Zarpó una ilusión: el “Sophie Siem”, rumbo a la zona crítica

El buque salió del puerto de Comodoro Rivadavia con un minisubmarino para hallar a los 44 tripulantes.

26 NOV 2017 - 21:50 | Actualizado

Minutos después de las 14 el Sophie Siem zarpó finalmente del puerto de Comodoro Rivadavia hacia el área de búsqueda del submarino “ARA San Juan”. El clima y las complejas tareas de montaje y soldadura a bordo, modificando el casco para poder instalar un equipo sofisticado de rescate que incluye un minisubmarino de EE.UU., habían complicado la partida del buque de bandera noruega que se sumó en alta mar al operativo conjunto que integran la Armada Argentina y su par estadounidense.

Hay 60 tripulantes, la mayoría personal de la US Navy y de la Armada Argentina que incluye rescatistas, médicos y operadores del minisubmarino que podrá rastrear el lecho marino. Depende del clima pero tardaría un día para llegar al punto clave, donde trabajan unidades civiles y militares de diversos países que ayudan, incluido personal y equipo aportado por Rusia.

El montaje de la estructura realizada en gran parte con mano de obra local se efectuó en tiempo récord, trabajando de noche y con turnos rotativos del personal voluntario que a su vez, fue supervisado por personal especializado. El gran desafío fue el ensayo y prueba con un contenedor de similar peso que la estructura del módulo presurizado de rescate en medio de fuertes ráfagas y que determinó el apto para partir.

Se instaló la estructura para montar un brazo hidráulico y una vez, certificadas las tareas de soldadura se confirmó la salida con rumbo al Atlántico Sur. Los tiempos apremian no sólo por la emergencia del submarino sino por la necesidad de “liberar” espacios en la terminal portuaria ya que en las próximas horas se aguarda la llegada de dos nuevas embarcaciones: el ARA Islas Malvinas de la Armada y el uruguayo “Didi K”, remolcador de 58 metros de eslora y 14 de manga que podría atracar en Puerto Deseado.

Los comodorenses siguieron desde la costa el esperado momento. En la Costanera hubo carteles y pancartas de aliento. En el puerto, una formación militar también despidió al barco.

El administrador del Puerto, Favio Cambareri volvió a destacar el despliegue y la capacidad profesional del personal afectado a las maniobras incluyendo a soldadores voluntarios. “Se espera la llegada desde Uruguay de un buque remolcador de menor porte para sumarse al operativo y dos buques de la Armada Argentina para cargar equipamiento ruso el cual irá directamente a la zona de operaciones en altamar”.

Los trabajos de montaje y logística fueron organizados por Fénix, una empresa de EE.UU. que trabaja con contratistas argentinos. “Estas tareas de montaje y soldadura generalmente se desarrollan en un astillero y llevan más de dos semanas, pero se efectuó en dos días; cada paso que se realizó se testeó y se certificó para cumplir con la exigencia de la industria naval y del equipamiento de Estados Unidos. Los marinos norteamericanos tienen un protocolo que tratan de seguir para cumplir con las certificaciones técnicas”.#

 

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26 NOV 2017 - 21:50

Minutos después de las 14 el Sophie Siem zarpó finalmente del puerto de Comodoro Rivadavia hacia el área de búsqueda del submarino “ARA San Juan”. El clima y las complejas tareas de montaje y soldadura a bordo, modificando el casco para poder instalar un equipo sofisticado de rescate que incluye un minisubmarino de EE.UU., habían complicado la partida del buque de bandera noruega que se sumó en alta mar al operativo conjunto que integran la Armada Argentina y su par estadounidense.

Hay 60 tripulantes, la mayoría personal de la US Navy y de la Armada Argentina que incluye rescatistas, médicos y operadores del minisubmarino que podrá rastrear el lecho marino. Depende del clima pero tardaría un día para llegar al punto clave, donde trabajan unidades civiles y militares de diversos países que ayudan, incluido personal y equipo aportado por Rusia.

El montaje de la estructura realizada en gran parte con mano de obra local se efectuó en tiempo récord, trabajando de noche y con turnos rotativos del personal voluntario que a su vez, fue supervisado por personal especializado. El gran desafío fue el ensayo y prueba con un contenedor de similar peso que la estructura del módulo presurizado de rescate en medio de fuertes ráfagas y que determinó el apto para partir.

Se instaló la estructura para montar un brazo hidráulico y una vez, certificadas las tareas de soldadura se confirmó la salida con rumbo al Atlántico Sur. Los tiempos apremian no sólo por la emergencia del submarino sino por la necesidad de “liberar” espacios en la terminal portuaria ya que en las próximas horas se aguarda la llegada de dos nuevas embarcaciones: el ARA Islas Malvinas de la Armada y el uruguayo “Didi K”, remolcador de 58 metros de eslora y 14 de manga que podría atracar en Puerto Deseado.

Los comodorenses siguieron desde la costa el esperado momento. En la Costanera hubo carteles y pancartas de aliento. En el puerto, una formación militar también despidió al barco.

El administrador del Puerto, Favio Cambareri volvió a destacar el despliegue y la capacidad profesional del personal afectado a las maniobras incluyendo a soldadores voluntarios. “Se espera la llegada desde Uruguay de un buque remolcador de menor porte para sumarse al operativo y dos buques de la Armada Argentina para cargar equipamiento ruso el cual irá directamente a la zona de operaciones en altamar”.

Los trabajos de montaje y logística fueron organizados por Fénix, una empresa de EE.UU. que trabaja con contratistas argentinos. “Estas tareas de montaje y soldadura generalmente se desarrollan en un astillero y llevan más de dos semanas, pero se efectuó en dos días; cada paso que se realizó se testeó y se certificó para cumplir con la exigencia de la industria naval y del equipamiento de Estados Unidos. Los marinos norteamericanos tienen un protocolo que tratan de seguir para cumplir con las certificaciones técnicas”.#

 


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