Llega el final para Pepsi: la histórica planta de Trelew

Fue despejada por los despedidos y ahora comienzan a desarmar y llevarse las máquinas. El operativo terminará la próxima semana y habrá custodia policial.

05 DIC 2017 - 21:25 | Actualizado

Los trabajadores que seguían acampando frente a la planta de la ex-Pepsi debieron despejar la zona y permitir a empleados de esa firma desarmar y retirar maquinarias. La orden fue de la jueza Andrea García Abad, acompañada por policías aunque no hubo incidentes.
Desmantelar la planta llevará unos 9 días. Habrá custodia las 24 horas. La jueza explicó que “la empresa Quilmes pidió una medida autosatisfactiva para garantizar el acceso de la gente que aún trabaja para la empresa a retirar maquinarias. Los exempleados habían hecho un acampe y montículos de arena para impedir que se retiren maquinarias como última esperanza de que se les devuelva el empleo o que se generen nuevos”, expresó.
La medida se intentó hace un mes. “La gente estaba muy ofuscada. La suspendimos para evitar violencia. Tuvimos reuniones, los invité que vayan las veces necesarias para ver de qué manera ayudar. El reclamo podía ser justo pero la medida no era entorpecer el acceso a la planta porque violaban una propiedad privada. Pasó un mes, no volvieron a manifestarse. Tuvieron negociaciones. Ya habían terminado y se decidió la medida porque la empresa necesita las máquinas y materia prima con vencimiento para continuar el trabajo en otras plantas”.
La Policía garantizó el operativo. “Cuando llegamos con el oficial de justicia no había nadie. La empresa trajo máquinas, removieron los montículos. Hay gente desarmando máquinas y llegarán camiones para cargarlas”.
“Los trabajadores tienen derecho a reclamar si creen que la indemnización no es justa. Pueden hacer un juicio laboral, algunos lo hicieron. Pueden pedir medidas cautelares para asegurar el cumplimiento de sentencias que se dicten. No es una empresa chica. La forma de reclamar no es prohibir a la empresa acceder a su propiedad. Entendieron que no es la vía”.
Aseguró que “cuando puedo aportar algo, me hago presente. Los llamé, fueron a mi oficina, tuve reuniones, hablé con la abogada para ver de qué forma ayudarlos. Les expliqué la medida y qué planteó Quilmes. Entendieron que no tenían que quedarse. Era más sentimental que otra cosa. Es entendible. Hay mucha gente con muchos años de trabajo sin empleo y con familia. No era un capricho”.
La planta será custodiada hasta que los propietarios de la firma terminen de desarmar y cargar las maquinarias para trasladarlas.  El jefe de la Unidad Regional de Trelew, José Luis Matskche, dijo que “a las 8.15 personal de la Unidad, Comisaría Cuarta, de Rawson y grupos especiales fueron convocados previa reunión con la jueza. Fue una orden judicial para que el personal idóneo desarme las maquinarias”.
“Se debe garantizar que no haya violencia. No se encontró ninguna persona reclamando ni frente a la empresa. Se montó un operativo de seguridad por la presencia de la magistrada”.
El procedimiento demandará 9 días. “Se montará un operativo especial para continuar con la legalidad del acto judicial. El personal estará las 24 horas. Hay guardia de dos efectivos pero se reforzará. Hay que brindar marco de seguridad amplio. Con gente nuestra y de otros lugares como refuerzo”.
En tanto, los extrabajadores de Pepsi en Trelew abandonaron el acampe y en un comunicado reivindicaron su postura y agradecieron a los vecinos por su apoyo durante más de 150 días. “Indignados por el desprecio y la mala fe de una multinacional que explotó los mejores años de nuestra vida, nos engañó, no pagó lo que correspondía por ley, abusó de la buena fe de sus operarios, vino a destruir una de las últimas fábricas emblemáticas de Trelew en forma arbitraria e intespestiva, sin importarle el contexto de desempleo, cerró sus puertas no por baja rentabilidad sino por estar en sintonía con las medidas de ajuste del gobierno nacional , que quieren castigar a la Patagonia y mantenerla de rodillas. Indignados por la burocracia sindical y su representación jurídica,  que debían haber defendido los puestos de trabajo, pero decidió vendernos”.
“Siempre nos manifestamos de forma pacífica. Sólo acampamos en la vereda de la fábrica sin prohibirle el ingreso a nadie, mostrándole a la sociedad que es hora de alzar la voz”. La idea fue “reivindicar el derecho a trabajar. Si bien mucho lo entendieron y nos vinieron a brindar su apoyo al acampe, otros nos veían como dando lástima al costado de la ruta, como una molestia, o simplemente como parte del paisaje. A esas personas les decimos que la inactividad del hoy son las consecuencias del mañana, por suerte mucha gente joven lo comprendió”.
“Sabíamos que estábamos nadando contra la corriente, que un par de obreros no pueden de forma pacífica hacer frente a una multinacional. Pero la dignidad obrera es más fuerte y decidimos resistir. Por eso en el camino muchos compañeros desistieron porque sabían que nos íbamos con las manos vacías, que teníamos una orden de desalojo y una derrota inminente”.
“Nos vamos con la frente en alto. Porque si el día de mañana nuestros hijos nos preguntan tendremos una historia de lucha genuina para contarles, mirándolos a los ojos”, concluyen.#

