuesta formal del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, respecto a la “reparación histórica” que reclama Chubut, que fue severamente perjudicada con el cambio de la ley de coparticipación, en 1988. El ministro tiene el visto bueno para avanzar, la provincia hizo una presentación formal y ahora hay gran expectativa para obtener ese reconocimiento. En su momento, el fallecido gobernador Mario Das Neves habló de un reclamo anual de unos 1.500 millones de pesos. Ni el más optimista piensa que Nación vaya a aceptar ese reclamo pasivamente, al menos en el volumen que pretende Chubut, pero en Fontana 50 no pierden las esperanzas de que esos fondos, más la asistencia financiera de $ 300 millones mensuales que le viene dando la Casa Rosada, ayuden a aliviar el agujero fiscal que jaquea las cuentas públicas.

Se viene un paquete

El gobernador le pidió a sus colaboradores más cercanos –hoy por hoy, el ministro Sergio Mammarelli y el ministro Oca-, que preparen un paquete de medidas para controlar el gasto público. Más allá de lo que pueda exigir Nación a partir del pacto fiscal, Arcioni sabe que si no ajusta y empieza a cerrar algunas canillas, la situación podría complicar aún más el delicado panorama.

El paquete se sostendrá en dos medidas claves: se suspenderá el ingreso de empleados públicos y se frenará el gasto político. Esto último es música para los oídos del ciudadano común. Pero hablar de los empleados públicos le generará ruido con los gremios de estatales.

En los alrededores de Arcioni se escudan en cifras que son incontrastables: en 2003, el entonces gobernador José Luis Lizurume pagaba unos 25 mil salarios en la Administración Pública Provincial, entre los de planta permanente, transitoria y contratados. Hoy, el gobernador Arcioni tiene que conseguir fondos todos los meses para pagar unos 45 mil sueldos. Más claro, imposible.

“Refuncionalizar”

La optimización del Estado fue una de las primeras cosas que le pidió el gobernador al ministro Mammarelli. Fue él quien mencionó apenas asumido la palabra “refuncionalización”, para explicar que el ajuste que piensa implementar el Gobierno no incluye desafectaciones sino “refuncionalizaciones”, siguiendo con la lógica verbal del ministro coordinador.

Cómo se llevará adelante esa refuncionalización del Estado es una incógnita, aunque se presume que el paquete de medidas que será anunciado en diciembre incluirá una guía para entender el cambio que pretenden darle al funcionamiento de la Administración Pública.

La meta de Arcioni es llegar al año 2019 con equilibrio fiscal. Suena demasiado optimista teniendo en cuenta que este año las cuentas públicas cerrarán con un déficit de unos 6 mil millones de pesos, el doble que el año pasado.

No tiene mucho tiempo pero sí crédito entre la gente. Si lo sabe aprovechar, tiene la mitad del camino hecho.

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El pacto entre nación y provincias aún genera debate en diez provincias
18 NOV 2017 - 20:20

La firma del Acuerdo de Consenso Fiscal, el pomposo nombre que eligió el Gobierno nacional para denominar al compromiso asumido por 23 de los 24 gobernadores (San Luis quedó al margen), genera por ahora más dudas que certezas.

Si bien la mayoría de los gobernadores calificó como “satisfactorio” el consenso logrado, se abren una serie de interrogantes sobre el acuerdo: por ahora no se ha podido dimensionar con precisión el impacto fiscal que tendrá. Y tampoco es posible saber cómo afectará a Chubut en particular.

Tras participar el jueves pasado de la reunión y de la firma con el presidente Mauricio Macri, el gobernador Mariano Arcioni se mostró satisfecho pero ratificó lo que le había dicho un día antes en la Casa Rosada al ministro del Interior, Rogelio Frigerio: “Chubut está entre las provincias que dan más de lo que reciben.”

Dinero fresco

Arcioni firmó convencido que no había mucho margen para quedar afuera de las exigencias del Gobierno nacional, pero apuesta a recuperar fondos por varias vías. Fue el ministro de Economía de Chubut, Pablo Oca, quien dio más pistas de lo que se viene. Por ejemplo, que la provincia recuperará 1.300 millones de pesos este año y un equivalente en los años subsiguientes que iban a perderse si prosperaba el reclamo de la Provincia de Buenos Aires en la Corte Suprema por el Fondo del Conurbano Bonaerense.

También se evacuó el temor que había a una posible transferencia de la caja de jubilaciones provincial. “Ahora, la cobertura de los déficit de las cajas no transferidas no dependerá de ningún parámetro que tenga que ver con armonizar con el régimen nacional”, explicó el ministro.

Oca dio otro dato importante: en los próximos días habría una respuesta formal del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, respecto a la “reparación histórica” que reclama Chubut, que fue severamente perjudicada con el cambio de la ley de coparticipación, en 1988. El ministro tiene el visto bueno para avanzar, la provincia hizo una presentación formal y ahora hay gran expectativa para obtener ese reconocimiento. En su momento, el fallecido gobernador Mario Das Neves habló de un reclamo anual de unos 1.500 millones de pesos. Ni el más optimista piensa que Nación vaya a aceptar ese reclamo pasivamente, al menos en el volumen que pretende Chubut, pero en Fontana 50 no pierden las esperanzas de que esos fondos, más la asistencia financiera de $ 300 millones mensuales que le viene dando la Casa Rosada, ayuden a aliviar el agujero fiscal que jaquea las cuentas públicas.

Se viene un paquete

El gobernador le pidió a sus colaboradores más cercanos –hoy por hoy, el ministro Sergio Mammarelli y el ministro Oca-, que preparen un paquete de medidas para controlar el gasto público. Más allá de lo que pueda exigir Nación a partir del pacto fiscal, Arcioni sabe que si no ajusta y empieza a cerrar algunas canillas, la situación podría complicar aún más el delicado panorama.

El paquete se sostendrá en dos medidas claves: se suspenderá el ingreso de empleados públicos y se frenará el gasto político. Esto último es música para los oídos del ciudadano común. Pero hablar de los empleados públicos le generará ruido con los gremios de estatales.

En los alrededores de Arcioni se escudan en cifras que son incontrastables: en 2003, el entonces gobernador José Luis Lizurume pagaba unos 25 mil salarios en la Administración Pública Provincial, entre los de planta permanente, transitoria y contratados. Hoy, el gobernador Arcioni tiene que conseguir fondos todos los meses para pagar unos 45 mil sueldos. Más claro, imposible.

“Refuncionalizar”

La optimización del Estado fue una de las primeras cosas que le pidió el gobernador al ministro Mammarelli. Fue él quien mencionó apenas asumido la palabra “refuncionalización”, para explicar que el ajuste que piensa implementar el Gobierno no incluye desafectaciones sino “refuncionalizaciones”, siguiendo con la lógica verbal del ministro coordinador.

Cómo se llevará adelante esa refuncionalización del Estado es una incógnita, aunque se presume que el paquete de medidas que será anunciado en diciembre incluirá una guía para entender el cambio que pretenden darle al funcionamiento de la Administración Pública.

La meta de Arcioni es llegar al año 2019 con equilibrio fiscal. Suena demasiado optimista teniendo en cuenta que este año las cuentas públicas cerrarán con un déficit de unos 6 mil millones de pesos, el doble que el año pasado.

No tiene mucho tiempo pero sí crédito entre la gente. Si lo sabe aprovechar, tiene la mitad del camino hecho.


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