Rusia y China no apoyan las nuevas sanciones contra Norcorea que promueve Trump

Rusia y China pusieron hoy un freno a las exigencias de Estados Unidos de aumentar las sanciones contra Corea del Norte para que abandone su programa armamentista tras el lanzamiento de un nuevo misil intercontinental esta semana, y reiteraron su postura de resolver la crisis norcoreana "a través del diálogo y la negociación".

30 NOV 2017 - 10:46 | Actualizado


El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió ayer de urgencia a instancias del presidente estadounidense, Donald Trump, quien busca aplicar nuevas sanciones a Pyongyang luego del ensayo misilístico norcoreano del martes pasado. 

Los llamados previos de Trump a sus pares de China, Xi Jinping, y Corea del Sur, Moon Jae-in, y al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, alcanzaron para concretar el encuentro en la ONU pero no, por ahora, para renovar la presión con nuevas medidas.

La oposición de Rusia y China, que tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad, vuelve más improbable que Estados Unidos concrete sus amenazas y deseos de sacar adelante nuevas penalidades contra Pyongyang.

"Siempre hemos dicho que las resoluciones (del Consejo de Seguridad con sanciones a Corea del Norte) deben ser implementadas", se limitó a responder el vocero de la Cancillería china, Geng Shuang, al ser consultado por periodistas sobre la posibilidad de que Beijing deje de suministrar petróleo a Pyongyang, como exige Washington.


Redujo el envío de petróleo, pero no lo cortó.

China redujo sus envíos de petróleo a Corea del Norte en octubre en virtud de sanciones impuestas al país un mes antes por el Consejo de Seguridad pero, dispuesta a no dar un paso más allá, no las canceló por completo. 

Hay que encontrar una solución al conflicto mediante "la negociación y el diálogo", aseguró Geng, citado por la agencia de noticias DPA. 

Una intervención militar tampoco es una opción, agregó.

En tanto, el canciller ruso, Serguei Lavrov, fue más explícito a la hora de marcar las diferencias con la posición de Estados Unidos y afirmó que el proceso de sanciones está agotado.


La presión de las sanciones ya se agotó.

"Tenemos una actitud negativa. Ya hemos dicho más de una vez que la presión de las sanciones se agotó por sí sola", señaló Lavrov durante una visita a Minsk, Bielorrusia, en declaraciones citadas por la agencia de noticias rusa TASS.

El funcionario ruso puso el foco en las resoluciones de la ONU con sanciones a Corea del Norte al señalar que contienen la demanda de reanudar el proceso negociador, "exigencia de la que hace caso omiso la parte estadounidense".

Abiertamente crítico de la postura norteamericana, Lavrov también dio a entender que la dura posición de Estados Unidos fue funcional a los ensayos nucleares y con misiles de Pyongyang.

"Parece que hubiesen hecho todo a propósito para que (el líder norcoreano) Kim Jong-un pierda el control y haga otro movimiento desesperado", dijo el jefe de la diplomacia del Kremlin. 

Y advirtió que si los norteamericanos "quieren destruir Corea del Norte, deberían decirlo abiertamente y la cúpula estadounidense debería confirmarlo. Entonces nosotros decidiríamos cómo responder". 

Ayer, después de que Corea del Norte lanzara un nuevo misil con alcance intercontinental, la embajadora de Estados Unidos ante de la ONU, Nikki Haley, dijo que su país nunca buscó entrar en conflicto con Pyongyang pero que "el dictador norcoreano tomó una decisión que acerca el mundo más a una guerra". 

"Y si llega la guerra, no se equivoquen, el régimen norcoreano será totalmente destruido", añadió. 

El Consejo de Seguridad aprobó ya numerosas sanciones contra Corea del Norte después de sus pruebas de misiles y nucleares, sin que mostraran hasta ahora ningún efecto.

La última vez fue el 11 de septiembre, luego de un ensayo nuclear realizado, según Pyongyang, con "una bomba de hidrógeno". 
Cuatro días después, Corea del Norte lanzó un nuevo misil balístico hacia el Mar de Japón.

30 NOV 2017 - 10:46


El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió ayer de urgencia a instancias del presidente estadounidense, Donald Trump, quien busca aplicar nuevas sanciones a Pyongyang luego del ensayo misilístico norcoreano del martes pasado. 

Los llamados previos de Trump a sus pares de China, Xi Jinping, y Corea del Sur, Moon Jae-in, y al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, alcanzaron para concretar el encuentro en la ONU pero no, por ahora, para renovar la presión con nuevas medidas.

La oposición de Rusia y China, que tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad, vuelve más improbable que Estados Unidos concrete sus amenazas y deseos de sacar adelante nuevas penalidades contra Pyongyang.

"Siempre hemos dicho que las resoluciones (del Consejo de Seguridad con sanciones a Corea del Norte) deben ser implementadas", se limitó a responder el vocero de la Cancillería china, Geng Shuang, al ser consultado por periodistas sobre la posibilidad de que Beijing deje de suministrar petróleo a Pyongyang, como exige Washington.


Redujo el envío de petróleo, pero no lo cortó.

China redujo sus envíos de petróleo a Corea del Norte en octubre en virtud de sanciones impuestas al país un mes antes por el Consejo de Seguridad pero, dispuesta a no dar un paso más allá, no las canceló por completo. 

Hay que encontrar una solución al conflicto mediante "la negociación y el diálogo", aseguró Geng, citado por la agencia de noticias DPA. 

Una intervención militar tampoco es una opción, agregó.

En tanto, el canciller ruso, Serguei Lavrov, fue más explícito a la hora de marcar las diferencias con la posición de Estados Unidos y afirmó que el proceso de sanciones está agotado.


La presión de las sanciones ya se agotó.

"Tenemos una actitud negativa. Ya hemos dicho más de una vez que la presión de las sanciones se agotó por sí sola", señaló Lavrov durante una visita a Minsk, Bielorrusia, en declaraciones citadas por la agencia de noticias rusa TASS.

El funcionario ruso puso el foco en las resoluciones de la ONU con sanciones a Corea del Norte al señalar que contienen la demanda de reanudar el proceso negociador, "exigencia de la que hace caso omiso la parte estadounidense".

Abiertamente crítico de la postura norteamericana, Lavrov también dio a entender que la dura posición de Estados Unidos fue funcional a los ensayos nucleares y con misiles de Pyongyang.

"Parece que hubiesen hecho todo a propósito para que (el líder norcoreano) Kim Jong-un pierda el control y haga otro movimiento desesperado", dijo el jefe de la diplomacia del Kremlin. 

Y advirtió que si los norteamericanos "quieren destruir Corea del Norte, deberían decirlo abiertamente y la cúpula estadounidense debería confirmarlo. Entonces nosotros decidiríamos cómo responder". 

Ayer, después de que Corea del Norte lanzara un nuevo misil con alcance intercontinental, la embajadora de Estados Unidos ante de la ONU, Nikki Haley, dijo que su país nunca buscó entrar en conflicto con Pyongyang pero que "el dictador norcoreano tomó una decisión que acerca el mundo más a una guerra". 

"Y si llega la guerra, no se equivoquen, el régimen norcoreano será totalmente destruido", añadió. 

El Consejo de Seguridad aprobó ya numerosas sanciones contra Corea del Norte después de sus pruebas de misiles y nucleares, sin que mostraran hasta ahora ningún efecto.

La última vez fue el 11 de septiembre, luego de un ensayo nuclear realizado, según Pyongyang, con "una bomba de hidrógeno". 
Cuatro días después, Corea del Norte lanzó un nuevo misil balístico hacia el Mar de Japón.


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