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05 DIC 2017 - 21:25

Los trabajadores que seguían acampando frente a la planta de la ex-Pepsi debieron despejar la zona y permitir a empleados de esa firma desarmar y retirar maquinarias. La orden fue de la jueza Andrea García Abad, acompañada por policías aunque no hubo incidentes.
Desmantelar la planta llevará unos 9 días. Habrá custodia las 24 horas. La jueza explicó que “la empresa Quilmes pidió una medida autosatisfactiva para garantizar el acceso de la gente que aún trabaja para la empresa a retirar maquinarias. Los exempleados habían hecho un acampe y montículos de arena para impedir que se retiren maquinarias como última esperanza de que se les devuelva el empleo o que se generen nuevos”, expresó.
La medida se intentó hace un mes. “La gente estaba muy ofuscada. La suspendimos para evitar violencia. Tuvimos reuniones, los invité que vayan las veces necesarias para ver de qué manera ayudar. El reclamo podía ser justo pero la medida no era entorpecer el acceso a la planta porque violaban una propiedad privada. Pasó un mes, no volvieron a manifestarse. Tuvieron negociaciones. Ya habían terminado y se decidió la medida porque la empresa necesita las máquinas y materia prima con vencimiento para continuar el trabajo en otras plantas”.
La Policía garantizó el operativo. “Cuando llegamos con el oficial de justicia no había nadie. La empresa trajo máquinas, removieron los montículos. Hay gente desarmando máquinas y llegarán camiones para cargarlas”.
“Los trabajadores tienen derecho a reclamar si creen que la indemnización no es justa. Pueden hacer un juicio laboral, algunos lo hicieron. Pueden pedir medidas cautelares para asegurar el cumplimiento de sentencias que se dicten. No es una empresa chica. La forma de reclamar no es prohibir a la empresa acceder a su propiedad. Entendieron que no es la vía”.
Aseguró que “cuando puedo aportar algo, me hago presente. Los llamé, fueron a mi oficina, tuve reuniones, hablé con la abogada para ver de qué forma ayudarlos. Les expliqué la medida y qué planteó Quilmes. Entendieron que no tenían que quedarse. Era más sentimental que otra cosa. Es entendible. Hay mucha gente con muchos años de trabajo sin empleo y con familia. No era un capricho”.
La planta será custodiada hasta que los propietarios de la firma terminen de desarmar y cargar las maquinarias para trasladarlas.  El jefe de la Unidad Regional de Trelew, José Luis Matskche, dijo que “a las 8.15 personal de la Unidad, Comisaría Cuarta, de Rawson y grupos especiales fueron convocados previa reunión con la jueza. Fue una orden judicial para que el personal idóneo desarme las maquinarias”.
“Se debe garantizar que no haya violencia. No se encontró ninguna persona reclamando ni frente a la empresa. Se montó un operativo de seguridad por la presencia de la magistrada”.
El procedimiento demandará 9 días. “Se montará un operativo especial para continuar con la legalidad del acto judicial. El personal estará las 24 horas. Hay guardia de dos efectivos pero se reforzará. Hay que brindar marco de seguridad amplio. Con gente nuestra y de otros lugares como refuerzo”.
En tanto, los extrabajadores de Pepsi en Trelew abandonaron el acampe y en un comunicado reivindicaron su postura y agradecieron a los vecinos por su apoyo durante más de 150 días. “Indignados por el desprecio y la mala fe de una multinacional que explotó los mejores años de nuestra vida, nos engañó, no pagó lo que correspondía por ley, abusó de la buena fe de sus operarios, vino a destruir una de las últimas fábricas emblemáticas de Trelew en forma arbitraria e intespestiva, sin importarle el contexto de desempleo, cerró sus puertas no por baja rentabilidad sino por estar en sintonía con las medidas de ajuste del gobierno nacional , que quieren castigar a la Patagonia y mantenerla de rodillas. Indignados por la burocracia sindical y su representación jurídica,  que debían haber defendido los puestos de trabajo, pero decidió vendernos”.
“Siempre nos manifestamos de forma pacífica. Sólo acampamos en la vereda de la fábrica sin prohibirle el ingreso a nadie, mostrándole a la sociedad que es hora de alzar la voz”. La idea fue “reivindicar el derecho a trabajar. Si bien mucho lo entendieron y nos vinieron a brindar su apoyo al acampe, otros nos veían como dando lástima al costado de la ruta, como una molestia, o simplemente como parte del paisaje. A esas personas les decimos que la inactividad del hoy son las consecuencias del mañana, por suerte mucha gente joven lo comprendió”.
“Sabíamos que estábamos nadando contra la corriente, que un par de obreros no pueden de forma pacífica hacer frente a una multinacional. Pero la dignidad obrera es más fuerte y decidimos resistir. Por eso en el camino muchos compañeros desistieron porque sabían que nos íbamos con las manos vacías, que teníamos una orden de desalojo y una derrota inminente”.
“Nos vamos con la frente en alto. Porque si el día de mañana nuestros hijos nos preguntan tendremos una historia de lucha genuina para contarles, mirándolos a los ojos”, concluyen.#


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