Un grupo de presos fabricó y donó muletas a un hospital

“Ayudar y demostrar que queremos cambiar, que acá adentro de estos lugares hay gente que quiere una nueva oportunidad me parece algo muy bueno”, expresó uno de los detenidos en la cárcel de Florencio Varela.

30 NOV 2017 - 20:22 | Actualizado

Un total de doce presos que trabajan en los talleres de carpintería de la Unidad 42 de Florencio Varela fabricaron 20 muletas que este jueves fueron donadas al hospital municipal de Quilmes “Dr. Eduardo Oller”, informó el Servicio Penitenciario bonaerense).

Además, los internos construyeron 25 sillas infantiles para el comedor “Dando amor” de Bernal.

La iniciativa se enmarca en el programa de reinserción “Segunda Vuelta”, que se realiza en conjunto entre el SPB y el municipio de Quilmes, y busca profundizar la formación, producción y solidaridad de los detenidos hacia la comunidad.

“Ayudar y demostrar que queremos cambiar, que acá adentro de estos lugares hay gente que quiere una nueva oportunidad me parece algo muy bueno”, expresó al respecto el interno Mauro Pereyra (32), quien lleva siete años detenido y es de Claypole.

Acompañada por autoridades penitenciarias, la mamá de Mauro, Lidia, entregó las muletas a la directora del hospital, Miriam Fumagari, y las sillas infantiles a Juan Viera, presidente del comedor al que asisten unos 70 chicos y personas mayores de bajos recursos.

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30 NOV 2017 - 20:22

Un total de doce presos que trabajan en los talleres de carpintería de la Unidad 42 de Florencio Varela fabricaron 20 muletas que este jueves fueron donadas al hospital municipal de Quilmes “Dr. Eduardo Oller”, informó el Servicio Penitenciario bonaerense).

Además, los internos construyeron 25 sillas infantiles para el comedor “Dando amor” de Bernal.

La iniciativa se enmarca en el programa de reinserción “Segunda Vuelta”, que se realiza en conjunto entre el SPB y el municipio de Quilmes, y busca profundizar la formación, producción y solidaridad de los detenidos hacia la comunidad.

“Ayudar y demostrar que queremos cambiar, que acá adentro de estos lugares hay gente que quiere una nueva oportunidad me parece algo muy bueno”, expresó al respecto el interno Mauro Pereyra (32), quien lleva siete años detenido y es de Claypole.

Acompañada por autoridades penitenciarias, la mamá de Mauro, Lidia, entregó las muletas a la directora del hospital, Miriam Fumagari, y las sillas infantiles a Juan Viera, presidente del comedor al que asisten unos 70 chicos y personas mayores de bajos recursos.


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